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RAMALAH, febrero 12.— Demoliciones de viviendas en aldeas de Jenín y Hebrón, disparos de obuses y dos muertos en Gaza, opacaron hoy la noticia de que Israel inició el desvío de un polémico muro en Cisjordania, tras perseverantes presiones palestinas.
Fuentes palestinas en la Franja de Gaza, controlada por el grupo islamista Hamas, reportaron que al menos dos palestinos murieron este viernes a causa de los disparos de la artillería pesada israelí contra un área al oriente del campamento de refugiados Al-Maghazi.
Los obuses fueron lanzados contra la zona de Abu Hamam desde tres baterías de artillería, dijeron testigos, mientras el mando castrense de Tel Aviv justificó que respondió a un intento de hombres armados por agredir una base israelí en Kissufim, al sur de Al-Maghazi.
Entretanto, equipos de ingenieros del ejército sionista empezaron a redefinir el curso del llamado Muro del Apartheid con el que intentan cercenar a la Ribera Occidental y contra el cual han protestado cada viernes desde hace años residentes en la aldea de Bil in.
Fuentes judiciales anunciaron el jueves que la decisión se tomó dos años después de que la Corte Suprema de Israel falló que esa barrera cortaba de forma inapropiada la aldea palestina con el objetivo de ampliar un asentamiento judío colindante.
El veredicto, celebrado aquí como una victoria para los palestinos que cada viernes hicieron marchas pacíficas para protestar por ese valladar de 800 kilómetros de extensión, retribuye unas 140 hectáreas de tierra cultivable al poblado y otras comunidades aledañas.
Las autoridades israelíes alegaron que el muro, también bautizado por los palestinos como de la vergüenza, ha sido efectivo en impedir acciones violentas contra los israelíes, mientras residentes allí y muchos países lo ven como una apropiación ilegal de tierras.
Ese segmento de la muralla a la altura de Bil in devino símbolo del rechazo palestino y fue foco de frecuentes enfrentamientos debido a la represión israelí de las manifestaciones pacíficas, con saldo de seis árabes muertos y decenas de heridos en todo este tiempo.
Sin embargo, ese progreso judicial también fue prácticamente opacado por las fuerzas de ocupación que irrumpieron el jueves a medianoche en la aldea de Barta'a Ash-Sharqiya y entregaron órdenes de demolición de casas a cinco familias.
Barta'a Ash-Sharqiya se ubica al lado oeste del muro de separación israelí y los residentes tienen prohibido entrar al Estado judío y a la ciudad santa ocupada de Jerusalén, además de que deben pasar por controles militares para entrar al centro urbano de Jenín.
Asimismo, buldózers israelíes redujeron a escombros cinco pozos de agua y tres pequeños almacenes, además de que confiscaron generadores eléctricos y bombas de agua en Idhna, un poblado de Hebrón.
