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Allen Jemmott confía en el talento de sus jugadores de cara a la próxima LSB. Autor: Calixto N. Llanes Publicado: 03/01/2018 | 11:08 pm
La Maquinaria Roja de Matanzas regresó por sus fueros a los tabloncillos de Cuba, cuando culminó con la medalla de plata en la pasada edición de la Liga Superior de Baloncesto (LSB), tras casi una década sin presencia en el podio de este evento. En octubre pasado clasificaron sin contratiempos para la venidera edición de la LSB durante el Torneo Nacional de Ascenso (TNA) que acogió la Ciudad Deportiva habanera, donde también obtuvieron sus boletos Capitalinos y los actuales monarcas pinareños.
Uno de los principales artífices del regreso de los matanceros a la élite del deporte ráfaga en la Isla fue Allen Jemmott, uno de los mejores jugadores del baloncesto cubano en el actual siglo y desde hace dos años convertido en el mentor yumurino.
Sobre los aspectos fundamentales en que basó la preparación de su elenco tras el subcampeonato de la temporada anterior, Jemmott comentó a JR que «enfatizamos mucho en superar las debilidades que tuvimos el año pasado, sobre todo en los tiros libres y en las pérdidas de balones, errores que nos afectaron muchísimo en la etapa de play off».
Reconoció el timonel de 37 años que en la TNA pudieron notarse los resultados, pues Matanzas perdió muy pocas pelotas, apoyándose en la efectividad en el pase al pívot, muy practicada en los entrenamientos. «También nos trazamos una estrategia ante Pinar, el equipo que nos ganó el año anterior en la final, y fue jugar en el interior, que es un punto débil de ellos y uno fuerte de nosotros, pues en el perímetro somos equipos bastante parejos», añadió.
Respecto a la ausencia de Danny Torriente, puntal en el juego desplegado por los matanceros durante la pasada LSB, informó que «estuvo mucho tiempo viviendo en Italia, regresó para ayudarme con el equipo y le agradecemos lo aportado. Sin embargo, hace unos meses nació su hijo y nos pidió dedicarse a su cuidado. Para sustituirlo preparamos a muchachos jóvenes como Alfredo Curtis, quien lo hizo muy bien, pese a algunos deslices en defensa. El baloncesto es como la vida, se van unos y entran otros».
También el otrora escolta de los equipos Cuba se refirió al mejor jugador de su nómina, el versátil Yuniskel Molina. «Es cierto que él es el alero titular del equipo, pero en el caso de que nuestros pívots tengan un número elevado de faltas, también juega de espalda al aro. Ha integrado de forma regular la selección nacional, donde ocupa incluso un papel protagónico y por eso cuando tomé las riendas del conjunto le dije: “la mochila de líder la tienes que tomar tú, porque los muchachos te ven como un referente”».
Por último, dejó bien claras las aspiraciones matanceras en la actual campaña. «Nuestro primer objetivo era avanzar en la TNA y lo cumplimos. Lo demás será paso a paso, aunque quisiéramos, por supuesto, volver a discutir el campeonato, pero estando en el podio somos felices», concluyó Jemmott.
