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Teherán._ El presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, criticó hoy la manipulación del tema de los derechos humanos por las que identificó como «potencias arrogantes» y su uso como presión política, informó PL.
En la inauguración aquí de la Reunión Ministerial del Movimiento de Países No Alineados sobre Derechos Humanos y Diversidad Cultural, el mandatario también defendió la decisión iraní a desarrollar su programa nuclear con fines pacíficos.
«Teherán es un miembro oficial del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) que ha firmado el Tratado de No Proliferación de armas nucleares (TNP), con el que está comprometido», recordó.
Algunas potencias «presionando fuertemente al Organismo, han desplegado todo su potencial propagandístico y diplomático para, -contraviniendo el reglamento de la OIEA-, privar al pueblo iraní de sus derechos (...)», añadió.
El presidente notó que para ese fin, tales factores «no han escatimado amenazas políticas, sanciones económicas y coacciones militares».
Ahmadineyad precisó que en esa línea incluso se ha sacrificado la credibilidad del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas «en aras de sus ambiciones políticas y de sus deseos ilícitos», amplió la versión de la agencia oficial IRNA.
El político afirmó que para Irán el expediente atómico está cerrado, la mayoría ha reconocido sus derechos «y sólo quedan uno o dos países que no tendrán más remedio que asumir esta realidad».
Este país quiere producir combustible atómico «para ponerlo al servicio de la paz y de su propio bienestar y el de todos los pueblos», amplió.
Un reciente informe del OIEA desmiente acusaciones estadounidenses sobre un supuesto reprocesado de plutonio y corroboró la veracidad del gobierno de Teherán sobre el carácter de su expediente nuclear.
Ese documento reflejó las inspecciones en la planta de Natanz y de los controles hechos en los proyectos de agua pesada de Arak, lo cual prueba que todas las actividades nucleares iraníes están supervisadas por el Organismo.
