En esta edición le proponemos la letra del tema Mi querido viejo, de la autoría del popular cantante y de Yaliesky Zaldívar, uno de los ganadores de la última temporada del programa Sonando en Cuba
Juan Guillermo Almeida González, más conocido como JG, nació en mayo de 1987 en La Habana. Se graduó en 2010 como licenciado en Derecho en la Universidad dHabana. Se graduó en 2010 como licenciado en Derecho en la Universidad de La Habana.
Tras una formación empírica y guiado por su padre, el Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, se inició en el mundo musical en 2006 como parte del coro del grupo Gente de Zona.
Fue en 2009 que creó su propia agrupación, JG y su grupo, con el propósito de defender la música popular bailable. Su primer disco, llamado Empezar de cero, llegó en 2010. Contaba con 12 temas, entre los que se incluían: Tu vida loca y Me enloqueció. En 2014 dio a conocer Que no me controlen, que contenía éxitos como Que no que no y Suena como se ve. En 2019 publicará Hasta que salga el sol, producción discográfica en preparación, donde aparecerán las colaboraciones de Alexander Abreu, El Niño y la Verdad, y Adalberto Álvarez. Sus temas y videos musicales han llegado a colocarse en los primeros lugares de las listas de éxitos de nuestras emisoras radiales y de televisión. Ha compartido la escena con artistas de la talla de Cándido Fabré, Qva Libre, Kelvis Ochoa, Osvaldo Montero y Laritza Bacallao. En este 2018 escribió junto a Yaliesky Zaldívar, uno de los ganadores del programa Sonando en Cuba, el tema Mi querido viejo, una canción por el noveno aniversario del fallecimiento de su padre, que constituye hoy nuestra propuesta en ¡De impacto!
Muchos quizá no comprendan,/ lo tanto que puedo extrañarte,/ será porque te vieron vestido de verde/ yo te vi vestido de padre.
Muchos quizá nunca sepan,/ que tu ausencia me tortura/ y que tu mayor herencia no fue una fortuna.
Tú me enseñaste a brindar,/ también a recibir,/ me enseñaste a llorar,/ también a reír,/ me quedó tanto que aprender de ti,/ que todavía, todavía, puedo escuchar tus consejos,/ sentir tu mano en mi hombro, mi querido viejo,/ todavía, todavía, siento un abrazo,/ un beso tibio,/ cuando escucho La Lupe en la garganta de un niño.
Tú me enseñaste a tener el coraje de aquellos que nunca se rinden./ Me enseñaste la grandeza de ser humilde./ Si hoy soy buen hijo,/ buen padre,/ buen esposo/ y buen amigo,/ no me lo enseñó la vida,/ lo aprendí contigo.
Tú me enseñaste a brindar,/ también a recibir,/ me enseñaste a llorar,/ también a reír, ¡ay!/ Me quedó tanto que aprender de ti,/ que todavía, todavía, puedo escuchar tus consejos,/ sentir tu mano en mi hombro, mi querido viejo.
Ya tu Juancito creció y aunque tu ausencia con todo arrasa,/ tal y como lo querías se convirtió en el hombre de la casa.
Ahora canto pero no imaginas cómo paso las noches en vela diciéndome: ojalá,/ ojalá que mi padre me viera.
Todavía, todavía, siento un abrazo, un beso tibio cuando escucho La Lupe en la garganta de un niño (se repite dos veces).
