A ustedes, que junto a las madres cubanas comparten el deber de educar a las nuevas generaciones como seres humanos despojados de egoísmo, dotados de la sensibilidad, de los sentimientos patrióticos, de la ternura, de la riqueza espiritual que hace a mujeres y a hombres más capaces, más creativos, más productivos, más libres.
A los padres que a lo largo de estos 50 años de Revolución han permanecido firmes e inclaudicables en la primera trinchera de combate, para asegurar el futuro de la Patria Socialista; que es también, asegurar el porvenir y la felicidad de nuestros hijos e hijas.
A los más jóvenes que descubren la maravilla de ser papá y asumen el reto de enfrentar la paternidad de manera más responsable y activa.
A los que cumplen honrosas misiones internacionalistas en tierras lejanas y no recibirán el abrazo anhelado de sus seres más queridos; aunque los animará el orgullo de saberse imprescindibles.
En especial, a nuestros Cinco Héroes prisioneros del Imperio, por los genuinos valores que caracterizan su conducta, porque su ejemplo sintetiza la filosofía de lucha del pueblo cubano, por su derroche de dignidad y patriotismo, imbatibles como la Revolución misma.
A todos, nuestro homenaje sincero. Ustedes son también protagonistas de la vida, constructores de sueños y esperanzas. Que nada les impida cultivar el amor, desbordar la ternura, inculcar en los nuevos retoños los valores que defendemos en la sociedad más justa y democrática que hemos ido construyendo, hombres y mujeres, pilares en la familia y en el trabajo, para crear la riqueza colectiva y disfrutar lo que juntos construimos.
Reciban el abrazo fraterno de las mujeres cubanas.
Secretariado Nacional de la Federación de Mujeres Cubanas
