Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Estudiante de Universidad de Pinar del Río promueve desarrollo agrícola desde la ciencia y la innovación

Reconocido como el mejor graduado del plan de estudios D, de la más reciente graduación de la UPR, Miguel Antonio Sarmiento Gómez asegura que se enamoró de la agronomía desde el primer semestre

Autor:

Dorelys Canivell Canal

SAN ANDRÉS, Pinar del Río.— Quizá lo que más le guste a Miguel Antonio Sarmiento Gómez de la agronomía son las posibilidades investigativas que ofrece y que sus resultados se aprecian en la práctica.

«No tienes que abstraerte, está ahí, es palpable», nos dice en uno de los silenciosos pasillos de la Facultad de Agronomía de Montaña (Famsa), nombre por el que aún se conoce a la ahora sede adscrita a la Facultad de Ciencias Forestales y Agropecuarias de la Universidad de Pinar del Río Hermanos Saíz Montes Oca (UPR), y que incluye la carrera de Agronomía Plan Turquino y funciona como unidad docente integral para Geología, Geografía, Biología e Ingeniería Forestal.

Reconocido como el mejor graduado del plan de estudios D, de la más reciente graduación de la UPR, este joven asegura que se enamoró de la carrera desde el primer semestre. «Muchos criticaron mi opción, pero había conversado con un profesor del departamento; me habló de las posibilidades y bondades que brindaba la carrera y también lo consulté con mi papá. Tenía el incentivo de no pasar en ese momento el servicio militar, y también estaba relativamente cerca de mi casa, porque aquí el transporte es muy difícil», recuerda el muchacho que desde ahora integrará el claustro de profesores de la Famsa.

Miguel Antonio Sarmiento Gómez tiene desde hace muchos años inquietudes investigativas y el firme propósito de ayudar al desarrollo de la agricultura. Foto: Dorelys Canivell Canal 

En el campo, la investigación

Con participación en más de cinco eventos y unas cuatro publicaciones al momento de la entrevista, Sarmiento Gómez se dedicó a la investigación desde los inicios.

«Mi guía desde que entré a la escuela fue el profesor Ernesto Miguel Ferro Valdés, quien imparte Genética y Mejoramiento de Plantas. Con él nos vinculamos con un grupo de investigación de informática aplicada a la Agronomía y empezamos a investigar; mi primer trabajo es fruto de ese grupo, y se trata de un paquete de multimedias interactivas sobre los granos principales. Fue premiado en el Fórum Nacional de Estudiantes de Ciencias Agropecuarias, se publicó en la revista Ecovida y en otros eventos».

Explica el joven que no solo desarrolla el componente docente, sino también el investigativo y el extensionista.

«Por ejemplo, una de las áreas en las que trabajo es con los productores directamente y es muy gratificante cuando, gracias al resultado del trabajo, logran mejorar sus condiciones de vida y después hablan con uno con alegría. Eso me llena como profesional y como persona».

La Famsa, fundada el 10 de septiembre de 1990 como un proyecto de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), para dar respuesta a la producción de alimentos en las zonas montañosas, está ubicada en la comunidad de Canalete, un paraje apartado en la zona de San Andrés, en el
municipio de La Palma, al norte de Pinar del Río.

De este tipo se crearon tres en el país: una en el macizo oriental, en Sabaneta; después otra en Topes de Collantes, Sancti Spíritus; y por último la de San Andrés, que es, además, la única que se mantiene abierta gracias a sus condiciones estructurales, a la permanencia de su claustro y constante superación en planes de maestrías y doctorados, y al adecuado trabajo científico en función de los problemas de la agricultura.

«Estamos en el escenario ideal para estudiar una carrera de ciencias agropecuarias, —señala el joven—. Una docencia exquisita, con doctores en ciencias, y profesores muy dedicados, incluso fundadores del centro. La relación de los estudiantes con ellos es como la de una familia, porque pasamos mucho tiempo juntos».

Los vecinos del lugar quieren su universidad y a su gente. Cómo no hacerlo si cuando ha habido un pico de cosecha, profesores y alumnos se van al campo a ayudar y hasta clases y talleres de género se han impartido allí, para que los hombres y las mujeres residentes del lugar conozcan de cerquita lo que es el Programa de Adelanto para la Mujer, y no les sean ajenos conceptos como inclusión y participación.

La FAMSA es de La Palma

A la Famsa van alumnos de toda la provincia, pero se priorizan los de aquellos territorios que más demandas tienen de ingenieros agrónomos.

«En el preuniversitario de La Palma los muchachos se “matan” por venir para acá, —asegura Sarmiento—. Recuerdo que en mi año el corte se quedó por encima de Medicina. En ese momento no tuve que hacer tampoco pruebas de ingreso, pero quienes deseen ingresar ahora, sí.

«Los otros municipios no tienen que hacerlas, pero es que aquí los muchachos anhelan estudiar Agronomía de Montaña. La Palma está llena de graduados de la Famsa», dice entre risas.

Desafíos a la agricultura

«Cuba siempre ha sido eminentemente agrícola, si no le ponemos a la Agricultura las inversiones y el dinero que lleva, de qué vamos a vivir.

«El turismo da dinero sólido, pero es inestable. Y con la agronomía y la agricultura podemos obtener la soberanía alimentaria, solo con nuestros propios recursos y las bondades
del suelo, y si hay excedente entonces hay que exportarlo. Suelos tenemos para eso.

«Eso sí, falta mano de obra. Las personas emigran del campo. Cuando yo fui a coger la carrera la reacción de mis compañeros fue: ¡Tú estás loco! El tema es complicado porque está arraigado en la mente del cubano».

Comenta el muchacho que falta mucho por hacer entre la academia y el campo. Como tema de tesis trabajó la gestión en productores agropecuarios para alcanzar la soberanía alimentaria municipal, en este caso en La Palma e incluyó un plan de acción de capacitación.

«La propuesta vincula las premisas de la tesis doctoral de mi tutor; las capacitaciones son dadas por productores líderes, que previamente fueron identificados, y los que por sus condiciones son las puertas de entrada a esta tecnología.

«Se trata de un productor ávido de ese conocimiento, que lo asimila y quiere innovar. El otro componente es dónde hacer la capacitación, para lo cual se identifican las fincas escuelas, aquellas en las que se ven las prácticas agroecológicas; el lugar ideal que queremos mostrar y que se multiplique. Desde segundo año venimos haciendo ese trabajo».

Cuestión de vocación

«Creo que hay que enseñar a los estudiantes la cara bonita del campo, sus bondades; ir extirpando ese cáncer social que es el rechazo a la agricultura.

«Por ejemplo, en el municipio de La Palma, que es eminentemente agrícola, ¿por qué no se incluye desde lo curricular en la enseñanza primaria un turno de clases para la formación vocacional?

«Cuando yo le dije a mi maestra del círculo de interés de Agronomía en secundaria básica que iba a estudiar Agronomía, se echó a llorar. Hoy me invita a los talleres con los niños.

«Vengo de una familia de educadores y me quedaré en La Palma. La idea es dar clases aquí y seguir superándome, hacer maestría, doctorado, y aportar a las ciencias agropecuarias cubanas a las que tanta falta le hace».

 

 

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.