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¿Dónde dormir en La Habana?

Desde 2014 casas, hoteles y otros inmuebles que eran hospedajes propios de organismos y entidades se abrieron al público, incluso con la posibilidad de brindar el servicio de alojamiento por horas. Sin embargo, esta última modalidad no ha podido concretarse en el caso de la capital

Autor:

Iviani Padín Geroy

Para los residentes en otras provincias del país resulta sumamente complejo pasarse unos días en La Habana, o viceversa. Viajes por trabajo, vacaciones o enfermedad se complican debido a la poca disponibilidad de instalaciones estatales rentables donde hospedarse. Sin embargo, no pocos pensaron que a partir de julio de 2014, con la entrada en vigor del Acuerdo No. 7561 del Consejo de Ministros, que estableció la nueva política de alojamiento en el país, el problema se resolvería.

En ese entonces casas, hoteles y otros inmuebles, que eran alojamientos propios de organismos y entidades, la mayoría de estos para dar albergue por cuestiones de trabajo, fueron abiertos al público, en La Habana y en el resto de las provincias, con un confort aceptable y precios que están entre los menos caros del país, si se comparan con las instalaciones turísticas tradicionales y los hospedajes del cuentapropismo.

El camino abierto en tiempos de actualización económica daba la posibilidad de ofrecer incluso el servicio de alojamiento por las horas que el cliente solicite, sin tener necesariamente que realizar una pernoctación. Para ello se establecieron las llamadas Casas de tránsito. ¿Ha tenido resultado esta última experiencia? Desde La Habana, Juventud Rebelde se acerca al tema.

Según Alfonso Muñoz Chang, director de la Empresa Provincial de Alojamiento de La Habana, en el caso de la capital «fueron asignadas varias instalaciones, casas de descanso y hoteles que pertenecían a los Organismos de la Administración Central del Estado, de los cuales se destinaron varios al descanso y la recreación y un total de siete para el alojamiento por horas.

«La elección de los inmuebles que se remodelarían para la prestación del demandado servicio estuvo a cargo de un grupo temporal de trabajo, quienes valoraron minuciosamente las características de estas instalaciones», contó el directivo.

Sin embargo, de estas siete instalaciones elegidas, solo dos —una ubicada en Vento y Santa Catalina y otra en Monteverde— cumplían los requisitos establecidos en la Resolución número 137 del Ministerio de Comercio Interior (Mincin), de fecha 15 de julio de 2014, en la que se aprueba el reglamento del sistema de    alojamiento en casas, hoteles y otros inmuebles, y la cual fue actualizada en 2017.

«Para poder dar el servicio de alojamiento por horas cada habitación debe tener un baño propio, pues resulta incómodo compartir espacios comunes y se pierde el sentido de la privacidad. También se requiere determinado confort: aire acondicionado, refrigerador, agua fría y caliente», precisó Muñoz Chang.

Atraso constructivo en Vento

El 3 de julio de 2017, el periodista Gabino Manguela publicó un artículo en el semanario Trabajadores, en el que se informaba sobre las labores constructivas en el entonces llamado hotel Vento. La obra, que debía reinaugurarse a finales de ese año, estuvo detenida durante meses, y aquellos a quienes les emocionaba la noticia quedaron sin explicación.

«Teníamos prevista la reapertura para el año pasado; pero luego del paso del huracán Irma tuvimos que parar la obra por la carencia de materiales de construcción, pues los existentes se destinaron a necesidades primarias como la reconstrucción de viviendas.

«También la obra se detuvo porque no habíamos podido conseguir la carpintería de aluminio. Hemos tenido que esperar por la fuerza de trabajo, una cooperativa contratada, que al paralizarse esta obra se movió hacia otras. Aún no tenemos una fecha para la apertura, aunque confiamos en terminarla en aproximadamente un mes», declaró el Director de la Empresa Provincial de Alojamiento.

Destacó además que el término posada no se corresponde con el servicio que se ofrecerá. «Aunque se brindará estancia por horas, también será posible el alquiler por días, tanto para personas jurídicas como naturales. Tendrá la modalidad de descanso,  recreación o asuntos de trabajo».

El esperado servicio

«Primero solo estaba concebido el alojamiento, pero luego fuimos añadiendo otros servicios para satisfacer las expectativas de los clientes. Pensamos incorporar un área de parrillada y otros servicios gastronómicos, así como la mejora, no solo de la instalación, sino también del entorno en que está insertada», dijo.

Se ha ido avanzando. «Cambiamos la baranda metálica lateral que estaba deteriorada, ya que es esencial para que no existan accidentes asociados al barranco de esa esquina. Igualmente, en la parte que da para la entrada de la  Vía Blanca, se cambiarán las fachadas de las viviendas que colindan con la instalación. Ese es el aporte que hace la empresa al entorno desde lo estético.

«Hemos tenido muy en cuenta el entorno. Cerca de la entrada había un vertedero y decidimos hacer la puerta por ahí, no solo para ganar en visibilidad, sino también para impedir que los vecinos viertan allí los desechos», apuntó Muñoz Chang.

Luego de la reapertura continuará la mejora en la instalación. «Se abrirá un servicio de parrillada independientemente del restaurante interno que ya tiene, y en una segunda etapa vamos a hacer un área climatizada para ofrecer servicios gastronómicos de mayor categoría», agregó.

El precio a pagar por una de las 16 habitaciones de este lugar  ahora llamado El Espacio —cada una con baño, climatización, televisor y refrigerador o minibar— aún no se ha definido. «La idea  es ofrecer una nueva opción para que los clientes puedan elegir según su conveniencia en cuanto a costo y calidad», comentó el Director de la Empresa Provincial de Alojamiento.

Proyecciones

En la actualidad también se remodela Monteverde, hotel situado en la Autopista Nacional, el cual pertenecía a una empresa transportista. «Hasta ahora se han invertido en estas dos obras alrededor de 2,5 millones de pesos en moneda total, los que se han asumido con recursos propios de la empresa. Pero todavía nos falta equipamiento y algunas acciones constructivas», informó Muñoz Chang.

La Habana, expresó, es una de las provincias que en la actualidad tiene menos capacidad de alojamiento, lo que representa una paradoja si tenemos en cuenta que es la de mayor demanda.

Algunos detalles...

—Los precios del servicio de alojamiento se aprueban por los consejos de la Administración provinciales, los jefes de las administraciones de Artemisa, Mayabeque y del municipio especial de Isla de la Juventud, a partir de las regulaciones emitidas por el Ministerio de Finanzas y Precios, teniendo en cuenta la categoría de cada instalación, la calidad, variedad de los servicios y la temporada. Los precios son los mismos, para las personas naturales como jurídicas.

—Las reservaciones se efectúan a través de los burós de información y reservaciones habilitados en el territorio nacional.

—Los establecimientos del Sistema de Alojamiento se clasifican por tipo, y se identifican con las letras siguientes: H: Hotel, A: Aparthotel,     V: Villa, M: Motel, C: Casa de alojamiento, CT: Casa de tránsito y AL: Albergue.

Las casas de alojamiento son los establecimientos donde se ofrece el servicio por un período no inferior a una pernoctación, otrora entendidas como casas de visita.

Las casas de tránsito son los establecimientos donde el servicio se brinda y se cobra por las horas que el cliente solicite, sin tener necesariamente que realizar una pernoctación.

Los albergues son los establecimientos donde el servicio se manifiesta por un período no inferior a una pernoctación cuyas habitaciones poseen cuatro o más camas.

—La comercialización de las capacidades de alojamiento en los establecimientos ubicados en el territorio, se efectúan en los burós de información y reservaciones o en la propia instalación, a excepción de la etapa comprendida de julio a septiembre, donde se realizan solamente en los burós de reservaciones, para garantizar el control de las reservaciones en las vacaciones.

—En cada territorio se define por establecimiento, como mínimo, el 50 por ciento de las capacidades disponibles para la etapa vacacional, en función de las personas naturales.

Fuente: Resolución 137 de 2014, actualizada en 2017.

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