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El movimiento deportivo cubano hizo un llamado en ese sentido mediante un documento dado a conocer por el recordista mundial en salto de altura al aire libre y bajo techo, Javier Sotomayor
La convicción de un pueblo cada vez más respaldado por la comunidad internacional reafirma con más fuerza cada día la necesidad de darle nocao a ese engendro del imperio.
Nadie se puede cruzar de brazos ante tanta ignominia. Así, el movimiento deportivo cubano hizo un llamado en ese sentido mediante un enjundioso documento dado a conocer por Javier Sotomayor, dueño de los primados mundiales en salto de altura al aire libre y bajo techo.
Los tentáculos del bloqueo lo mismo han hecho mella a la hora de adquirir implementos o medios auxiliares, que han imposibilitado acceder a equipamientos o productos para nuestro Laboratorio Antidopaje.
La medida vigente durante casi medio siglo ha cercenado la presencia de atletas y directivos cubanos en eventos organizados en Estados Unidos.
Sotomayor aseveró: «los deportistas cubanos hemos enfrentado estas y otras acciones del Gobierno de EE.UU., asumiendo con dignidad y patriotismo los retos que nos han impuesto».
El también monarca olímpico puso como ejemplo que solo en la adquisición de dos trampolines y dos bases para la preparación de los clavadistas olímpicos debieron erogarse más de 23 600 dólares por encima del precio vigente.
Asimismo denunció que la medicina deportiva cubana reportó afectaciones cercanas al medio millón de dólares por concepto de equipamiento fuera de servicio y falta de piezas de repuesto.
Revela el documento cómo la compra de cuatro pizarras de judo con vistas a la preparación del equipo olímpico cubano fue cancelada después de estar listo su embarque, al conocerse que el destino final era Cuba.
El mundo no se cruzará de brazos. La fuerza de la solidaridad retumbará en la ONU cuando David siente a Goliat en el banquillo de los acusados.
