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En la Galería Rubén Martínez Villena de la Uneac, se inauguró Laz Miradas, del caricaturista del dedeté Humberto Lázaro Miranda (izquierda). Autor: Osvaldo Gutiérrez Gómez Publicado: 21/09/2017 | 05:32 pm
De ser puntuales los organizadores, la noticia de quiénes serán los ganadores de la XVIII Bienal Internacional del Humor de San Antonio de los Baños se sabrá hoy al filo de las cuatro de la tarde, como parte de la jornada final del evento.
Poco antes de la premiación, a las 11:00 a.m., en el patio del Museo será expuesta Las verdades del jurado, muestra colectiva de los «jueces» de esta edición, el cubano Alfredo Martirena, premio de la anterior Bienal, los caricaturistas Omar Zevallos (Perú), Enrique Pilozo (Ecuador), y los cubanos Arístides Hernández, "Ares", y Alberto González, especialista del Museo del Humor.
Larga expedición la de este martes para los participantes en la Bienal en que se inauguraron cinco exposiciones colaterales, las que permanecerán abiertas durante un mes.
El día comenzó con un taller teórico en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí. Allí, el peruano Omar Zevallos llamó a no dejar morir la Bienal, instó en la necesidad de volcarse en busca de apoyo material y de darle mayor promoción en las redes sociales.
Luego, en la redacción de JR, se presentó un dedeté especial (a color) dedicado a este evento nacido en 1979. En la galería Pancho Vázquez del diario también se supo quiénes fueron los ganadores del Concurso de Fotografía y texto Fototex, dedicado al ya desaparecido reportero Betán.
El Gran Premio lo obtuvo la obra Sentido obligatorio, de María Elena Viyella Arocha. Mientras que dos de nuestros fotorreporteros recibieron mención: Roberto Ruiz Espinosa con la obra El precio y el método, y Calixto N. Llanes por Sueño peligroso. Este último compartió el galardón con Fernando Martínez Martí (escritor). Las mejores obras en concurso quedaron expuestas.
Luego, en la Galería Rubén Martínez Villena de la Uneac, se inauguró Laz Miradas, del caricaturista del dedeté Humberto Lázaro Miranda, con originales a color de algunos de los personajes contemporáneos reflejados en la sección dominical del dedeté.
En el Palacio de Lombillo, en La Habana Vieja, invitaron a «pensar el arte con una sonrisa». Con los fondos del Museo del Humor, jóvenes graduadas de Historia del Arte mostraron obras de antes de 1959: Torriente, Abela y Massaguer fueron recordados como los antecesores del humorismo gráfico actual. Del otro lado de la sala fueron vistas las obras premiadas en las bienales anteriores.
En la Galería de la Biblioteca Rubén Martínez Villena, Ares, Boligán y Tamayo «repartieron» Humor a tres manos. Excelente iniciativa de la Oficina del Historiador de la Ciudad la de llevar la Bienal del Humor a la Vieja Habana.
