La tecla del duende
Una calle del municipio de Centro Habana me recuerda siempre que el camino prosigue, que las batallas no se resuelven con la primera escaramuza, que las armas no se entregan sin combatir. Esa calle, sin embargo, no es muy extensa. Está acotada por Neptuno y Malecón, es decir, seis cuadras de longitud. Una vez estuvo concebida como calle Parque Deportiva, pero el interés de algunos por aparcar sus autos fue eliminando el espacio a la práctica de actividades recreativas.
La calle Perseverancia está en el camino quizá para recordarnos esa cualidad, definida por el diccionario como «firmeza y constancia en la manera de ser u obrar». Cualidad que no se encuentra en la calle, o en el mapa. Es una virtud que se cultiva y que requiere en no pocas ocasiones el apoyo de nuestros familiares y amigos.
Hay que saber levantarse ante una caída, porque siempre está el riesgo de caer. Hay que aprender del fracaso para hacerlo mejor. Y debemos tener fe en nosotros mismos para salir adelante, aun cuando las lecturas de otro y alguna que otra visión propia nos diga que se terminó.
¿Eres perseverante? Eres uno de los nuestros, de los que leen esta columna y se reúnen para soñar realidades y para realizar sueños. Recibe el abrazo de nuestro espacio y cuenta con nosotros, los que en cualquier sitio del mundo te alentaremos para continuar, si aparentemente todo ha terminado.
En Santa Clara hubo tertulia de ocurrentes reportada por Lillicsy: Llegó otro primer sábado y la tertulia de la Tecla del Duende se reunió en la galería provincial para un nuevo encuentro con el tema Las toxinas de la casa, de la mente y el desapego que debemos poner en práctica para lograr bienestar y felicidad en nuestra vida. Tuvimos la presencia de Marcia Tandrón, que nos deleitó con sus interpretaciones y así festejamos el cumpleaños colectivo. Como idea final llegamos al consenso de que a medida en que limpiamos nuestra casa física, también colocamos orden a nuestra mente y corazón.
Las tecleras espirituanas también se reunieron; espere más detalles la próxima semana.
Tras escalar una gran colina, uno solo encuentra que hay muchas más colinas que escalar. Nelson Mandela
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