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SANTIAGO DE CUBA.— Fue como volver a nacer en tiempos románticos y fundacionales. Otra vez la avioneta sobrevoló las montañas para dejar caer el bulto de tinta fresca, que rostros imberbes hacían llegar a pie, a caballo o como fuera hasta las estructuras juveniles.
De nuevo el mensaje impreso ardió, avivando y acompañando jornadas de polémica, estudio y aporte en tiempos de alzados, cinco picos, movilizaciones, fervor revolucionario, rigor y poesía transformadora.
Jóvenes guajiritos, convocados por el periódico, otra vez se vieron llegar a La Habana, con la maleta de madera a cuestas, para desde la escuela de corresponsales de Juventud Rebelde, formarse como los periodistas que luego nutrirían los medios de prensa de la antigua provincia de Oriente.
Así, reverenciando las raíces para hacer más fuerte el tronco actual, un grupo de antiguos dirigentes de la Asociación de Jóvenes Rebeldes (AJR) y la UJC, convocaron a periodistas en activo y estudiantes de la especialidad para rendir tributo al aniversario 45 de la creación del Diario de la Juventud Cubana, este 21 de octubre.
Porque desde su mismo nacimiento JR ha estado ligado al devenir del movimiento juvenil cubano, integrado en una sola organización el 21 de octubre de 1960, hará dentro de poco medio siglo. Entre anécdotas y evocaciones se reverenció también la rica historia de la UJC, y se hizo patente la necesidad de rescatarla y amplificarla como espada de magnífico filo ante los dilemas actuales.
A pesar de la intensa lluvia, la sede santiaguera de la Unión de Periodistas de Cuba fue inmensa. Con su ayer glorioso como el mejor acicate, el Diario de la Juventud Cubana se empinó por un futuro mejor, siempre al lado de los nuevos y sus retos.
