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Ni el rey vigente, ni el rey histórico

El sábado comienza la final en Camagüey entre Toros y Cocodrilos, con un probable duelo entre Lázaro Blanco y Freddy Asiel Álvarez

Autor:

Norland Rosendo

Con el resultado más desproporcionado de todos los juegos de la semifinal (11-6), el equipo de Matanzas, eterno convidado a la corona durante la última década —¿se romperá ahora el maleficio?—, dejó sin opciones de bicampeonato al rey vigente, Las Tunas, mientras la noche antes, Camagüey le había cerrado definitivamente las puertas de la final al conjunto que más veces ha alzado el título en la historia de las series nacionales.

En el Victoria de Girón, donde los hinchas de los Cocodrilos han sufrido tantas remontadas rivales en play off, esta vez la afición pudo celebrar dos éxitos seguidos y su tercer pase a una final desde que en la campaña 51 comenzaran a subirse en el podio sin llegar al escalón más alto.

El zurdo Yoanni Yera llegó a su quinta victoria con tres derrotas en 35 juegos de postemporada y tuvo el incentivo adicional de propinar su ponche mil en series nacionales, para convertirse en el pitcher número 58 en llegar a esa cifra, un ranking que encabeza el pinareño Rogelio García (2509), según los archivos de nuestro estadístico Benigno Daquinta.

A los Cocodrilos les funcionó el pitcheo, su defensa hizo jugadas que valen por sí solas para ganar un juego como la del talentoso César Prieto pasándole la bola directamente del guante al paracortos Erisbel Arruebarrena para que este completara el out en la inicial a Andrés Quiala, un lance al estilo Padilla-Germán, y su ataque fue demoledor, con Ariel Martínez de 4-3 y Yurisbel Gracial (de 4-2) pegando un larguísimo triple por el medio del campo con las bases congestionadas.

Todo lo contrario sucedió en el bando de los Leñadores. Ni el derecho Carlos Juan Viera ni el siniestro Yudiel Rodríguez pudieron maniatar las mandíbulas de los saurios, y al campo cometieron tres pifias costosas y otras que no van a los libros o son inexplicables, como el trote de Carlos Benítez en el quinto episodio tras conectar un rodado por el camarero con dos outs y par de hombres en los senderos, ese paso le facilitó el lance a César, a pesar de perder la bola. 

Danel Castro —si un día se instaura un premio a la constancia en los campeonatos cubanos no habrá mejor nombre que el de Danel—, empujó dos por los orientales, la primera con bambinazo en el inning de apertura y la otra en el tercero con imparable.

Las Tunas cayó ante un rival que supo reponerse del fracaso inicial, pero Pablo Civil se mantiene en el podio por tercer año consecutivo.

Embestida brutal

Con una barrida que no debe ir a los registros históricos solo por el 3-0 conclusivo, el equipo de Camagüey clasificó para la final de la Serie Nacional ganándole a Industriales con pizarras definidas siempre con el out 27 (9-8, 7-5 y 3-2), y en juegos cuyas mejores escenas se filmaron en el último tercio.

Desde 2007, bajo las riendas del propio Miguel Borroto, los Toros no jugaban en una postemporada, y ahora lo logran después de haber encabezado la tabla de posiciones en la etapa regular (53-37), resultado que a mitad de campaña los hizo merecedores de la organización por primera vez de un Juego de Estrellas y empiezan los play off con una barrida, francamente impensada, sobre todo, por el par de éxitos conseguidos en el parque Latinoamericano ante su verdugo durante el campeonato, el mismo que les había ganado nueve de 12 partidos con dos escobazos seguidos.

Borroto, el hombre que más veces ha regresado al puesto de mando de un equipo en series nacionales con cuatro, ya igualó su mejor resultado histórico, una plata en la temporada 24, acompañada con tres preseas de bronce (22, 37 y 40), y busca en su decimosexta vez como timonel de Camagüey el ansiado título que no gana un plantel de esa región desde 1976 con el nombre de Ganaderos.

Sin una ofensiva que estremezca por su poder, pero con hombres curtidos en juegos estresantes como Yorbis Borroto y Alexander Ayala, y Leslie Anderson pulido en ligas profesionales, los Toros mostraron equilibrio en su bateo, defensa y pitcheo con protagonismo repartido en los momentos más complejos. Unas veces fueron las conexiones oportunas, no pocas con dos outs; otras, los engarces al estilo Segura en la inicial y Ayala en la esquina caliente para sepultar definitivamente a los Leones, y no menos loables resultaron las tres aperturas: Lázaro Blanco, Yosimar Cousín y Yariel Rodríguez, quien se sacudió así de un relevo ineficaz en el primer choque.

Industriales peleó, recortó diferencias que parecían insalvables, pero su pitcheo, el punto más flaco del conjunto, especialmente su bullpen, no pudo comportarse a la altura exigida cuando los marcadores se cerraron. Elogios para Bryan Chi, quien salió el martes a lanzar por primera vez en un play off, sobre la lomita de un Cándido González sacudido por constantes terremotos humanos desde media tarde, y tuvo una apertura excepcional, como un consagrado, seguro de sí, por encima de los bateadores.

Aunque sus dos actuaciones ahora no demeritan su candidatura a Jugador Más Valioso de la temporada, Andy Rodríguez, la sensación Azul con marca de 8-1 y 17 juegos salvados (PCL: 1.91, WHIP: 1.01 y la mejor frecuencia de ponches: 9.98), no tuvo la misma efectividad de entonces. A su cuenta fueron par de derrotas y le pegaron más extrabases que en los 61.1 innings de la temporada cuando le ligaron apenas un doblete.

La Serie 59, última con el actual formato, tendrá un nuevo campeón. A partir del sábado comenzará a escribirse una historia inédita.

 

 

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