La ley abraza a los animales

Si mis gatos Aladino, Cleo, Libi y tantos otros no hubiesen perdido sus vidas tan prematuramente, y además tuvieran el don de la conciencia que madre natura nos legó a los humanos, estuvieran ronroneando en medio de la noticia que el viernes último alegró a muchísimos cubanos.

Si ellos y todos los animales de este archipiélago supieran que ese día el Consejo de Estado aprobó el Decreto-Ley de Bienestar Animal, seguramente el aire estuviera inundado de ladridos y relinchos. El trinar de las aves y otras señales de vida se oyeran por doquier. Habría una especie de brindis por la salvación al modo de estas criaturas que acompañan al hombre desde tiempos inmemoriales.

Ellos no estaban presentes, pero en la mañana de este sábado amantes de los animales, funcionarios del Ministerio de la Agricultura (Minag) y especialistas que han participado en la elaboración de la Política y la norma de Bienestar Animal, alzaron la copa de la fraternidad para seguir trabajando unidos para que en Cuba los que no tienen «voz» puedan vivir en paz, en un ambiente sano, con la ayuda de los humanos.

En el encuentro, que tuvo por sede el Ministerio de la Agricultura, voces de mucho prestigio, como la de la escritora y animalista Zoila Portuondo Guerra, aclamaron por abolir el egoísmo que se expresa en el especismo y el antropocentrismo.

Con calidez sugirió valorar tendencias más modernas que apuestan hasta por legalizar otro tipo de familias: aquellas que no solo la integran seres unidos por los lazos sanguíneos, sino también afectivos.

Al igual que Roberto Alonso Bosch, presidente de la Sociedad Cubana de Zoología, Portuondo Guerra estimó que la política de esterilización y otros manejos deben aplicarse con respaldo científico para no poner en riesgo el fondo genético que garantiza la existencia de las especies. «La ciencia con el corazón trae conciencia», dijo a esta reportera cuando le pregunté por qué refrendaba lo que comentaba Alonso, y declaró que los defensores de los animales deben ser animados no solo por la pasión, sino que también debe primar la formación para realmente poner en práctica el bienestar animal.

Moderna y atemperada a la Cuba actual

El Decreto-Ley también regula lo referido a los animales de trabajo. Foto: Ismael Francisco.

Orlando Díaz Rodríguez, director jurídico del Minag, recordó que el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, se refirió al Decreto-Ley como moderno, atemperado a la Cuba actual, y resultado del diálogo con la población como fiel reflejo de nuestra democracia socialista.

«Estamos ahora en el proceso de publicación a posteriori de las normas jurídicas. El Decreto-Ley contará con un reglamento que está en un proceso avanzado de elaboración. Y ahora nos enfrascaremos en una etapa de trabajo importante de cara a la implantación de las normas jurídicas, en la cual la participación colectiva es importante», afirmó.

Díaz Rodríguez aseguró que habrá ahora un proceso de capacitación con todos los actores que intervienen en el proceso y recalcó que en esta batalla por el bienestar animal todos contamos y somos responsables.

Se refirió, también, a los antecedentes que han conformado este proceso, entre ellos la Constitución, tanto la de 1976 como la de 2019, de la cual emana la necesidad de promulgar una norma jurídica específica sobre bienestar animal.

Recordó que a partir de los reclamos de la población se incorporó al cronograma legislativo el Decreto-Ley sobre Bienestar Animal, pero siempre ha sido una
voluntad política permanente del Estado, Gobierno y la dirección de la Revolución atender los temas relacionados con esa demanda.

«Tenemos vigente en nuestro ordenamiento jurídico, por ejemplo, la Ley 41 de 1983, que organiza las estructuras en función de la higiene y la epidemiología, también la Ley 81 de 1997 sobre medio ambiente, la cual desarrolla el derecho de disfrutar de un entorno sano en armonía con la naturaleza. Tenemos, además, la Ley 85, o Ley Forestal, que tienen entre sus objetivos la protección de la biodiversidad biológica asociada a los ecosistemas boscosos. También el Decreto-Ley 137 de 1993 referido a la medicina veterinaria, que organiza el servicio de asistencia veterinaria, los regímenes de cuarentena de los animales y los estados de emergencias y alertas sanitario», acotó.

Igualmente, aludió al Decreto-Ley 137 al que recientemente se le sumaron normas complementarias al promulgarse la Resolución 537 del 2020 del Ministro de la Agricultura, la cual constituye su reglamento y es garante de un ejercicio responsable de medicina veterinaria.

Premisas que avalan la norma

El Director Jurídico del Minag subrayó que hay premisas que sustentan este Decreto-Ley, entre estas, la conservación de la biodiversidad así como la cultura general e integral de la población, incluyendo el conocimiento, los valores éticos, la toma de conciencia y el respeto hacia los animales. También se tiene muy en cuenta la necesidad de evitar malos tratos, abusos y crueldad sobre los animales, que son seres sensibles que experimentan dolor y placer y forman parte de la interface: hombre, animal y medio ambiente.

«Por eso el Decreto-Ley acoge conceptos modernos con un enfoque hacia una sola salud, que parte de aspectos que destacan las organizaciones multilaterales de las cuales Cuba es miembro y también signataria», señaló.

El funcionario reconoció que desde el año 2000 en el país se trabaja en un programa de bienestar animal por iniciativa, también, de los veterinarios adscriptos a la Asociación Nacional de Medicina Veterinaria y la Dirección de Sanidad Animal. Además ponderó que Aniplant —Sociedad Protectora de Animales y Plantas—
siempre ha jugado un papel importante en el acompañamiento de esa voluntad.

Explicó que para la elaboración de la política de bienestar animal y las normas jurídicas se constituyó un grupo de trabajo representado por 42 miembros de organismos e instituciones, entre estos, los ministerios de Salud Pública, Ciencia Tecnología y Medio Ambiente, Industria Alimentaria, Educación Superior, la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños.

Reconoció la estrategia comunicacional desplegada; y como parte de ella la divulgación de contenidos relativos al tema en los medios de comunicación, y de manera especial en las redes sociales y la página web del Minag, en la que se ha interactuado con la población y promovido la participación popular, para, entre muchas miradas, elaborar la política y el marco jurídico que beneficie a los animales y a la ciudadanía.

Enfatizó en que entrevistarse de manera presencial con protectores y amantes de los animales ha sido también muy provechoso. Gracias a ese intercambio de opiniones el camino hacia la normativa ha sido muy fértil.

Aseguró que la página web del Ministerio seguirá siendo un canal abierto con el pueblo para implementar de manera efectiva lo concerniente al bienestar animal y otras políticas y normas jurídicas.

Díaz Rodríguez anunció que comienza una etapa muy interesante de trabajo, porque ahora empieza la implantación. El Decreto-Ley tendrá 90 días para su entrada en vigor, a partir de que se publique en la Gaceta Oficial de la República de Cuba. Ese lapso de tiempo se utilizará para acometer una etapa intensa de comunicación y capacitación.

«Hay temas en los que habrá que trabajar intensamente, como en el enfoque educacional, la inclusión en la norma jurídica de que se introduzcan temáticas del bienestar animal en la enseñanza general y en las especialidades afines. Este asunto tiene que ver con crear una cultura, una conciencia responsable hacia el bienestar animal desde las nuevas generaciones», precisó.

Igualmente, el funcionario conminó a que haya un acompañamiento en los medios de comunicación. Este Decreto-Ley apela a la sensibilidad humana y aporta al bienestar de los seres humanos también porque nutre la espiritualidad. Refuerza la mirada axiológica y promueve valores, según expresó. Aun cuando se apueste por el reforzamiento de la responsabilidad a partir de la educación, también contiene un orden contravencional para penalizar las conductas transgresoras y lascivas hacia el bienestar animal.

Servicios veterinarios: un bien público

Yobani Gutiérrez Ravelo, Director de Sanidad Animal y jefe del grupo de trabajo de política de bienestar animal, aseguró que los servicios veterinarios son un bien público por su contribución a la seguridad alimentaria y nutricional. Dijo, además, que aunque a nivel mundial lo relativo a bienestar animal tiende a estar estrechamente ligado a los afectivos, se trata de una ciencia constituida que lleva más de 20 años prevaleciendo y tiene que ver también con los animales de producción.

Al referirse a la política de bienestar animal sostuvo que existe una metodología a cumplir y que se trabajó con un diagnóstico de problemas que permitieran proyectarla.

El no tener una norma jurídica específica, la tenencia irresponsable de animales que conlleva al abandono y a la transmisión de enfermedades zoonóticas, los actos de crueldad que se denuncian en la redes sociales, son algunos de los problemas señalados por el funcionario como parte del diagnóstico que se tuvo en cuenta para este Decreto-Ley.

Asimismo se refirió a las coordinaciones que debe hacer la institución que él lidera con otras donde se monitorean u observan animales que pueden transmitir enfermedades, como la rabia, para que la estancia en esos lugares sea digna y cuando no quede más remedio se realice la eutanasia con métodos modernos que minimicen el sufrimiento del animal.

Igualmente, en sintonía con la aplicación de este marco jurídico, dijo que tendrán que hacer coordinaciones con los gobiernos locales, los que deben jugar un rol muy importante para resolver el problema de los animales deambulantes por las calles.

Se refirió a los refugios para animales como asunto a tener en cuenta, porque realmente son necesarios. Incluso, aseguró que puede estar la opción de formar parte del trabajo por cuenta propia, pero estos deben cumplir los requerimientos necesarios, entre ellos alimentación y asistencia veterinaria.

Gutiérrez significó la aprobación para ejercer como trabajo por cuenta propia la asistencia veterinaria para el caso de animales afectivos. Aclaró que se revisa el concepto de animal afectivo para que las normas que se redacten sean claras y precisas.
Afirmó que la responsabilidad de acompañar a estos veterinarios a través de la estructura de Sanidad Animal no será cortapisas para que se realice la actividad, siempre que sea dentro de la legalidad, apostando por buenas prácticas.

Reconoció la situación existente en los 134 consultorios y 30 clínicas de todo el país, la cual no solo devela problemas constructivos, sino también la falta de insumos y medicamentos para ofrecer servicios que garanticen el bienestar animal deseado.

No obstante, aseguró que se trabaja en un programa de recuperación de estos centros asistenciales, así como en su construcción donde no existan. En el caso de los medicamentos, dijo que se ofrecerá la oportunidad de que las personas naturales puedan importarlos; y que las firmas que proveen a entidades estatales en el país también puedan hacerlo a quienes ejerzan la medicina veterinaria como actividad por cuenta propia.

Anunció que Labiofam trabaja en 38 proyectos de investigación que permitirán mejorar la situación de los medicamentos y suplementos nutricionales para los animales, a partir de productos naturales. De estos, aproximadamente 14 deben registrarse este año.

El sistema veterinario, aclaró, tiene la misión de evitar la entrada de enfermedades exóticas al país. Y se ha probado que ha habido más de siete introducidas con el fin de incidir en la economía nacional, abundó. Las aves y los cerdos han sido los más afectados. Las primeras con el Newcastle y el ganado porcino con la peste porcina africana.

La unidad que salva

Nora García, presidenta de Aniplan, significó que hay un gran movimiento de personas que cuidan, aman y respetan a los animales, al tiempo que reconoció el apoyo que está recibiendo la asociación en los últimos tiempos con insumos para la esterilización de animales callejeros.

Convidó a cerrar las puertas que tenían entristecida a la comunidad animalista y abrir otras para trabajar juntos, apoyarse mutuamente y tener una sola voz.

Por su parte, el abogado Alan González Consuegra, quien ha participado activamente en la elaboración de la Política y la norma jurídica de bienestar animal, dijo que los juristas deben legislar de manera que pueda implementarse coherentemente lo estipulado. Llamó la atención sobre los enfrentamientos de animales, actos condenables en el actual Código Penal porque en ellos va implícito el juego ilícito, y no porque se comprometa la vida de los animales contrincantes.

Entretanto, la bailarina Grettel Montes de Oca, cofundadora del Grupo de Voluntarios Cubanos en Defensa de los Animales (Ceda), emocionada porque los animales ya tienen un cuerpo legal que refrenda su vida y la calidad de esta, sugirió que quienes los protegen deberían tener una credencial que los identifique, porque hasta ahora la voz de estas personas ha sido menospreciada en diferentes espacios, incluso institucionales.

Llamó a poner fin entre todos al dolor de los animales que sufren maltrato y abandono. «Nos han dicho durante mucho tiempo las locas de los gatos, las locas de los perros... Nadie fuera de juicio puede hacer obra tan bonita y con tanta coherencia como la que hacemos los animalistas. Por suerte llegó la hora también para que se respete nuestra labor que lleva un sacrificio indescriptible y lo único que pretende es aliviar las calles de animales que padecen y hacer de este país un lugar mucho más inclusivo y humano. Un lugar donde el amor y el respeto sean los que deambulen», afirmó.

En vídeo, el intercambio en el Ministerio de Agricultura

Transmisión en directo de Juventud Rebelde que trata sobre este importante tema.

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