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Mario Daniel asegura que en la termoeléctrica se confía mucho en los jóvenes. Autor: Hugo García Publicado: 04/01/2024 | 10:44 pm
MATANZAS.— Mario Daniel Williams Rey es un joven de mediana estatura y complexión fuerte. Es carismático, jaranero, estudioso y disciplinado en el cumplimiento de cada tarea. Lleva siete años consecutivos en el mismo centro laboral: la termoeléctrica Antonio Guiteras, de Matanzas.
Graduado como ingeniero mecánico en la Universidad de Moa Doctor Antonio Núñez Jiménez, en Holguín, hoy agradece que su servicio social al concluir los estudios universitarios le tocaran íntegramente en esa unidad.
Con 30 años de edad, le ha dedicado siete al trabajo en esa empresa, tan conocida en el país por su importancia en la generación eléctrica. Fue secretario de un comité de base de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) durante tres años, y ahora, además, comparte el mérito de la doble militancia, al pertenecer también al núcleo del Partido.
«Desde 2016 empecé mi adiestramiento como técnico en soldadura y fui escalando hasta la actualidad, en que también incursiono un poco en el control de metales, pero estoy más enfrascado en la rama del control dinámico de los equipos», detalla en medio de la alegría por haber sido elegido delegado directo al 12mo. Congreso de la UJC.
Para el otorgamiento de este estímulo, sus compañeros tuvieron en cuenta su consagración y ejemplaridad en la labor cotidiana y su activa participación en la mayoría de las acciones que contribuyen a mantener la planta en línea para llevar «la luz» a nuestro pueblo.
En medio de la pandemia de COVID-19 demostró su compromiso para que no existieran afectaciones en la producción de energía. Entonces era importante medir la temperatura de todos los trabajadores a la entrada de la unidad, pero en el horario matutino se aglomeraban alrededor de 400 personas, y con el distanciamiento necesario el proceso tardaba mucho.
Para agilizarlo, adaptaron una técnica conocida como termografía infrarroja: «La idea de utilizar esta herramienta en función de la pesquisa surgió de los análisis del director de la planta, Rubén Campos Olmo, con el especialista principal, Nelson López Ripoll, y a partir de ese momento investigamos sobre el tema, además de aprovechar las experiencias del aeropuerto internacional Juan Gualberto Gómez, de Varadero.
«La cámara para termografía la empleamos acá normalmente para medir la temperatura de algunos equipos, como transformadores o bombas, pero su espectro de aplicación es amplio y la pudimos usar en las personas en los momentos más difíciles de la COVID-19», recuerda.
Williams Rey se desempeña como especialista de diagnóstico, una labor que se utiliza para saber cómo los equipos están funcionando. Pertenece a la dirección técnica de la CTE. «La planta es un equipo —lo digo así para simplificarlo de alguna manera— que cuenta con infinidad de longitudes de tubos y de cables, y cuenta con muchos equipos que pueden fallar en cualquier momento. Con el diagnóstico tratamos de prever las fallas para mantener la planta en línea, porque sabemos el impacto que tiene su funcionamiento para la sociedad y el Sistema Electroenergético Nacional.
«Buscamos consecutividad en el trabajo, aunque en algunos momentos sea algo engorroso, porque tenemos que laborar más de 24 horas, pues se necesita del trabajo continuo. Nos relevamos por turnos, a veces hasta de 72 horas, con jornadas extendidas de 12 horas casi siempre. Hay lugares bastante complejos y poco accesibles, de confinamiento casi total, como el área de la caldera… Pero nunca dejamos de cumplir con el objeto social de la planta, que es generar energía con mayor eficiencia cada día».
—¿Hay confianza en los jóvenes de la Guiteras?
—Aquí sí se confía en nosotros. Eso se ve claramente, pues varios de los directores de departamento son jóvenes, incluso nuestro anterior director general. Eso dice mucho en ese sentido.
—¿Con qué sueñas?
—Como joven, mi principal desafío en la planta es seguir aportando para que eleve su generación, y eso depende de una mayor eficiencia en los mantenimientos. Quisiera que nuestra planta rompiera el récord de más días continuos en línea, que hoy posee la Felton. Mi sueño es seguir apoyando la generación eléctrica, sin temor a ningún desafío, por grande que sea.
—¿Qué te gustaría se debatiera en la cita juvenil?
—Tendría que prepararme para intervenir en el Congreso con argumentos sobre la planta y la provincia. La motivación siempre hay que tenerla en cuenta para los jóvenes. Transmitiría las inquietudes que todos los jóvenes tenemos, por ejemplo, con el tema de la estimulación a los trabajadores, la atención a los estudiantes de carreras afines a la generación eléctrica…
«También veo importante abordar el fenómeno de la migración. Lamentablemente, ese es un problema latente, tanto hacia el exterior como hacia otros sectores, tema que hace falta tocar en algún momento desde la mirada de los jóvenes en el país».
Williams Rey cursa la maestría en Tecnología Energética en la Universidad de Matanzas, y estudia a su vez la especialidad de Mantenimiento, que se imparte en la propia CTE. En su labor cotidiana «ausculta» los equipos, para prevenir problemas tanto por las vibraciones como por la termografía, pues son diagnósticos dinámicos.
En muestra de humildad, en medio de su felicidad por la elección como delegado directo, Williams Rey prefirió hablar de la calidad humana de los jóvenes de la CTE, a quienes consideró como muy valiosos, y aseguró que muchos otros pudieron haber sido elegidos al máximo encuentro juvenil cubano.
