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Jóvenes en la primera línea

Susely Morfa González, primera secretaria de la UJC, destacó que casi 2 000 jóvenes suman sus fuerzas a la batalla cubana contra el nuevo coronavirus en sus comunidades 

Autor:

Yuniel Labacena Romero

Con profesionalidad, disciplina, conciencia y conocimientos, casi 2 000 jóvenes —en sus propias comunidades— suman sus fuerzas a la batalla cubana contra el nuevo coronavirus, como parte del Plan nacional para la prevención y control de esa pandemia. No es nada extraordinario, sino su compromiso de vida, por el futuro que construyen desde hoy y, sobre todo, como cubanos.

Susely Morfa González, primera secretaria del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), señaló que desde el comienzo de la pandemia las nuevas generaciones se han preparado y están dispuestas a aportar en diferentes tareas, como hemos visto con los estudiantes de Ciencias Médicas que participan en las pesquisas activas en las comunidades.

Ha llegado la hora de ir por más en esa contribución, cumpliendo estrictamente todas las orientaciones de las autoridades sanitarias y el Gobierno, por eso en algunas provincias se han conformado pequeños contingentes para ayudar, sobre todo, en el orden social y a las personas de la tercera edad, según las necesidades y solicitudes de los Consejos de Defensa municipales y provinciales, resaltó.

Morfa González precisó que los jóvenes asumen las tareas voluntariamente y colaboran, por ejemplo, con la Policía Nacional Revolucionaria para el control del distanciamiento en las colas donde se expende alimentos, aseo y otros productos; también para asistir a los ancianos en la compra de sus medicamentos, en la búsqueda de la comida en los sistemas de Atención a la Familia o en cualquier otra situación que puedan presentar, así como para explicar y brindar información precisa a la población.

Añadió que ese ha sido el llamado del Presidente cubano en las reuniones de chequeo diarias. «Él propuso la incorporación de jóvenes universitarios y técnicos de nivel medio en la solución de los problemas que más incomodan hoy en los barrios; no se trata de violar el distanciamiento social, sino de estar en tareas precisas.

«Le hemos pedido que asuman su tarea con mucho orden, que trabajen en elevar la percepción de riesgo  de las personas y en las medidas de higiene, y también, que den aliento a la población, pues el estrés muchas veces dificulta la capacidad de respuesta e impide comprender cuál es la mejor conducta en un contexto como el que vivimos», señaló.

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