28
BUENOS AIRES, febrero 2.- El príncipe William, segundo en la línea de sucesión al trono de Reino Unido, llegó a las Malvinas, en medio del incremento de las tensiones entre ese país y Argentina por el reclamo de la soberanía sobre ese territorio insular del Atlántico Sur.
El integrante de la realeza iniciará en el disputado archipiélago un entrenamiento militar de seis semanas como piloto de la Real Fuerza Aérea (RAF, sigla en inglés), hecho que rechazó el Gobierno de Cristina Fernández este martes.
En un comunicado, emitido por la Cancillería, se subrayó que el pueblo argentino lamenta que el heredero real arribe a suelo patrio con el uniforme del conquistador y no con la sabiduría del estadista que trabaja al servicio de la paz y el diálogo entre las Naciones, informó PL.
Las autoridades argentinas reiteraron, en el texto, su posición a favor de la solución del diferendo, que data del siglo XIX, a través de las negociaciones bilaterales como ha dispuesto la Organización de Naciones Unidas en numerosas ocasiones.
Por su parte el vicepresidente de ese país, Amado Boudou, responsabilizó al Gobierno del Reino Unido de atizar el diferendo con Argentina por la soberanía sobre las Islas Malvinas.
Quedan muy pocos enclaves (coloniales), y uno es Malvinas, donde el Gobierno británico intenta imponer políticas extractivas en hidrocarburos y pesca. Es el rostro económico del colonialismo, subrayó.
Bouduo opinó que con el envío esta semana del destructor HMS Dauntless, y la llegada del príncipe William a las Malvinas, Londres busca desviar la atención de sus propios problemas internos como el gran desempleo (17 por ciento) o el intento separatista de Escocia.
Calificó de «bravuconada» las declaraciones del gobierno británico y las medidas tomadas en relación con las Malvinas, archipiélago de más de 200 islas e islotes, localizado en el océano Atlántico, a 480 kilómetros de la Patagonia, del que Buenos Aires reclama la soberanía desde 1833, cuando fuera usurpado por Londres y la población argentina expulsada y sustituida por súbditos de la corona británica.
Según DPA, el conflicto entre Argentina -que nunca cesó en su reclamo de soberanía- y el Reino Unido, se avivó después del éxito de unas perforaciones petroleras en las islas, donde empresarios británicos planean extraer en los próximos años grandes cantidades de crudo.
