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Al fin el subsidio

Parece que con este tercer capítulo va a cerrarse exitosamente el caso crítico de Nidia Almenares Sánchez en el poblado de Chile, municipio santiaguero San Luis, reseñado aquí el pasado 10 de septiembre: Nidia, madre de una familia de cinco personas, todos con diferentes enfermedades, pero la más vulnerable una hija postrada en cama.

Se mudaron para Chile porque les asignaron un solar, el cual Nidia está pagando. Allí hizo una casita temporal de madera, con licencia de construcción y todos en regla. Pero han pasado 12 años y la casita está crítica, virada al punto de que no se pueden cerrar de golpe puerta y ventanas. Se filtra y moja. La madera podrida. Y Nidia esperando un subsidio para levantar algo decoroso.

Había ido varias veces a la Dirección de Vivienda y al Gobierno en el municipio. Todos aseguraban que era el caso más crítico. Pero nada se hacía. Escribió al Partido en Santiago y su caso fue remitido a San Luis. Visitó en tres ocasiones el Gobierno municipal, y no aparecía su carta. A la cuarta vez le dijeron que la tenía la Vicepresidenta del Poder Popular, quien fue a su casa y le anunció que la visitaría la trabajadora social. Y nada. Pasó el tiempo, hasta que Nidia, allí en su choza, decidió escribir a esta columna.

El 24 de septiembre, reseñé la respuesta de Yasmín Tortoza, presidenta del Gobierno en San Luis: ella, junto a otros funcionarios locales, visitó la casa de Nidia y confirmó la crítica situación.

Añadió que Nidia había sido atendida por la vicepresidenta, quien le orientó sobre el procedimiento para otorgarle el subsidio, y le afirmó que el suyo estaba en las prioridades a aprobar en el próximo otorgamiento. Y concluía catalogando el caso «solucionado en parte», y la queja «con razón en parte».

Entonces, agradecí la respuesta, pero señalé que la historia merecía un análisis crítico más integral, dado que asunto tan grave data de 12 años, y sin solución a pesar de las gestiones de Nidia. Y rebatí la afirmación de Yazmín de que el problema fue solucionado en parte, pues Nidia aún debía esperar la aprobación de su subsidio.

También cuestioné que Yazmín calificara «con razón en parte» la queja de Nidia: «¿Cuál es la parte en que no tiene razón una familia vulnerable, que tanto ha esperado por el subsidio para convertir la maltrecha casucha de madera en algo mínimamente digno y habitable?», afirmé.

Y ahora llega una segunda carta de la presidenta de la Asamblea Municipal del Poder Popular de San Luis, en la cual manifiesta que el 24 de septiembre le fue aprobado a Nidia el otorgamiento de un subsidio por 85 000 CUP. Y al final afirma: «El caso queda solucionado, la queja queda con razón y Nidia muestra conformidad».

En proceso...moroso

Las leyes y normativas  se hacen respetar en la medida en que se cumplan; bien lo saben Minnely Hernández del Rosario y Luis Sebastián Delgado Hernández, la pareja de abuelos que cedió a favor de sus nietos, menores de edad, la azotea de su casa en Ismael Saure Conde 72, entre Pancho Jiménez y San Félix, en la ciudad de Sancti Spíritus.

Refieren que el 12 de diciembre de 2018, en la Dirección Municipal de Planificación Física (DMPF), presentaron el trámite de cesión a los nietos, representados por la mamá de estos.

«Según el Decreto 322/2014, Resolución 54/14 del Instituto de Planificación Física, afirman, se establece un término legal de  respuesta para estos casos de 60 días hábiles: 30 para la Dirección Municipal de Planificación Física y 30 para la Dirección Provincial.

«Y la mamá de los niños ha dado todas las carreras visitando esa institución todos los meses hasta dos veces al mes. Y hasta ahora la única respuesta que saben dar es que el expediente está en proceso».

«Si ya han transcurrido diez meses de dos, que es el término legal, ¿hasta cuándo nos van a maltratar y a violar nuestros derechos ciudadanos a recibir en tiempo nuestros trámites?» concluyen los abuelos.

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