Se llama útero tabicado o septo al órgano que está dividido en dos cavidades, separadas por un tabique anómalo formado en la etapa embrionaria, cuando los conductos mullerianos se unen para formar el útero, las trompas de Falopio y la parte superior de la vagina.
Esta es una de las malformaciones uterinas más frecuentes (33 por ciento), y como las cavidades quedan tan pequeñas puede causar infertilidad, abortos espontáneos, partos prematuros y muerte fetal. Solo el cinco o diez por ciento de los embarazos en esas condiciones pueden llegar a término, y con criterio de cesárea.
La corrección quirúrgica se hace con buenos resultados en la mayoría de los casos, y las posibilidades de éxito en el embarazo aumentan hasta el 80 o 90 por ciento.
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