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El coliseo de la calle Línea

Por el teatro Julio Antonio Mella, que arriba este 16 de septiembre a su aniversario 60, han desfilado grandes exponentes de la cultura cubana e internacional

Autor:

Maya Quiroga

 

Cuando transitamos por la calle Línea, entre A y B, y nos detenemos en el No. 657 salta a la vista la belleza de una de las edificaciones emblemáticas de las artes escénicas cubanas cuyo prestigio trasciende al plano internacional. Me refiero al teatro Mella, con seis décadas de historia desde que, en 1961, un año muy importante para la cultura nacional, fuera bautizado con el nombre del líder revolucionario Julio Antonio Mella.

Notables valores arquitectónicos

El otrora lujoso cine-teatro Rodi, inaugurado en noviembre de 1952, era propiedad del empresario Antonio Helier Rodríguez Cintra (el mismo dueño del teatro América, ubicado en Galiano y Concordia).

El edificio de la calle Línea resalta en el entorno citadino por su estilo Monumental Moderno y su torre que se proyecta hacia el exterior, como exponente de una arquitectura planimétrica que le confiere gran complejidad espacial.

Entre sus valores arquitectónicos vale destacar que posee un muro-cortina lateral de vidrio y aluminio, característico del estilo Art Nouveau, el cual dota de iluminación natural a los espacios interiores del mezzanine y el lobby.

El teatro cuenta en su interior con agradables espacios muy modernos donde armonizan, orgánicamente, el hormigón, la piedra, el aluminio y la madera en un vestíbulo majestuoso que conduce hacia una sala con 1 475 localidades, distribuidas en platea, balcones y las lunetas del segundo nivel.

Entendidos en la materia advierten que en su interior existen otros elementos característicos del Art Nouveau, como las líneas curvas y formas inspiradas en la naturaleza para el adorno de los balcones, la decoración con piedras que enfatizan en su textura y color naturales, las proporciones en las diferentes estancias, una esmerada disciplina geométrica y una sutil complejidad espacial, muy agradable en su conjunto.

Desde el vestíbulo se puede acceder a la planta alta a través de una escalera de terrazo negro de doble vía.

Según los archivos facilitados por el grupo de comunicación del Mella, en sus inicios el inmueble estaba decorado con piezas escultóricas recreadas en vidrio y calamina. De estas solo se conserva la obra Mujer con nido, que data de inicios del siglo XIX.

Luego de una reparación capital realizada en 2007, se colocaron nuevas esculturas con el propósito de rescatar el ambiente original. Anteriormente, entre 1993 y hasta 2007, sesionó en el entresuelo la galería de arte Tina Modotti, en la sala de estar interior del edificio donde tantos encuentros con la prensa especializada se han realizado en los últimos 60 años.

Un teatro donde se conjugan lo culto y lo popular

Aquel lejano 16 de septiembre de 1961 el Mella abrió sus puertas al público con la puesta en escena de El círculo de tiza caucasiano, de Bertolt Brecht, que marcó un hito en la historia de las tablas cubanas y estuvo dirigida por el uruguayo Ugo Ulive.

Desde entonces se han representado allí piezas del teatro cubano y universal como Una casa colonial, La profana familia, María Antonia, Los siete contra Tebas, El hombre más codiciado del mundo, Sábado corto y Pedro Navaja, por citar sólo algunas.

Además la institución ha devenido una de las sedes principales del Festival Mayo Teatral, auspiciado por el Departamento de teatro de Casa de las Américas.

Para no borrar la memoria

En 2015, como parte del Festival Internacional de Teatro de La Habana llegó a la escena del Mella la compañía Broadway Rox, de los Embajadores de Broadway, dirigida por el prestigioso actor, cantante y productor Rob Evan, quien puso a disposición del público cubano canciones de doce musicales estrenados en los últimos años en Broadway.

El Festival Nacional del Humor, Aquelarre, nació en este centro cultural. Muchos son los humoristas de todo el país que han dejado su impronta en el Mella: Carlos Ruiz de la Tejera, Virulo, Ulises Toirac, Kike Quiñones, Omar Franco, Osvaldo Doimeadiós, Jorge Díaz, Luis Silva, Carlos Gonzalvo, Otto Ortiz, Eleuterio González Toledo, Oscar Bringas, algunos como solistas o formando parte de grupos como La Oveja Negra, La Seña del Humor, Cari Care y Komotú, entre otros.

Del mundo de la danza no podemos olvidar la presencia en el Mella de prestigiosas agrupaciones como el Ballet Nacional de Cuba, la compañía de Rosario Cárdenas, Lizt Alfonso Dance Cuba, Danza Contemporánea de Cuba, el Conjunto Folklórico Nacional, la Compañía Folklórica Camagua, la Compañía de Santiago Alfonso, Prodanza, Danza Retazos, Banrarrá o el Ballet de Washington, el English National Ballet y el Ballet de la Ópera de Berlín, como parte del Festival Internacional de Ballet.

Otras citas danzarías son La Huella de España, las Bienales de Danza del Caribe o el evento los Días de la Danza, cuyo colofón es la entrega del Premio Nacional de esa especialidad escénica.

Si hablamos de música hay que mencionar las ejecuciones de talentosos instrumentistas y artistas, quienes ofrecieron sus primeros conciertos en el Mella, entre ellos Roberto Fonseca junto a su grupo Temperamento, Diana Fuentes, Elaín Morales, el dúo Buena Fe, Raúl Paz, Raúl Torres, Adrián Berazaín, William Vivanco, Laritza Bacallao, Mayco D'Alma, Juan Guillermo (JG) y El Noro y Primera Clase.

Memorables han resultado igualmente algunas de las presentaciones del grupo Síntesis o de vocalistas de la talla de Ivette Cepeda, Tony Ávila, Frank Delgado, Yaíma Sáez, Pedro Luis Ferrer, Carlos Varela, el «Blanco rapero» Athanai Castro y Polito Ibáñez.

Con la presencia de maestros del piano como Chucho Valdés y Frank Fernández en no pocas ocasiones se han agotado las entradas y se han desbordado las capacidades del Mella.

Orquesta filarmónica de jazz del ISA durante un concierto en el teatro Mella. Foto: Archivo

Igualmente eventos muy esperados por el público nacional o foráneo son el Concurso de Jóvenes Jazzistas, JoJazz, que les ha abierto las puertas a noveles talentos egresados de la enseñanza artística; el Jazz Plaza, que ha posibilitado a los cubanos conocer el desempeño del pianista norteamericano Arturo O' Farrill o disfrutar de presentaciones de lujo protagonizadas por Wynton Marsalis, The Preservation Hall Jazz Band, el trombonista Steve Turré, el guitarrista Billy Gibbons, integrante de la prestigiosa banda ZZ Top, líder del hard rock y blues rock y otras estrellas de la talla de Doug Cameron, Camila Celín, Ehrem Hanson, Andrea Brafield, Rafael Paseiro y Miguel de Armas.

Al catálogo musical del Mella se suman la Fiesta del Tambor, los festivales Boleros de Oro, de Danzón, Leo Brouwer de Música de Cámara y Las Voces Humanas, así como cada una de las ediciones del Cubadisco.

A propósito de la gran fiesta de la discografía, en 2011 su entonces presidente, Ciro Benemelis, le entregó un premio de honor a la institución teatral que dirigía la desaparecida Daysy Stable Valdés.

La dama que comandó el Mella durante veinte años, hasta su jubilación en 2016, recibió emocionada el premio de honor Cubadisco que le había sido conferido al teatro.

«Yo no esperaba ese premio que me entregaron mis amigos Cary Diez y Ciro Benemelis, dos personas que adoro. Ese premio pertenece a todo el colectivo. A partir de mi relación con cada uno de los trabajadores, hasta los de limpieza y seguridad, fui conformando una gran familia. No me fue fácil. «Con algunos me equivoqué, pero acerté con la gran mayoría. El liderazgo se logra con el ejemplo y el teatro hay que amarlo y sentirlo. Es como una droga que una vez que la pruebas no te puedes deshacer de ella», destacó en aquella ocasión Stable Valdés.

Muchos otros son los eventos que han tenido cabida en el coliseo: presentación de discos, apertura de exposiciones de pintura, fotografía, carteles, performances, lecturas dramatizadas en áreas del vestíbulo y el entresuelo o galas culturales por la inauguración y clausura de la Feria Internacional del Libro y del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana. 

Sus jardines han acogido igualmente puestas en escena infantiles, peñas de rap, rock y de música tradicional cubana, como la liderada por el Septeto Habanero.

El suceso cultural del año

En 2013 se instituyó el Suceso Cultural del año por iniciativa del Consejo Nacional de las Artes Escénicas. Ese lauro lo otorga el Círculo especializado de periodismo cultural a la obra danzaria, teatral, espectáculo musical y espectáculo internacional de mayor relevancia entre los exhibidos en las salas que pertenecen al Circuito Teatral de la calle Línea (El Ciervo Encantado, Trianón, Mella, y los centros culturales Raquel Revuelta, Vicente Revuelta y Bertolt Brecht).

Nombres inolvidables

Como es natural muchos de sus fundadores han fallecido y otros se han jubilado. Se rememoran los nombres del sonidista Enrique Barroso, el técnico de luces Víctor Regal y la maquillista Norma Pérez.

El primer director del teatro fue el Premio Nacional de Música Sergio Vitier, ya desaparecido. Le siguió la promotora cultural Nisia Agüero, ya con más de ochenta años vividos. A ella la sustituyó la entrañable Daysy, quien por su encomiable labor al frente del Mella fue galardonada con la Distinción por la Cultura Nacional. Su actual directora, Deborah Martínez González, tiene el deber de mantener vivo todo el legado cultural de sus predecesores.

Hace cinco años el Mella celebró modestamente su aniversario 55 con un concierto de Cándido Fabré. En 2016 cerró sus puertas y desde ese momento se trabaja para devolverle su esplendor como parte de un proceso de reparación capital que todos esperamos concluya lo más pronto posible para volver a disfrutar intensamente de su vida cultural.

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