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Sonríe a la vida

En Camagüey parecía que las quinceañeras y parejas que planeaban casarse deberían renunciar a la celebración de sus sueños en este aciago año…

Autor:

Yahily Hernández Porto

 

CAMAGÜEY.— Ambos eran cercanos por sus profesiones, pero nunca detuvieron sus rutinas para acercarse entre ellos. Un saludo de vez en vez era su única relación en el centro hospitalario militar agramontino.

Pero desde inicio de año la preocupación acercó sus vidas, pues la pandemia que recién había surgido en el gigante asiático les quitaba el sueño, como a miles de cubanos y cubanas.

En marzo último, cuando la Covid—19 penetró en Cuba, sus caminos se entrelazaron mientras trabajaban en sendas zonas rojas del hospital y tomaron una decisión que sorprendió a muchas personas.

«Después de experimentar que la vida puede escaparse sin cumplir algunos sueños, decidimos casarnos en cuanto las medidas de bioseguridad lo permitieran», confesó a JR Ana María Nápoles Salas, de 26 años de edad y estomatóloga de profesión.

El emblemático Palacio de los Matrimonios en Camagüey celebró su primera boda pospandemia.Fotos: Yahily Hernández Porto

Justo el pasado 7 de julio JR fue testigo de la primera boda pospandemia en esta ciudad, en el colonial Palacio de los matrimonios. Mientras la novia hablaba con esta reportera, el cirujano general, mayor Germán Antonio Guilarte León, de 36 abriles, aprovechó para darle un pícaro beso de sorpresa.

SE ALISTAN LAS QUINCEAÑERAS

Con igual ímpetu que el de esta pareja, varias adolescentes agramontinas retoman sus ilusiones y proyectan el rescate de sus Quince, que con temor y frustración vieron interrumpidos: las fiestas y las tradicionales fotografías fueron aplazadas debido a la pandemia, pero desde la segunda fase han regresado muchas al hermoso palacete o reservan turnos en casas particulares dedicadas a esta celebración.

La quinceañera Yadianis Beltrán no dudó en retomar su celebración.Fotos: Yahily Hernández Porto

«Siempre supe que cuando todo pasara tendría mi fiesta. Ahora me arreglo el pelo para quedar bien en las fotos», dijo sonriente Yadianis Beltrán Gutiérrez, quien el pasado 28 de abril tuvo que conformarse con una comida familiar.

En la oficina de contratos de la hermosa institución camagüeyana varias muchachas, junto a sus padres, esperan el turno para renovar la fecha, y otras solo buscan información para elegir, porque no son pocas las opciones en la Ciudad de los Tinajones, a donde llegan incluso quinceañeras de otras provincias para eternizar recuerdos.

En la cola esperan Jennifer Yadisley Cabreja González y Yarenmis Mendoza Flores, quienes celebrarán sus fiestas el próximo 31 de julio y el 29 agosto, respectivamente.

La primera afirmó a este diario que «a pesar de las actividades suspendidas durante la pandemia, no hay problema con los turnos», y Yarenmis se mostró aliviada por su «suerte con el día de nacimiento», y se mostró solidaria con las chicas que cumplieron en plena etapa de aislamiento social.

Tal es la historia narrada por Katia Faife Dorca, madre de la adolescente Yuliagnis Zaldívar, quien tuvo que posponer el gran encuentro familiar, programado para el 4 de mayo, y actualmente lo reorganizan para que seres queridos que están en el exterior puedan asistir, cuando todo se normalice: «Es una tranquilidad saber que todas tendrán su oportunidad sin contratiempos», expresó esta madre.

Según cuenta Isabel María Abad Mena, administradora del Palacio de los Matrimonios, al cerrar la institución en marzo pasado todas las bodas y celebraciones de quince y cumpleaños ya reservados se suspendieron, además de las que se pensaban contratar en abril, mayo y junio.

Para felicidad de muchos, los múltiples servicios del Palacio ya están disponibles y las familias interesadas podrán contratarlos, siempre que se presenten con al menos un mes de antelación.

La jovencita Yaremnis Mendoza se siente feliz porque tiene asegurado su contrato para agosto.Fotos: Yahily Hernández Porto

«Se han implementado varias medidas de bioseguridad que deben cumplirse estrictamente dentro del centro, pero ninguna afecta la calidad de las ofertas y el bienestar de quienes vienen a celebrar su gran día», insistió.

Subrayó que los contratos con clientes de otras provincias, incluso aquellos del exterior del país, se realizarán siempre y cuando lo permitan las medidas tomadas en cada etapa y región. «Por eso ahora en nuestro palacio aceptamos solo a clientes desde Matanzas hasta Guantánamo, el resto de Occidente tendrá que esperar».

Abad Mena puntualizó que la reparación capital en la casona fundacional no fue interrumpida durante el período pandémico. Actualmente suman, para mayor calidad y variedad de las fotografías, varias locaciones exteriores de la mansión, donde se proyecta una escenografía natural, original y distintiva que embellezca no solo a los retratos, sino también el acto formal y el brindis.

EL SECTOR PRIVADO ABRE SUS PUERTAS

Además del Palacio de los Matrimonios de Camagüey, se favorecen con la recuperación de estos servicios festivos otros negocios familiares que ejercen esta actividad con creativo apasionamiento. Así lo corroboró JR al visitar algunos locales privados de gran arraigo y popularidad, ubicados en el centro histórico agramontino.

En el número 69 de la calle Avellaneda está la casa Ilusión Estudio, que cerró sus servicios en marzo, a pesar de tener varias bodas y celebraciones de quince programadas. Sus propietarios, Yuleidy Cabrera y Anuar Rodríguez, suspendieron incluso los quince de su propia hija, Viviana, que anhelaban celebrar el 17 de mayo pasado.

La familia de la casa Ilusión Estudio regresa a la normalidad, luego de que hasta su hija suspendiera su fiesta de quince.Fotos: Yahily Hernández Porto

«Nuestra niña entendió el momento que vivían el país y el mundo. Ahora restablecemos los servicios según condiciones y posibilidades de cada familia que nos elige», explicó Yuleidy.

Igual de exigentes se comportaron los titulares de la casa- estudio Iris V/S Alex, una de las más veteranas en Camagüey, en calle Pobre número 586: «Mi suegro, Jesús Peña, inició en la década de los ochenta el negocio de la fotografía, y asegura que nunca antes se había vivido algo así. Hemos sido disciplinados con las medidas y ahora recomenzamos los servicios para satisfacer a la clientela según los recursos con que contamos», comentó Iriannis.

La casa-estudio Iris V/S Alex también abre sus puertas al público. Fotos: Yahily Hernández Porto

En los meses de confinamiento, tanto ella como su esposo Alex se dedicaron por completo a «malcriar» a la familia y ahora crean condiciones para la reapertura de su pequeña empresa, como tantos emprendedores del sector no estatal camagüeyano, que abren de a poco sus puertas al público, deseoso de celebrar sus aniversarios… y la vida conservada a pesar de la tensa situación.

 

 

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