Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Un estratega alegre y precavido

Armando Padrón, entrenador del equipo femenino de judo cubano, revela planes, pronósticos y perspectivas del elenco a las puertas de los Juegos Olímpicos de Río

Autor:

José Luis López

A Armando Padrón, entrenador de la selección nacional femenina de judo, le sobran razones por estos días para rebosar de optimismo, dado el buen andar de sus chicas de cara a los venideros Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, el próximo agosto.

En una visita al tatami de la Escuela Superior de Formación de Atletas de Alto Rendimiento Cerro Pelado, y tras varias horas con judoguis puestos y repartiendo instrucciones durante una «suculenta» sesión de entrenamiento matutino, accedió a conversar con los lectores de JR.

—¿Qué plan estratégico encaró en busca de los boletos para la fiesta bajo los cinco aros en Río de Janeiro?

—Este plan de clasificación lo dividimos en tres partes. La primera fue dirigida a la tradicional gira de invierno por Europa, donde participamos en varios eventos internacionales que daban puntos para el ranking olímpico y nos fueron abriendo el camino. Ahora se nos acerca la segunda, la cual cerrará con el Campeonato Panamericano que se disputará en La Habana a finales del mes próximo y tributará 400 puntos para ese escalafón, en tanto la tercera etapa está encaminada a entrenar fuerte y tratar de intervenir en algún evento internacional antes de la esperada cita olímpica.

—¿Satisfecho con el desempeño de sus pupilas hasta el momento?

—Nuestro objetivo de clasificar a cinco muchachas está casi a las puertas. Después del Grand Prix de La Habana, la gira invernal europea en la cual enfrentamos a lo mejor del mundo, y los torneos Abiertos de Lima y Buenos Aires, la monarca olímpica y mundial Idalys Ortíz (+78 kgs) ocupa la segunda plaza de ese ranking, y la campeona panamericana Dayaris Mestre (48) está a solo 26 puntos de lograrlo. Mientras, Maricet Espinosa (63), con sus títulos en los certámenes de Perú y Argentina, ya está dentro de la zona clasificatoria.

«Entretanto, Onix Cortés (70) obtuvo plata en la lid peruana y oro en la argentina, con lo cual también sumó puntos muy importantes. Nos quedaría la subcampeona olímpica Yalennis Castillo (78), quien se recupera de un ligero esguince de clavícula sufrido en el Grand Slam de Dusserdolf, Alemania. Entonces, esperamos que todas ellas intervengan satisfactoriamente en el Panamericano de La Habana, en busca de cerrar cifras definitivas para Río de Janeiro».

—Pero a ese Panamericano asistirán muy buenas individualidades, fundamentalmente de Brasil, Estados Unidos, Argentina y Colombia, que también quieren estar en la justa de la Ciudad Maravillosa…

—Sabemos que todos los países se están preparando muy bien. Pero no tenemos otra meta que obtener el primer lugar por naciones en nuestra casa. El entrenamiento diario está diseñado en función de ese objetivo. Incluso, en este equipo Cuba, también podrían hacer el grado las cuatro jóvenes que acaban de ganar el torneo por equipos, denominado Festival Deportivo de la Mujer, bajo la égida del profesor Josniel Téllez, disputado en República Dominicana. Son ellas, Gretter Romero (52), Anailys Dovigní (57), Melissa Peñalver (70) y Dayle Ojeda (+78).

—¿Cómo ve el futuro del equipo?

—Antes, en la selección nacional habían figuras luminarias que mantuvieron a Cuba en la cima del judo mundial. Mi trabajo va enfilado a recuperar esos resultados que se estaban perdiendo. Tengo un nuevo colectivo de entrenadores muy capacitados, como Driulis González, Ibis Dueñas e Ismael Borboña, quienes nos esforzaremos cada día más para salir adelante. Y creo que con el talento de las jóvenes integrantes de la preselección nacional, podemos lograrlo. En el campeonato nacional de mayores, disputado en Holguín, vimos a figuras jóvenes con muy buen judo, fundamentalmente en las divisiones de mayor peso. Y en breve, saldremos hacia Santiago de Cuba para asistir al torneo nacional juvenil.

Sentado a su lado, personalmente pude apreciar en la justa holguinera cómo Padrón seguía al detalle cada combate, no solo los de las integrantes de la plantilla nacional, para indicarles luego qué error técnico cometieron. También les echaba un ojo a las judocas de provincias, con el claro afán de ver a quiénes podría pedirles que prepararan las maletas para enrolarse en el equipo mayor.

Al técnico le dieron hace muy poco tiempo la ¿misión imposible? de sustituir al avezado Ronaldo Veitía, quien —para nadie es un secreto— le ha dejado «la varilla bien alta». Y no dudo que él sabe cuánto trabajo conllevará alcanzarla, en momentos en los que no abundan por doquier chicas con los atributos de Legna Verdecia, Odalis Revé, Driulis González, Yurisleydis Lupetey, Sibelis Veranes o Daima Beltrán, por solo citar algunas de las mujeres que abarrotaron los podios internacionales.

Pero a Padrón le sobran interés, deseo y buenos conocimientos —fue entrenador de la selección nacional de Venezuela— para darlos a conocer sobre el tatami. Y, como reza el viejo adagio, «por algo se empieza».

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.