Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Daisuke Matsuzaka: un misterio para los peloteros cubanos

Autor:

Raúl Arce

El estelar pitcher japonés ha vencido a Cuba en tres importantes torneos internacionales: en los Juegos Olímpicos de Atenas, y en el I y II Clásico Mundial

SAN DIEGO, California.— Daisuke Matsuzaka le ha ganado a Cuba en tres ocasiones. Cuando se impuso en 2004, durante los Juegos Olímpicos de Atenas, era un perfecto desconocido para los criollos.

Entonces tiró 8,1 innings y el resultado final fue de 6-3; aquel día permitió tres anotaciones limpias, siete hits, dio una base y ponchó a siete.

Dos años después, en el I Clásico Mundial, ya era «aquel que nos ganó en Grecia». Y al final del certamen, tras su segundo éxito internacional sobre Cuba, fue seleccionado el Jugador más valioso. Tuvo marca de 3-0, con efectividad de 1.38.

En 2009, y después de una triunfal irrupción suya en las Grandes Ligas, Cuba sabía que iba a medirse con una estrella. Por cierto, en Estados Unidos le apodan Dice-K por su fama de gran ponchador.

Una vez más, Matsuzaka demostró su brillo. En los seis capítulos dominicales hizo 86 disparos a la goma —uno por sobre el límite permitido—, 61 de ellos strikes.

«Todos le tiran a la pelota como para pegar cuadrangulares», comentó un experto acerca de los 12 abanicados de Cuba frente a cuatro rivales en la lomita. En definitiva, los antillanos no sumaron extrabases hasta que Frederich Cepeda abrió el noveno inning con un doble... y allí quedó congelado.

Matsuzaka suma otras dos victorias en el actual Clásico, y elevó a 5-0 su récord en este tipo de torneos, con promedio de 1,57.

«Yo estaba consciente de que Cuba tiene un buen equipo, pero no sufría ninguna preocupación adicional; solo tenía que esforzarme por hacer las cosas bien, y lo logré», declaró el derecho, nacido el 13 de septiembre de 1980.

Lleva dos temporadas dentro del béisbol estadounidense, con marca de 33-15; en ocho años previos en Japón, con los Leones de Seibu, sumaba 108-60. A sus 28 años es un referente del pitcheo en el mundo entero y un ídolo en su nación.

En 2008, implantó récord de 18 triunfos en una temporada para un lanzador de Japón en Grandes Ligas. Antes, Hideo Nomo había conquistado 16 éxitos en tres ocasiones.

Mientras destacados lanzadores norteamericanos rehusaron concurrir al Clásico —incluidos los dos ganadores del premio Cy Young en la última temporada—, Matsuzaka defiende la bandera de su país.

«Yo anhelo que me escojan siempre para lanzar, y no entiendo por qué a otros no les ocurre lo mismo», dijo.

Con Sadaharu

Sadaharu Oh, el rey de los jonrones en el béisbol japonés, y campeón del I Clásico —como director del equipo de su país—, llegó a San Diego horas antes de que comenzara la segunda fase de la competencia. Lo hizo en calidad de embajador del béisbol en el archipiélago.

—¿Qué diferencias establece entre la selección de 2006, cuando usted dirigió, y esta de 2009?

—El equipo ha mejorado, pero ganar no lo es todo en el deporte. Ni siquiera eso fue todo cuando nos coronamos hace tres años; el béisbol se extiende por el mundo y muchos más países querrán participar en el futuro en los Clásicos.

Hasta mañana

Los monarcas de 2006 tienen hoy una fecha libre, y mañana irán ante Corea del Sur, en busca del primero de los dos boletos que este grupo concede hacia la semifinal.

Hace tres años, los sudcoreanos se impusieron en la primera y segunda rondas, y no fue sino en la semifinal que Japón se libró de su mordaza.

Esta vez, Japón dio el primer golpe, con un nocao estruendoso, pero Corea del Sur se desquitó por la mínima, en el pleito que dilucidaba el primer puesto del grupo A.

Uno de estos colosos asiáticos se cruzará de nuevo en el camino de Cuba, si en definitiva los criollos vencieron en la madrugada a México. Ojalá, para ver si podemos sacarnos alguna espina de la garganta.

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.