Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Por los caminos de la memoria (+Fotos)

La ruta histórica De Artemisa al Moncada, asumida por 45 jóvenes de todo el país, devino un recorrido por las esencias de la Patria donde no faltaron las emociones y alegría de una generación que se sabe heredera de tantas epopeyas

Autor:

Laura Fuentes Medina

¡Abran paso al General! Fue el grito que detuvo el tiempo. Aquella madrugada de julio un grupo de valerosos hombres armados desafiaron el poder militar de la sanguinaria tiranía batistiana, para reivindicar la dignidad del pueblo cubano
al precio que fuera necesario. Eran casi todos jóvenes, y la mayoría acudió desde Artemisa
a esa cita con la historia.

Más de siete décadas después, bajo el sol radiante de julio, una guagua repleta de risas, alegría y patriotismo partió rumbo al oriente cubano. Digan lo que digan hoy, la juventud dentro de esta Isla esculpida en colosales batallas
sigue sintiendo hondo y con orgullo esas raíces de rebeldía. 

Revivir los sucesos pasados no podrá ser jamás un simple acartonamiento de la historia, sino un acto de profundo simbolismo. Quién mejor que las nuevas generaciones, entonces, para recordar a su forma, en sus códigos y maneras, hechos que marcaron para siempre los destinos de la Patria.

Con ese sentimiento un grupo de muchachos emprendió hace algunas jornadas la ruta histórica De Artemisa al Moncada, a propósito del aniversario 72 del  asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, el 26 de julio de 1953. Fueron 45 jóvenes de todos los sectores y provincias del país, quienes revivieron en esta ocasión la epopeya de la Generación del Centenario del Apóstol.

Cuando se habla de revivir la historia de una forma distinta, se aspira a tocarla, admirarla de cerca, sentirla y respirarla. Pero también a crear y ser auténticos hijos de su tiempo. Y eso hizo este grupo de jóvenes martianos durante su travesía hasta las heroicas tierras santiagueras. En un ambiente de hermandad, entre versos martianos y congas improvisadas, recorrieron las esencias de su país.

Respirar la historia

En esta ruta la mayoría de los involucrados descubrió nuevos parajes, anécdotas y recuerdos. Un ejemplo es el santiaguero Juan Leonardo Pacios Dorado, quien, según comentó, nunca había ido a Artemisa, suelo que fue cuna de tantos jóvenes revolucionarios protagonistas de aquella gesta liderada por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

Mientras que otro de los participantes en la ruta, Johansen Reyes Izquierdo, recién graduado de Marxismo-Leninismo e Historia, afirma que creció soñando con conocer Santiago. «Ver el Moncada y Santa Ifigenia, donde
descansan nuestro Héroe Nacional, José Martí, y el líder histórico de la Revolución, Fidel Castro, superó todo lo que imaginaba», refirió.

Para Johansen, el viaje fue una sacudida emocional. «Ahora tengo el deber de transmitir este aprendizaje de la manera más fiel posible, no solo en universidades, sino también a niños y adolescentes», aseguró.

«En ocasiones no sabemos qué esperar de un viaje», dijo la estudiante habanera Xenia García Milanés; pero, en su caso, destaca que, a pesar de la incertidumbre inicial, «el recorrido la marcó profundamente».

Pocas veces tenemos la oportunidad de compartir de cerca fuera de nuestras
provincias, comentó. Después de esta aventura hemos dejado amigos en cada territorio, y eso aviva el deseo de continuar con este tipo de proyectos.

El trayecto fue siguiendo los pasos de la rebeldía y, a no pocos, les impactó el nivel de organización e ideas profundas de aquellos jóvenes, quienes, como estos hoy, no rebasaban en su mayoría los 27 años. Quizá por eso a Amanda Pérez Zurita, licenciada en Cultura Física, le pareció sorprendente la visión de Fidel como eje central que aglutinó a tantas personas con el objetivo común de reivindicar la dignidad del pueblo cubano. 

La visita a museos y sitios de interés vinculados a la vida y obra de los asaltantes a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes caracterizaron las jornadas de estos jóvenes. Foto: Fabio Vergara.

«Defender con base las conquistas alcanzadas trae aparejado, ahora más que nunca, la necesidad de conocer el precio que otros pagaron por nuestra libertad, esa que
muchas veces damos por sentado y se ve amenazada por el bombardeo constante de información distorsionada en redes sociales», señaló.

Tanto ella como el joven José Enrique de la Cruz Pérez coincidieron en la idea martiana de que el compromiso se demuestra actuando de la manera correcta. «Somos el relevo de aquellos jóvenes del 26, afirmó De la Cruz. El mejor homenaje es hacer las cosas que nos corresponden con ética revolucionaria».

Justamente en momentos tan difíciles es cuando debemos revivir las experiencias pasadas, destacó el presidente del Movimiento Juvenil Martiano, Danhiz Díaz Pereira. «La Revolución Cubana será por siempre un ejemplo de valor y resistencia. Bajo los principios de Fidel y Martí tenemos que defender la Patria con ideas honestas y criticando las injusticias, sin importar su origen», subrayó.

Entre anécdotas compartidas, reflexiones profundas y el peso sagrado de la historia, estos muchachos —valientes sin pretensiones— descubrieron que la Revolución renace cada día de la pasión, el compromiso y la unidad. Y así, casi sin darse cuenta, las emociones compartidas, los espacios y la promesa de un próximo encuentro los convirtió en algo más que compañeros de viaje. Se volvieron familia.  

Aquí, donde alguna vez jóvenes artemiseños marcharon hacia la gloria o la muerte, hoy florece otra generación dispuesta a cargar con la misma audacia, las banderas de su tiempo.

La visita a museos y sitios de interés vinculados a la vida y obra de los asaltantes a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes caracterizaron las jornadas de estos jóvenes. Foto: Fabio Vergara.

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