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Miradas a Italia en días de Festival

Una muestra de cine italiano contemporáneo y una selección de la filmografía de Michelangelo Antonioni, se incluyen entre las propuestas más atractivas de la 34 edición del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano

Autor:

Lourdes M. Benítez Cereijo

Italia vuelve para conquistar públicos y espacios en días de festival. Una selección de largometrajes de la filmografía del destacado cineasta Michelangelo Antonioni —por el centenario de su nacimiento—, a la cual se suma una muestra de cine italiano contemporáneo constituyen una oportunidad inestimable para dialogar con parte del quehacer cinematográfico de ese país europeo.

Planteamientos e interrogantes en torno a los sentimientos, las diversas formas de la realidad, conflictos existenciales y profundas miradas al universo interior de las mujeres son algunas de las áreas temáticas con las cuales los espectadores podrán entrar en contacto desde la aguda perspectiva de Antonioni.

Con la proyección de Crónica de un amor, de 1950, inició este miércoles el homenaje a ese maestro, que prosigue hoy con la exhibición de La señora sin camelias (1953), en el cine Riviera, a las 5:30 p.m.

Ambas obras devienen muestrario singular de la personalidad cinematográfica y las inquietudes reflexivas de su director. La primera de ellas narra las sospechas de un veterano industrial sobre su joven y bella mujer Paola, a la que decide vigilar mediante una agencia de detectives. Cuando fue estudiante, Paola estuvo perdidamente enamorada de Guido, un compañero de clase que era el novio de su mejor amiga.

La segunda de estas creaciones nos acerca a una vendedora, convertida en estrella de cine, que se deja deslumbrar por un mundo lleno de promesas y emociones. Sin embargo, cansada de participar en películas de pésima calidad, reclama un papel en el que pueda consagrarse como actriz.

Integran la lista de filmes de Michelangelo Antonioni otras cintas como Las amigas (1955), donde la protagonista Clelia regresa a Turín para dirigir la nueva sucursal de una firma de modas. Allí su vida se cruza con la de Rosetta. Conoce así a sus tres amigas Momina, Mariella y Nenè. De todas, Antonioni analiza aspiraciones, insatisfacciones y miedos que desembocan en un gran vacío existencial y, para una de ellas, en un trágico desenlace.

Por su parte, La aventura (1960) conduce al espectador por la historia de Anna, una rica joven romana, quien se embarca en un crucero veraniego con su novio y Claudia, su mejor amiga, y desaparece. Con esta cinta Antonioni abandona todo naturalismo narrativo para introducirnos de lleno en el cine moderno.

Imágenes contemporáneas

En la muestra de cintas italianas contemporáneas, que se desarrolla al interior de la edición 34 del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, se podrá disfrutar de títulos como Reality, un filme de este año dirigido por Mateo Garrone, realizador recordado por Gomorra. Narra la obsesión y paranoia insoportable de Luciano, quien solo sueña con participar en el fenómeno televisivo Gran Hermano, para mejorar su situación económica y la de toda su familia. Esa quimera le hará creer en una realidad equivocada que va destruyendo su vida y alejándolo de la esposa. De esa situación saldrá poco a poco, con mucho empeño y de manera a ratos divertida.

Del reflejo de mecanismos de dominación que rebasan a los protagonistas, se pasa al tema del poder en instituciones como la Iglesia en la cinta Habemus Papam, dirigida por Nanni Moretti. Con un enfoque inusual se conjugan elementos como angustia, depresión, dudas y miedo de no estar preparado para las responsabilidades.

Muere un Papa y el Cónclave se reúne para elegir a su sucesor. Cuando por fin es electo un cardenal, los fieles que se han congregado en la Plaza de San Pedro esperan en vano la aparición del nuevo pontífice en el balcón. Este último no parece estar listo para soportar el peso de tal compromiso. Pronto el mundo entero será presa de la inquietud, mientras que en el Vaticano se buscan soluciones para superar la crisis.

Del año 2003 es el largometraje de Corso Salani. En 92 minutos nos narra las remembranzas de Adela quien, en compañía de sus amigos, disfruta de un fin de semana de diversión en Santiago de Chile. En Palabras, la joven evoca el romance que vivió un año atrás, cuando se encontraba en misión de trabajo en Antuco, un pueblito de los Andes chilenos, y conoció a un ingeniero italiano que se ocupaba del proyecto de un enorme dique al que ella y sus colegas de una organización ambientalista se oponían. El desaparecido director invita a un diálogo permanente con momentos puntuales de encuentro en el viaje íntimo e individual de cada persona.

Según se refiere en el sitio web del Festival, los largometrajes que completan la nómina son El hombre que vendrá y Los equilibristas.

El primero de ellos es un filme de ficción dirigido por Giorgio Diritti. La historia transcurre en el invierno de 1943 y nos acerca a la única hija de un matrimonio agrícola pobre que vive en la ladera del Monte Sole: Martina, una niña de ocho años, quien desde hace algunos años dejó de hablar tras la muerte de su hermano pequeño. Su madre ha quedado embarazada y la vida se hace más difícil en medio de las complejidades de la guerra. La niña espera la llegada del bebé, que nace en la noche del 28 al 29 de septiembre de 1944. Casi a la misma hora, las SS llevan a cabo una redada sin precedentes en la zona, que pasará a la historia como la masacre de Marzabotto.

Mientras, Los equilibristas (coproducida con Francia) interroga al espectador con la siguiente pregunta: ¿Qué les pasa a las parejas que se «atreven» a separarse hoy en día? El director Ivano de Matteo invita a la reflexión contando los lances de Giulio. El protagonista tiene 40 años y vive una vida aparentemente tranquila: una casa alquilada, un trabajo estable, un coche que paga a plazos, una hija rebelde pero agradable, un hijo soñador y una esposa a la que ama y engaña. Pero todo cambia cuando su mujer lo descubre, lo echa de la casa y su vida se desmorona.

Como complemento ideal de estas imágenes de Italia que se ponen a consideración del público cubano, se podrá disfrutar de la exposición fotográfica Mirando con Michelangelo Antonioni, de Renato Zacchia.

Al decir del colaborador del cineasta, este testimonio gráfico permitió inmortalizar al maestro mientras trabajaba, advertir dónde posaba su mirada y descubrir cómo era su forma de observar. La muestra se encuentra en el Centro Cultural Cinematográfico Fresa y Chocolate.

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