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Cuba y sus maestros levantan las banderas para hacer la educación que demanda el siglo XXI, caracterizada por la contribución y construcción de la sociedad y por el beneficio de todos, en especial de las más jóvenes generaciones, lo que demuestra que el legado de los padres fundadores de la Pedagogía cubana está vivo.
La afirmación la hizo este viernes la Doctora Silvia Navarro Quintero, directora general del Instituto Central de Ciencias Pedagógicas (ICCP), al pronunciar las palabras de clausura del 1er. Congreso Internacional Ciencia y Educación, que durante la semana sesionó en el Palacio de Convenciones de La Habana.
En otro momento de la jornada el Ministerio de Desarrollo Social de Panamá reconoció los diez años de cooperación con el Ministerio de Educación de Cuba, consistente en la aplicación del programa de alfabetización Yo, sí puedo. El reconocimiento fue entregado por Clariza Marciaga, directora del Proyecto de Alfabetización en el país istmeño, a Rolando Forneiro, viceministro cubano de Educación.
Igualmente el Consejo Mundial de Académicos e Investigadores Universitarios (Comau) entregó un reconocimiento al ICCP, mientras la Junta de Acreditación Nacional confirió la categoría de excelencia al programa de maestría en Educación Especial.
La Doctora Ulrije Haneman, investigadora del Instituto de Aprendizaje a lo largo de toda la vida, de Alemania, destacó el alto nivel y profesionalidad del Congreso, en el cual los más de 300 delegados de 16 países debatieron una amplia diversidad de temas sobre distintos niveles e intereses educativos.
