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Nuestro público no es pasivo. Tiene voz y presencia. Son personas instruidas cultural y políticamente. Se impone entonces hacer un periodismo que se parezca a nuestro pueblo y a sus dilemas.
Esta fue la línea que marcó las numerosas reflexiones en el VIII Festival Nacional de la Prensa Escrita, que se desarrolla en el Palacio de las Convenciones, con la participación de profesionales de la prensa de todo el país.
La eficacia comunicativa de la prensa escrita cubana fue el panel que abrió las puertas al debate en plenaria de la primera sesión de trabajo. Dentro del gran tema la intencionalidad del mensaje, la relación entre política editorial y perfil de las publicaciones, así como la presencia de los lectores en estos dieron pie a profundas reflexiones acerca del camino andado y por transitar.
El periodista Julio García Luis refirió que la política editorial debe lograr el perfil propio de la publicación: lo cual supone que los periodistas y ejecutivos la diseñen, evalúen y controlen, apoyándose en el vínculo directo con los lectores.
Según Ariel Terrero, no se puede perder de vista que escribimos para personas con reclamos muy altos, en términos informativos, estéticos, educacionales y políticos.
«Escribimos para alguien que exige algo más que la consigna o la nota preparada con el cuidado que exige la papilla para adultos».
Por ello, refiere Ariel, la prensa escrita debe avanzar más desde su lenguaje mayormente expositivo o descriptivo, hacia uno más analítico y argumentativo, en que cada razón tenga como sustento el dato preciso, la abundancia de información, enfoques y evaluaciones.
La experiencia de JR en su vínculo con los lectores fue expuesta por la especialista Sara Cotarelo. La toma en consideración de los criterios del público a la hora de diseñar el perfil editorial del periódico, y para buscar las aristas más atractivas según sus propios criterios fueron algunos de los temas reseñados en el debate.
Sin embargo, más allá de los hechos, los profesionales de la prensa expresaron sus inconformidades. Esas que nos llevan a que en ocasiones una publicación se parezca a otra, falten argumentaciones a la hora de presentar un tema, o simplemente el mensaje no sea lo suficientemente efectivo, porque nos convertimos en divulgadores de instituciones y organismos, sin pasar por el tamiz de la opinión personal de quien escribe.
El desafío es grande para la prensa cubana, apuntaba un colega. Porque debe ser tan grande e inspiradora como nuestra Revolución. Convertirse en referente de la prensa alternativa y revolucionaria mundial. Esa es una meta que debe atormentar a todos, que nos haga ser más atrevidos y romper techos que muchas veces nos hemos impuesto nosotros mismos, o aquellos que establecen algunas instituciones.
También los delegados participaron en tres talleres, donde abordaron temas de gran actualidad: la utilización de Internet como fuente para la prensa, recursos para un mejor diseño y la medición del trabajo periodístico.
Los participantes pudieron conocer detalles sobre la señal ACN, proyecto desarrollado por la Agencia de Información Nacional (AIN), a través del cual se transmiten en formato digital, las 24 horas, noticias en textos continuos para ser leídos en pantalla.
La génesis de esta idea es llevar los periódicos a la pantalla de TV, de manera que los cooperantes cubanos en Venezuela puedan acceder así a la prensa.
También fue presentada, para beneplácito de los periodistas, la multimedia Pasión fecunda. Elaborado por el Centro de Información para la Prensa, el soporte recoge textos, videos y fotos de discursos del Comandante en Jefe Fidel Castro, sin dudas material fundamental para el trabajo de los medios.
Hoy se entregarán los Premios del Festival en las diversas categorías y se realizará un panel sobre calidad y alcance del periodismo digital cubano.
