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La confianza que «alimenta» a Cecilia

En el hospital pediátrico de Holguín salvaron a la niña granmense de complicaciones mayores, luego de ingerir una sustancia tóxica

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En su inquieta inocencia, desconocedora del peligro, Cecilia de la Caridad Castillo tomó una sustancia tóxica que le quemó las paredes del tubo digestivo. A partir de ese instante y hasta hoy, con 12 años recién cumplidos, no ha podido ingerir alimentos como todos los niños de su edad. «Toda mi alimentación es líquida. Por eso como con tanto gusto el puré que me hacen mi mamá y mi abuela».

El hospital pediátrico Octavio de la Concepción de la Pedraja, en la provincia de Holguín, acogió a esta granmense y la salvó de mayores complicaciones médicas. «Después de hacerme muchas pruebas comenzaron a realizarme operaciones, de las cuales he salido bien, pero me he sometido a 11 y todavía tienen que hacerme otra, aunque no me dará mucho miedo porque me permitirá finalmente alimentarme como todos las personas».

Sin embargo, las huellas del accidente nunca le han borrado la sonrisa de su rostro. Cecilia se siente muy feliz. Nunca le ha faltado optimismo frente a los desafíos que le ha impuesto la vida. Ha sido reconocida por sus méritos como pionera en la secundaria básica William Soler, del municipio de Jiguaní, en la provincia de Granma.

«Estoy satisfecha con la formación que me han dado mis maestros, el apoyo de mis amigos, los vecinos y, sobre todo, los médicos. ¿Usted se imagina si yo viviera en otro país cuánto me cobrarían por las operaciones que me han hecho? Eso es algo que mi familia y yo siempre vamos a agradecer a Fidel y a la Revolución.

«Desde pequeña he participado en varios concursos: De donde crece la palma, Trasagua, Leer a Martí, Sabe más quien lee más. Ahora resulté ganadora en el concurso nacional Amigos de las FAR».

Entre todas sus experiencias, Cecilia comenta que la más bella fue representar el pasado año a los pioneros de Granma en la Asamblea Nacional 55 aniversario. «Ese momento fue único. Pude hablar en el Palacio de la Convenciones. Allí emocioné a muchos porque tuve la posibilidad de contarles lo que me ocurrió y de cómo había sabido seguir adelante».

Actualmente, la niña está en séptimo grado y es jefa de actividades de su escuela. «Me llevo bien con todos los niños. Para mí lo principal es ser amiga de todos».

Cecilia ha tenido responsabilidades en la Organización de Pioneros José Martí desde que cursó sus estudios primarios.

Hoy es locutora de las revistas infantiles en la radio de su natal Jiguaní, aunque afirma que desea ser médico.

«Por lo que me pasó yo quisiera convertirme en una cirujana pediátrica para salvar a quienes les haya pasado lo mismo que a mí, aunque espero que no le pase a ninguno. Quiero salvar vidas como lo hicieron un día con la mía. Le digo a todos los niños que están en un hospital luchando por vivir que confíen en los médicos cubanos, que ellos siempre buscan la manera de salvarnos y nos acogen como si fuéramos sus hijos».

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