Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Están aislados en esta sala y en este mundo

En su discurso en la Asamblea General de la ONU, el Canciller cubano dejó claro que persistiremos, con el consenso de nuestro pueblo y en especial el respaldo de la juventud, en la lucha por nuestra independencia, y que guardaremos eterna lealtad al legado de Martí y Fidel

Autores:

Juana Carrasco Martín
Marina Menéndez Quintero
Enrique Milanés León
Leonel Nodal
Marylín Luis Grillo

El canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, expresó ante la Asamblea General de la ONU la vocación soberana de Cuba y su enérgica condena a las declaraciones irrespetuosas, ofensivas e injerencistas proferidas momentos antes allí contra la Isla y su Gobierno por la embajadora de EE. UU., Nikki Haley, al tiempo que denunció la aviesa política de Donald Trump contra la Isla y rememoró los antecedentes históricos de un conflicto que tiene su base en los apetitos del Norte sobre nuestro país.

Rodríguez Parrilla ratificó en sus palabras que el pueblo cubano no renunciará a construir una nación soberana, independiente, socialista, próspera y sostenible, y denunció el retroceso, justificado en la mentira, que ha significado la política del presidente Donald Trump para las relaciones bilaterales, así como el carácter criminal del bloqueo, en violación de las leyes internacionales.

Un flagranre violador de los Derechos Humanos 

Al iniciar su intervención, Rodríguez Parrilla recordó a la Embajadora de EE. UU. que ese país, donde se cometen flagrantes violaciones de los derechos humanos que suscitan profunda preocupación de la comunidad internacional, no tiene autoridad moral para criticar a Cuba, país pequeño, solidario, noble, trabajador y amistoso, de amplia y reconocida trayectoria internacional.

Habla ella, continuó el Ministro, a nombre del jefe de un imperio responsable de la mayor parte de las guerras que se libran hoy en el planeta, que asesina inocentes y es el factor decisivo de inestabilidad mundial al tiempo que amenaza la paz y la seguridad internacional, pisoteando el Derecho Internacional y la Carta de la ONU, que cínicamente ella invocó, dijo.

No han sido 55 años, se equivoca en su primera frase, le replicó Parrilla a la Embajadora de EE. UU. Ha sido más de un siglo el tiempo transcurrido desde el origen de los hechos que hoy se discuten.

Ella miente. Usa el mismo estilo que prevalece hoy en la política estadounidense. Ha usado una frase, supuestamente atribuyendo a una fuente cubana, una afirmación sobre la llamada Crisis de Octubre de la cual le invito a que diga su fuente, su autor, que presente evidencia. Parece un tuit de los que proliferan en este país en estos tiempos de odio, división y política sucia, señaló el Canciller, premiado con aplausos del plenario.

Trump y la misma vieja política

Al triunfo de la Revolución Cubana —dijo, retomando el curso de la historia— el Gobierno de EE. UU. fijó como objetivo el «cambio de régimen»: no es nueva la política enunciada por el presidente Trump el 16 de junio. Es, sentenció, la misma vieja política anclada en el pasado.

Ha hablado de la Crisis de Octubre —comentó Rodríguez Parrilla en torno a las aseveraciones de Haley—, se habla en estos días del asesinato del presidente John F. Kennedy, la desclasificación de documentos… Ha sido ocultada al pueblo de Estados Unidos la verdad por demasiado tiempo. Desclasifíquese todo, demandó, y sentenció: ha sido una historia de mentiras y agresiones.

El Canciller cubano recordó operaciones de la CIA para derrocar al Gobierno cubano y apuntó hablar por su pueblo y por los que no pueden llamar al presidente Trump y a la Embajadora de EE. UU. por sus nombres, pero sienten y piensan como él.

Al menos ella ha reconocido el absoluto aislamiento de EE. UU. en esta sala y en este mundo. Junto a la agresión militar, recordó, vino la fabricación de pretextos, los planes de invasión directa, medidas de asfixia económica, terrorismo de Estado y subversión, siguiendo al memorando estadounidense de 1960 que dicta provocar el desaliento mediante la insatisfacción económica y la penuria para generar hambre, desesperación y el derrocamiento del Gobierno. Para ello fue creado el bloqueo, argumentó.

Una violación de los Derechos Humanos

Al recordar los anuncios de diciembre de 2014 de los presidentes Raúl Castro y Barack Obama, Rodríguez Parrilla rememoró que el mandatario estadounidense calificó esta política contra Cuba como un fracaso, algo obsoleto, causante de daños al pueblo cubano y de aislamiento al Gobierno de EE. UU., pero que nunca se reconoció al bloqueo como una violación flagrante, sistemática y masiva de los derechos humanos de los cubanos.

Obama declaró entonces su decisión de emplear las facultades ejecutivas y trabajar con el Congreso para levantar el bloqueo, aunque este se mantuvo en lo fundamental. Reflejo de esa voluntad de atenuarlo fue el voto en abstención de EE. UU. en el debate de la Asamblea General sobre el proyecto de resolución cubano contra el bloqueo en 2016, algo sobre lo cual Nikki Haley acaba de burlarse, remarcó.

El 16 de junio el presidente Trump proclamó al bloqueo como eje fundamental de su política anticubana y anunció medidas para su endurecimiento, en lo que el Canciller cubano calificó como un discurso anticuado y hostil propio de la guerra fría. Hoy se ha escuchado su caja de resonancia, sentenció.

Trump no tiene autoridad moral para cuestionar a Cuba, aseveró el Ministro, quien dijo que aquel preside un Gobierno de millonarios destinado a tomar medidas contra los pobres, las minorías e inmigrantes y que alienta el odio y la división, pregona peligrosamente el excepcionalismo y el supremacismo que provocará más violencia. Ignora a sus electores, pues dos tercios de los estadounidenses apoyan el fin del bloqueo, afirmó.

La política anunciada, denunció, se propone retrotraer las relaciones bilaterales para satisfacer a círculos extremistas y a un pequeño grupo de origen cubano en La Florida. En las últimas semanas, dijo, el presidente Trump ha dicho en cuatro ocasiones que su Gobierno no levantará el bloqueo a Cuba a menos que esta realice cambios en su ordenamiento interno.

Cuba jamás aceptará condicionamientos e imposiciones, y le recordamos a Trump y a su Embajadora que este enfoque,  aplicado por sus predecesores, nunca ha funcionado ni va a funcionar.

Recientemente, con el pretexto de afecciones a la salud de sus diplomáticos, sin evidencia sobre su causa y origen, EE. UU. adoptó nuevas medidas políticas contra Cuba que profundizan el bloqueo y afectan las relaciones bilaterales.

Entre ellas, suspendió la emisión de visas a viajeros y emigrantes en su consulado en La Habana, lo que perjudica el derecho de sus ciudadanos de viajar a Cuba y a los de la Isla a visitar a EE. UU. como han hecho más de 163 000 cubanos este año, al tiempo que dificulta la reunificación familiar de otros, a tenor con el acuerdo de otorgar no menos de 20 000 visas anuales a cubanos para ir a Estados Unidos.

Las anunciadas entrevistas a cubanos encarecerán los trámites —advirtió— y los hará inviables para buena parte de ellos. ¿Dónde están sus derechos en el discurso de Estados Unidos?, preguntó.

El Ministro alertó que mediante la injustificada expulsión del personal del consulado cubano en Washington se ha limitado su capacidad para proveer servicios a los viajeros estadounidenses y cubanos residentes en EE. UU., quienes tienen absoluto derecho a relacionarse con su nación.

Además, denunció la reducción del personal de nuestra Embajada de manera infundada, lo que ha provocado el desmantelamiento de su oficina económica comercial con el avieso propósito de privar de interlocutor al sector empresarial de EE. UU., interesado en explorar oportunidades de negocios aun dentro del bloqueo.

Bruno recordó la idea de Raúl de que Cuba y EE. UU. pueden cooperar y convivir respetando las diferencias y promoviendo lo que beneficie a ambos países y pueblos, pero no puede esperarse que para ello realice concesiones a costa de su soberanía e independencia, de sus principios, o que acepte condicionamientos, como no lo hemos hecho nunca.

Los daños del bloqueo

El Canciller cubano calificó al bloqueo como el mayor obstáculo para el desarrollo del país y el plan en consonancia con la Agenda 2030 de la ONU. Al respecto, mencionó en la Asamblea General de la ONU ejemplos de cómo el bloqueo de Estados Unidos ha afectado en el último año el sensible sector de la salud en la Isla.

Rodríguez Parrilla agradeció a todos los Gobiernos, pueblos, parlamentos, fuerzas políticas, movimientos sociales, representantes de la sociedad civil y organizaciones internacionales que, «año por año, nos han apoyado».

Igualmente, expresó gratitud a la amplia mayoría del pueblo estadounidense, por su apoyo. «Ofende a la conciencia de la humanidad que la Embajadora de  Estados Unidos se haya referido de esa manera injerencista e inaceptable al Gobierno Bolivariano de Venezuela. Ofende al heroico pueblo venezolano, a su unión cívico-militar, al Gobierno bolivariano chavista de Maduro», dijo antes de sentenciar que el Gobierno de Estados Unidos miente cuando declara a Venezuela como una amenaza a su seguridad nacional. Venezuela es, curiosamente, recordó el canciller, la primera reserva certificada de hidrocarburos del planeta.

El jefe diplomático cubano refirió la sentencia de Simón Bolívar de que «los Estados Unidos parecen destinados por la providencia a plagar de miserias la América en nombre de la libertad», y le acotó a la Embajadora de Estados Unidos que le respondía con palabras de El Libertador.

Además, comentó que Cuba está ahora en un limpio proceso electoral en el que no se compran escaños ni hay campañas donde manda el dinero, no se manipula la voluntad de los electores, no se atizan la división ni el odio.

Persistiremos, con el consenso de nuestro pueblo y en especial el respaldo de la juventud, en la lucha por nuestra independencia, por la que han caído decenas de miles de cubanos y hemos corrido los mayores riesgos, como en Girón. Guardaremos eterna lealtad al legado de Martí y Fidel, afirmó.

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.