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Contra la COVID-19 el desafío es saber combinar todas las herramientas

Autoridades del Ministerio de Salud Pública de Cuba se refirieron, en el espacio de la Mesa Redonda, a las modificaciones implementadas en el protocolo sanitario del país a raíz de la situación epidemiológica, así como al avance de la vacunación

Autor:

Juventud Rebelde

Al intervenir en el espacio televisivo de la Mesa Redonda este viernes, la directora nacional de Ciencia e Innovación Tecnológica del Ministerio de Salud Pública, la doctora Ileana Morales Suárez, señaló que tras año y medio de pandemia el conocimiento acumulado sobre el virus SARS-CoV-2 y la enfermedad que provoca es considerable, así como el número de tratamientos y herramientas para combatirlo, aun cuando todos no sean igualmente efectivos ni definitivos.

En el caso de Cuba, especificó, el desafío es saber combinar todas esas herramientas.

 Para la covid-19 hay quizás más herramientas que las existentes para otras enfermedades, por lo tanto, deben aprovecharse. «Tenemos más que para el alzheimer, la tuberculosis o el VIH. Lo que hace falta es la combinación y la inteligencia colectiva de los sistemas sanitarios de todas las organizaciones y de la población en general para poder articularlos».

A las vacunas cubanas, reiteró, hay que ayudarlas, «solas no van a resolver la pandemia», sino acompañadas de las normas sanitarias y sociales.

Morales Suárez dijo que los protocolos son el corazón de las medidas sanitarias; el de Cuba ha tenido ya seis versiones. «En estos momentos se le está haciendo una modificación, es decir el protocolo 1.6 se mantiene vigente. En agosto pensamos que con los avances que tenemos podamos divulgar la versión 1.7».

Protocolos sanitarios contra la COVID-19 en Cuba

Sobre el protocolo diagnóstico actual el doctor Francisco Durán García, director nacional de Epidemiología del Minsap refirió que las modificaciones que se han implementado dentro del protocolo no podemos verlas aisladas de la situación epidemiológica que vive el país, con la circulación de diferentes variantes del virus altamente contagiosas como la variante Delta, y están en consonancia con lo que se conoce de la enfermedad en el mundo, dijo el epidemiólogo.

«Siempre ha existido un componente necesario de autorresponsabilidad, pero si bien en una primera etapa el Estado tenía un papel preponderante en un grupo de medidas, rol que hoy se mantiene, las personas tienen que poner más de su parte en este sentido», consideró el director nacional de Epidemiología del Minsap.

«Tenemos que tener una responsabilidad mayor a la que hasta ahora estamos teniendo en los hogares, porque no todo lo va a resolver la vacuna, como hemos reiterado», dijo.

Enfatizó en que todas las personas que tengan un síntoma de la enfermedad, no solo cuadros respiratorios —pues han ido cambiando en el tiempo—, sino también diarrea, trastornos digestivos, decaimiento, pérdida del olfato, del gusto, son casos sospechosos.

«Inmediatamente deben acudir al policlínico u hospital a realizarse un test de antígeno. Si este resulta positivo, se le toma inmediatamente muestra para el PCR y poder confirmar el diagnóstico. Si esa persona sintomática tiene un test de antígeno negativo se vuelve a evaluar a las 48 horas con test de antígeno. Si resultara positivo, se confirma mediante PCR». 

En relación a los contactos, el experto señaló que «se exige y presiona para que las personas confirmadas aporten el mayor número de contactos que podamos estudiar. En un momento anterior a esos contactos se les aislaba en centros para contactos, pero el número elevado que existe no permite que continúe siendo así, por lo que se pasa al aislamiento domiciliario durante 14 días, en los cuales se evoluciona para vigilar si aparece algún síntoma.

«De presentar alguno, inmediatamente pasa a ser caso sospechoso y si no se le da el alta pasado este tiempo, que es el periodo de incubación máximo de la enfermedad; es decir el tiempo entre que un individuo se pone en contacto con el virus y aparecen los primeros síntomas».

Sobre los viajeros, el director nacional de Epidemiología dijo que se mantiene vigente el protocolo de que deben arribar al país con un PCR realizado en las últimas 72 horas. «Independientemente de que vengan con el esquema de vacunación del país de procedencia o traigan su PCR negativo, se le toma una muestra de test de antígeno en el momento del arribo», detalló.

Otro elemento que se ha modificado, dijo Durán García es el alta hospitalaria. «Ya está la persona confirmada e ingresada en un hospital. Antiguamente, al quinto día se le realizaba un PCR evolutivo, que de ser positivo continuaba ingresado. Ahora al quinto día se realiza un test de antígeno, y de este ser negativo, y clínicamente ha evolucionado (un elemento fundamental) se le da el alta a la persona. Si el test resulta positivo, se reevalúa a las 48 horas con otro test de antígeno y de persistir siendo positivo se confirma con PCR».

Insistió en que el aislamiento domiciliario implica una mayor responsabilidad para todas las personas, pues no necesariamente siempre un caso confirmado requiere hospitalización en un centro de salud. Sí tenemos muy claro quiénes no pueden estar nunca ingresados en el hogar, apuntó el experto.

En ese caso se encuentran aquellas personas que:

  • -la estructura de la vivienda no permite el ingreso del hogar
  • -la distancia y el acceso al consultorio no permita la evaluación médica diaria
  • -familias disfuncionales
  • -niños menores de 12 años, embarazadas y puérperas
  • -niños de 12-18 años de edad con enfermedades crónicas asociadas
  • -pacientes con enfermedades crónicas descompensadas o condiciones clínicas predictoras de gravedad (hipertensión arterial, diabetes mellitus, enfermedad renal crónica, cardiopatía isquémica, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, obesidad mórbida y cáncer)

Sobre la intervención sanitaria

La doctora Ileana Morales Suárez agregó que en la producción de las vacunas la industria sigue trabajando intensamente, con una labor que debe ser reconocida por toda la población.

Los propósitos de la OMS relacionados con la cobertura de las vacunas plantean que se necesitan 11 millones de vacunas para inmunizar al 70% de la población mundial. «Proponen que, en septiembre del 2021, al menos el 10% de la población de cada país esté vacunado con una dosis. En diciembre, al menos el 40% y en el verano del 2022, el 70% de la población de cada país».

Sitúan a Cuba junto con un grupo de países de norteamérica y Europa que tienen un sistema de vacunación universal.

Sobre la intervención sanitaria en Cuba la doctora informó que hasta el 21 de julio se han aplicado 8 546 995 dosis, «son dosis en el hombro de los cubanos que han tenido una confianza tremenda en nuestros candidatos y la vacuna Abdala».

«La Habana va avanzada con más de 1 millón de personas con tres dosis, Matanzas y Santiago de Cuba también avanza, Ciego de Ávila y Camagüey ya también con varios municipios y se va acumulando un número importante».

La semana próxima comienza la intervención en el resto de las cabeceras provinciales que hasta ahora no habían comenzado. «A eso se le suman otros municipios, debido al interés epidemiológico. A finales de julio cierra La Habana, así como cuatro municipios de Santiago de Cuba», concluyó.

 

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