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Bienestar animal en Cuba: La compasión no es por decreto

Cuba cuenta con el Decreto-Ley de Bienestar Animal, el cual entró en vigor el 10 de julio último, pero la sensibilidad desborda todo marco legal. Se adquiere con la suma de valores de los seres humanos, con la capacidad que tengamos de ponernos en el lugar de los que sufren

 

Autor:

Marianela Martín González

Aún no puedo olvidar la imagen que presencié en una de las principales calles de la capital: una gata sin vida «alimentaba» a cuatro cachorros con la poca savia que de ella podía quedar.

Algún conductor ¿«apurado»? mató al animal y dejó huérfanas a esas criaturas que ahora deben andar a su suerte no se sabe dónde. Lo más triste de lo presenciado fue que casi todos pasaban sin reparar en la tétrica escena. Solo los niños se volteaban para lamentar lo ocurrido.

Aunque en Cuba se aprobó el Decreto-Ley de Bienestar Animal, el pasado 26 de febrero y este entró en vigor el 10 de julio, la compasión no se decreta. No obstante, esa norma pudiera ayudar a formar una conciencia que rompa la indiferencia y evite mirar sin compasión escenas como la descrita.

A casi cinco meses de puesta en vigor hay quienes ignoran su existencia y siguen cometiendo abuso y las peores aberraciones con animales callejeros, incluso con los que suelen a veces tener un techo y personas que los protegen.

El animalista Alan González Consuegra opina que para frenar el maltrato animal necesitamos a partir de la cotidianidad enriquecer a futuro el marco legal existente, con una visión mucho más holística de las cuestiones que aborda y sus soluciones, y con un espíritu más biocéntrico.

Estima que la criminalización de un tipo de pelea entre animales y de otro tipo no, resulta incoherente y va en contra del propio bienestar animal que estamos defendiendo. «No obstante, el Decreto-Ley en su redacción y contenido constituye una herramienta útil para que la sociedad cubana comience a defender los derechos de los animales y su bienestar», señala.

González Consuegra sugiere que los activistas animalistas que siempre han estado en las calles desarrollando su noble labor, sean tomados mucho más en cuenta sistemáticamente para contribuir a que este decreto cumpla su verdadero propósito.

El tema de las sanciones es algo que debe resolverse mejor, porque los montos de las multas no logran ser lo suficientemente desestimulantes contra la comisión del maltrato y el ejercicio consciente de la violencia sobre los animales, según el animalista.

Considera que próximamente se discutirá la aprobación de un nuevo Código Penal, ocasión propicia para proponer introducir en nuestra legislación el delito de bestialismo y ponderar además la vida de los animales como un bien jurídico que debe ser objeto de protección por el derecho penal.

Un reto en tiempos difíciles

Tratar de forma responsable y segura a las mascotas también es ponerle corazón al país, como han dicho varios animalistas. Foto: David Gómez Ávila.

Como un reto para la comunidad veterinaria y para todos los organismos, instituciones y asociaciones que se relacionan con la protección y el cuidado, la sanidad y la utilización de los animales, es considerado este decreto y su reglamento por la doctora María Gloria Vidal Rivalta, especialista del Centro Nacional de Sanidad Animal (Cenasa) y presidenta del Comité Nacional de Bienestar Animal en Cuba (Conbac).

«Quizá las personas piensan que el decreto ley no estará a la altura de su contenido, pero también pienso que deben  tener confianza en las autoridades del país, en las que como el Ministerio de la Agricultura (Minag) conducen la Política de Bienestar Animal», sugiere.

Lo cierto es que en las condiciones que ahora vivimos todo no podrá resolverse de inmediato, pero el tema es de interés permanente. El Grupo Temporal de Trabajo de Implementación de la Política de Bienestar Animal, presidido por el Viceministro primero de la Agricultura, trabaja arduamente por que se avance, según refiere.

Asegura que el Cenasa, que es la entidad estatal responsabilizada con la coordinación y ejecución de todas las acciones en materia de bienestar animal, asiste permanentemente a todo lo que coadyuva a hacer firme lo recogido en el marco legal, junto a todos los que en el país tienen la responsabilidad de que esta política se concrete.

Clínicas y medicamentos

La Presidenta del Conbac refiere que en la Política de Bienestar Animal uno de los aspectos fundamentales es la rehabilitación de todas las clínicas y consultorios veterinarios que han existido en el país, pero que debido al período especial y a todas las escaseces sufridas se fueron debilitando en la prestación de sus servicios.

«Pretendemos que exista una clínica provincial lo mejor equipada posible en cada cabecera provincial, y también que existan clínicas o consultorios en los municipios. Abogamos por que se cuente con un personal bien preparado y con los recursos mínimos para la asistencia, que incluye la cirugía, sobre todo en las entidades establecidas en las cabeceras provinciales», señala.

Detalla que hay tres grupos empresariales de la Agricultura encargados de todo ese proceso recuperativo. Y que ya hay clínicas rehabilitadas, como la José Luis Callejas, la conocida clínica de Carlos III,  a la cual se le ha hecho una reconstrucción capital que, según ella, la dejó maravillada por todo cuanto se le hizo constructivamente.

«Esta clínica referencial se reabrió el 8 de septiembre con servicios mínimos, pero se está trabajando intensamente en el equipamiento que requiere, incluyendo un grupo electrógeno que permita asistencia ininterrumpida las 24 horas. También la capacitación del personal es prioridad para que esta clínica siga siendo referencial en la capital y a nivel nacional», asevera.

La especialista asegura que en la capital se rehabilitan otras clínicas y consultorios para que cuente con un potencial fuerte de atención veterinaria. En otras provincias se trabaja también para que la atención a las mascotas sea accesible a todos.

«Otro de los temas en los cuales trabaja el Minag con su grupo temporal de trabajo es en lo relativo a la red de farmacias veterinarias. Los que tenemos más edad debemos recordar que existían farmacias veterinarias, las cuales desaparecieron después del período especial. Ahora queremos que en cada provincia exista al menos una; y que esté lo mejor suministrada posible».

Vidal Rivalta explica que hay dificultades para la producción de medicamentos veterinarios, sobre todo de vacunas, que es lo que más está demandando la población, pero en este grupo temporal de trabajo está representado la Osde Labiofam, que tiene como misión el restablecimiento de esas farmacias básicamente con productos naturales, vacunas y otros medicamentos.

También se están haciendo procesos de consignación para que firmas establecidas en Cuba puedan importar medicamentos. El Centro Nacional para la Producción de Animales de Laboratorio también está trabajando en la producción de gammas y alimentos para animales que se venderán en esas farmacias.

Muerte digna

Vidal Rivalta explica que los responsables de hacer cumplir la Política de Bienestar Animal laboran, además, de conjunto con el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, en lo concerniente al monitoreo, la vigilancia y la aplicación de contravenciones en materia de extracción del medio ambiente de especies significativas para preservar la diversidad biológica, como cotorras, jutías, entre otros animales.

Apunta que, igualmente, se está brindando capacitación al personal que en todos los ámbitos tiene vínculos con los animales, tanto productivos como afectivos. Según explica, ya el Minsap, a través de su departamento de Zoonosis a nivel nacional, ha hecho modificaciones en  materia de sacrificio de los animales que van en calidad de observación.

Refiere que antes el sacrificio se hacía con productos que provocaban estrés al animal; y ahora solo se está aplicando la eutanasia con la inyección de productos químicos, que actúa muy rápido y evita el sufrimiento y el estrés.

En ese camino de la capacitación, los ministerios de Educación y Educación Superior, que forman parte del grupo temporal de trabajo, según explica la Presidenta del Comité Nacional de Bienestar Animal en Cuba, han propuesto temas para la educación desde las primeras etapas de la vida hasta la formación preuniversitaria y técnico-profesional, porque indiscutiblemente es una necesidad educar a la población sobre el conocimiento, respeto, conmiseración y tenencia responsable de los animales.

Centros de atención y acogida

Las ferias de adopciones de animales, organizadas recientemente por la Unión de Jóvenes Comunistas y otras organizaciones e instituciones, han demostrado que amor con amor se paga.Foto:Maykel Espinosa Rodríguez.

Aunque es asunto pendiente todavía y está recogido en la Política de Bienestar Animal, Vidal Rivalta aclara que se están creando las condiciones para habilitar al menos en cada provincia un centro de atención y acogida para los animales recogidos en la vía pública. Se están diseñando con la finalidad de que allí se recuperen y puedan darse en adopción.

Refiere, además, que el Citma está trabajando para establecer los llamados centros de rescate y rehabilitación para los animales que son extraídos de la fauna silvestre. También para especies que se intentan sacar del país de forma ilícita y son detectados por la Aduana y el sistema veterinario en los aeropuertos.

«Estos dos tipos de centros de rescate y rehabilitación son las cuestiones que más difíciles se nos están haciendo, pero se tienen que lograr porque  está contemplado así en la Política y las normas jurídicas del Bienestar Animal, también  para que la ciudadanía sepa a dónde debe acudir si recoge un animal de la vía pública y no tiene a quién ofrecer en adopción de manera rápida», comenta.

Estima que en la medida en que se vaya instrumentando todo lo relativo a la Política de Bienestar Animal, el abandono será menos frecuente. Y que gracias a que existe una estrategia comunicacional se está trabajando para fomentar una cultura mucho más sólida en torno al respeto y cuidado responsable de los animales.

«Tengo la esperanza de que sí vamos a progresar, lo que no va a ser de inmediato. La ley es progresiva. Por eso se visualizaron en la ley cosas que no existen hoy, pero que pueden estar mañana. Por ejemplo, los centros de acogida y atención o los llamados refugios administrados por trabajadores por cuenta propia», apunta.

—Hace poco los medios daban a conocer un caso de biocidio en la provincia de Artemisa, en el que los comisores no tuvieron una sanción proporcional a la crueldad cometida…

—El caso se discutió en nuestro grupo temporal de trabajo. Se aplicó la multa duplicada de 1 500 pesos y una carta de advertencia, porque son las sanciones que están tipificadas en nuestro Código de contravenciones del decreto.

«En torno a ese suceso, que conmovió a no pocos en el país, emanó como acuerdo que para aquellas causas sumamente graves se debe proponer al Grupo Legislativo Nacional que en el nuevo Código Penal estas actitudes sean de un rango superior en cuanto a maltrato para que los comisores del delito sean sancionados con más rigor. Eso aplicará también para la práctica del maltrato con alevosía y cuando exista criterio de máxima brutalidad».

La salvación a mano y sin permiso

Elizabeth Meade Esperón lleva años dedicándose a garantizar el bienestar de cuanto animal callejero se le cruza en el camino. Ella no esperó a un decreto-ley. En su corazón habita la piedad y ya es suficiente.

Pasó de ser voluntaria en una de las principales organizaciones animalistas de La Habana a dirigir la suya propia, la cual llamó Adopciones por amor. Desde entonces, convirtió su casa en un hogar temporal de animales, que no es exclusiva para gatos, porque también asiste a canes, pero los que más abundan son los felinos.

Esta muchacha menudísima que tiene manos sanadoras para rehabilitar a las personas, como buena fisioterapeuta que es, ha estado en estos tiempos de COVID-19 en zona roja ayudando a sus semejantes aquejados por la pandemia. En este período ha esterilizado también a cientos de animales.

«Junto con animalistas de otras asociaciones —muchísimos de ellos jóvenes de disímiles profesiones— organizamos ferias y damos en adopción los animales que recogemos después de rehabilitarlos. Mis animales no se los lleva cualquiera. Hago que quienes los adoptan firmen una especie de contrato que fija cómo debe ser el tratamiento que recibirán. Luego les doy seguimiento hasta por un período de cinco años. Si no los tratan bien se los retiro.

«Tengo amigos dentro y fuera de Cuba que me ayudan con donaciones de medicamentos. De lo contrario no pudiera hacer lo que hago. Lo que menos recibo es ayuda económica, pero sí abundan las buenas personas que me apoyan con la compra de alimentos, transporte y cuidado de las crías», precisa.

Elizabeth alega que sus animales casi la obligaron a superarse. Por sus demandas de asistencia médica y lo caro que resulta pagarlas decidió estudiar la carrera de Veterinaria en Curso para Trabajadores.

Esta muchacha que adora los animales, el arte y lleva el pelo del color que se le antoje tiene confianza de que en Cuba la cultura de cuidar y respetar a los animales prenda y dé hermosos frutos. No obstante, opina que no cambiará todo lo que hay que cambiar con un chasquido de dedos, porque han sido muchos años viviendo sin poner límites y sanciones a los que abusan de los animales.

«Por lo menos ya hay una norma jurídica que servirá para tener una orientación de hacia dónde hay que avanzar. Recoge las bases para fomentar la educación y el deber ciudadano en torno al bienestar animal.

«Ese marco legal solito, sin que cada cual haga lo suyo desde las instituciones y desde lo personal, no será suficiente porque para proteger a los animales hace falta transformar la mente humana. Se necesita más divulgación sobre la tenencia responsable de gatos y perros. Se precisa conmover más que convencer», concluye.

Ponerle alma a la Política de Bienestar Animal no será fácil. No es labor solo para animalistas y funcionarios. Es deber de todo el que quiera para sí y los suyos un país donde la indiferencia no nos reduzca a autómatas. Solo así no seremos insensibles; y un animal muerto en plena vía nos llevará a desear que sea el último que nuestros ojos vean. Sigamos la voz de la poetisa chilena Gabriela Mistral: «Donde haya un esfuerzo que todos esquivan, hazlo tú. Sé tú el que aparta la piedra del camino».

Un canal para comunicarnos

Foto:Maykel Espinosa Rodríguez.

Entre los pasos positivos que se dan para asegurar el bienestar animal está la creación de canales para las quejas y denuncias. Según comenta la Presidenta del Conbac «es importante usar esos canales y a la hora de formular una denuncia hacerlo formalmente para que proceda».

Hay una lista de correos y números telefónicos que aparecen en la página web del Minag www.minag.cu, en la que aparecen los teléfonos, tanto del sistema de vigilancia epidemiológica del Cenasa como de atención a la población del propio Ministerio, que tiene delegaciones en cada provincia. 

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