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Concierto Escuelas contra huracanes hoy en el teatro Karl Marx, de La Habana

A este concierto de Raúl Paz y los artistas del proyecto Escuelas contra huracanes II le antecedió una gira por la provincia de Pinar del Río, la más azotada del país por esos fenómenos meteorológicos en los últimos años

Autores:

Yelanys Hernández Fusté
Zenia Regalado

Ninguno ha vivido un ciclón, pero han visto las imágenes de lo que ocasiona. Han querido también mirar cómo el hombre se crece ante las adversidades. Han concluido que la vida encuentra el optimismo del refrán: «A mal tiempo, buena cara».

La música debe reconfortar más allá de ese lapso de tiempo en que ocurren las presentaciones, dicen los artistas extranjeros que cantarán hoy en la noche en el concierto Escuelas contra huracanes II. Con sus voces tratarán de «exorcizarnos» de los vientos fuertes, para crear justo allí, en el teatro Karl Marx, una barrera que aleje de la Isla a fenómenos meteorológicos tan devastadores.

Los mueve, más que todo, Cuba y su gente. Llevan horas en la nación antillana y ya hablan como si fueran eternos transeúntes de nuestras calles. La primera «caminata» netamente Isla adentro la dieron este miércoles al recorrer el territorio vueltabajero.

«Llegué el martes a las 6:00 de la tarde. Lo primero que veo es Pinar del Río, pero ya me he enamorado totalmente de esta tierra», confiesa el francés Jehro —quien ya se prepara para cantar hoy Continuando y Everything, temas con los que quiere que las esperanzas y la buena suerte no se vayan de esta Isla.

Una larga carretera con montañas singulares conformaba el paisaje. Entre mogotes y palmas, una escuela primaria y un proyecto cultural pusieron más cercanos los efectos de los «enojos» de la naturaleza.

Carmen Luisa Vázquez revivió momentos tristes de la comunidad San Diego de los Baños en su diálogo con los músicos. Las imágenes desgarradoras de una laptop lo indicaban.

«Por aquí pasaron Gustav e Ike y nos hicieron un gran daño. Perdimos muchas cosas, pero no el entusiasmo», comentaba resuelta la directora del proyecto La Cucaña,  nombre que tomaron de una tradición que se practica en el lugar desde 1862.

En otro punto de la geografía vueltabajera una escuela primaria pareció intocable ante el vendaval. La actual visualidad de la Isabel Rubio se debe a muchas manos, como explicó su director, Leonardo González.

«Ubicada en el Parque Nacional de Viñales, el centro tiene un total de 31 alumnos de prescolar a sexto grados», ilustró González; mientras el pequeño Roilán jugaba ajedrez y era observado por los artistas.

«Ayudé en la reconstrucción de la escuela. No sentí que perdí clases, porque varios vecinos nos prestaron sus casitas, hasta que en enero nos incorporamos aquí», dijo a JR antes de mover su alfil para dar jaque al rey de su amigo.

Comprobamos con Roilán que las personas en Pinar dan lecciones de optimismo a quienes las visitan. Al rapero MC Solaar la escena en el colegio lo marcó. Sobre todo «el hecho de que los adultos enseguida se movilizaron para proteger a los niños y hacerles olvidar rápidamente lo ocasionado por el ciclón, reconstruyéndoles la escuela».

Haber estado en esa provincia les ha dado a los músicos una fuerza superior para continuar con Escuelas contra huracanes. El ex Ketama Antonio Carmona (España) lo afirmó: «Es un deber de los músicos participar. Soy admirador de Raúl Paz, quien es un amante del flamenco. A través de él me incluí en el proyecto y es una buena razón para estar aquí».

Igual piensa Yannick Noah. «Conocí a Raúl en París y me habló de lo que pasó en su país. Me propuso participar en las galas culturales y quiero continuar con esta idea».

Noah, ex tenista y músico de corazón, arrasó aplausos este miércoles en el anfiteatro del IPVCE Federico Engels. Con su baile de matices afro, sus trenzas y su carisma, acudió al escenario tras el llamado de su colega X Alfonso.

Parecía que X entonaba Santa al revés, pues en los rostros de los muchachos de la Engels se dibujaban «lunas» llenas y «soles» intensos. Tantos que cuando Raúl Paz cantó Mama, se sentía un coro superior a los 7 000 jóvenes que había en la plazoleta del centro.

Fue un momento especial, en el que Paz evocó su época estudiantil en esa institución, donde «recibía a las delegaciones con una guitarrita en los actos de bienvenida».

¿Qué espera Raúl del concierto de La Habana? «Que la gente la pase bien. Es una solidaridad de amigos, de personas que, con mucho cariño y amistad, tratan de decirles a las mentes del mundo que, más allá de la política y las fronteras, hay una solidaridad humana que se establece entre el público y los artistas».

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