Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Una experiencia reconfortante y formadora

Jóvenes de la carrera de Derecho en Isla de la Juventud aportaron transparencia y calidad al flujo de información derivadas de la consulta popular sobre el nuevo Código de las Familias

Autor:

Roberto Díaz Martorell

NUEVA GERONA, Isla de la Juventud.— Cuando en diciembre de este año Marlon Suárez Angulo se gradúe en la Universidad Jesús Montané Oropesa, llevará en su morral no solo conocimientos jurídicos, sino también la enseñanza de vivir y clasificar las opiniones devenidas de la consulta popular sobre el proyecto del Código de las Familias.

«Fue muy reconfortante ser parte de ese proceso. En mi opinión fue como hacer historia, ya que contribuimos al desarrollo del país, de la sociedad en general y en particular de las familias cubanas», dijo este joven que cursa Derecho por el Plan E en la Casa de Altos Estudios de este Municipio Especial.

Marlon y su grupo del curso pasado —hoy todos en 4to. año— participaron durante dos meses y 15 días en la recepción, revisión y entrega de la información de las 598 reuniones programadas y realizadas en su totalidad, de las cuales se procesaron más de 3 000 propuestas, según datos oficiales de la Comisión Electoral local, más del 50 por ciento a favor de la aprobación del documento.

«Asumimos la tarea con mucha responsabilidad porque es parte de nuestro aporte a la Revolución y al país, no solo por ampliar nuestro currículo de formación. De nosotros dependía la calidad del flujo de la información derivada de los debates públicos.

«Para eso nos capacitaron: para que pudiéramos reconocer las diferentes modificaciones y nuevos conceptos que la propuesta de Código de las Familias contiene, y determinar cuándo la opinión del elector era un agrego, una supresión, una eliminación… Clasificarlas adecuadamente era muy importante.

«En las reuniones en que participé, noté que la mayoría de las personas se interesaban por el tema de la patria potestad y la nueva denominación de responsabilidad parental. Éramos un equipo completo y preparado para explicar y aclarar las dudas que surgían al calor del debate, y eso fue enriquecedor desde el punto de vista de la variedad de opiniones. Ahí te das cuenta que las personas realmente aportan y que se preparan», comentó.

Por su parte Idalmis Soto Hernández,  profesora de la carrera de Derecho de la universidad local, explicó que el grupo de Marlon se escogió para la tarea porque «en primer lugar, ya habían recibido las asignaturas Derecho Civil y Derecho de familias, y en segundo, por su disciplina y consagración. Por eso decidimos, además, que asumieran algunas reuniones en las circunscripciones para ampliarle la experiencia», comentó.

Marlon y sus compañeros ahora pueden contar anécdotas diferentes, engrosar sus conocimientos desde la vivencia práctica de un debate público y extrapolar esa experiencia afectiva a su futura profesión como abogados, jueces o fiscales en este territorio.

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