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Melba y Haydée a la salida del reclusorio de Guanajay. Autor: Archivo de JR Publicado: 27/07/2020 | 11:24 pm
La historia está hecha de pequeñas coincidencias. O grandes, como las que unieron a las heroínas del Moncada Melba Hernández Rodríguez del Rey y Haydée Santamaría Cuadrado.
Oriundas de la antigua provincia de Las Villas, la primera nació en Cruces el 28 de julio de 1921, y la segunda en el batey Constancia, de Encrucijada, el 30 de diciembre de 1923.
Graduada como abogada en 1943, en la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana, Melba anhelaba sanar las injusticias cometidas por la tiranía batistiana, contra la que luchó activamente desde su etapa estudiantil.
También Haydée se trasladó muy joven hacia la capital para hacerse de un oficio en la Escuela de Enfermería, pero no terminó porque a la Patria la aquejaban otras urgencias. En su apartamento del Vedado ayudó a nacer a la Generación del Centenario, y de allí marcharon juntas a la acción que alumbraría la Revolución el 26 de julio de 1953.
Juntas cumplieron como presas políticas en el reclusorio nacional para mujeres de Guanajay, en una celda aislada de otras presas durante siete meses, y tras su excarcelación, el 20 de febrero de 1954, se dedicaron a recopilar y organizar las notas que Fidel iba logrando sacar del Presidio Modelo para reconstruir su alegato en el juicio —conocido luego como La historia me absolverá—, para su posterior impresión y distribución clandestina.
En mayo de 1955 se unieron a los amnistiados que regresaban desde Isla de Pinos en el barco El pinero y participaron en la fundación del Movimiento 26 de Julio. Un año y medio después, mientras Melba despedía en México la expedición del Granma, el 25 de noviembre de 1956, Haydée se sumaba en Oriente a los preparativos para recibirlos, y más tarde se sumaron al Ejército Rebelde en la Sierra Maestra.
Integraron el Comité Central del Partido Comunista de Cuba y cumplieron misiones excepcionales, encargadas por Fidel, para extender los brazos de la Revolución hacia el mundo: Melba como presidenta de varios comités de solidaridad, embajadora y secretaria general de la Organización de Solidaridad con los Pueblos de Asia, África y América Latina (OSPAAAL) y Haydée como presidenta fundadora de la Casa de las Américas, visitada por intelectuales y artistas de todo el orbe.
Haydée murió en 1980 el día en que su compañera de luchas cumplía 59 años de edad. Melba continuó trabajando, y recibió los títulos honoríficos de Heroína del Trabajo y Heroína de la República de Cuba. Sus cumpleaños los celebró tradicionalmente con pioneros y líderes de la UJC, pues siempre tuvo un vínculo especial con las nuevas generaciones, hasta su deceso el 9 de marzo de 2014.
