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Con el sello de Ciencias Sociales de la Editorial Nuevo Milenio, Las paradojas culturales de la república: Cuba (1902-2000) parece dirigido a quienes se han especializado en la historia de la cultura cubana. Y hoy lo recomiendo también con el propósito de invitar al lector simplemente culto, o interesado.
Está escrito por varios especialistas, cuyos textos compiló y prologó la Doctora Mildred de la Torre, una de cuyas ideas cito: «La vida requiere ser explicada con sus fábulas y realidades sin mentirle a sus recuerdos. Tal como sucedió y sucede, debe decirse con sus propios asombros, sin estupor ni miedo». Y enseguida añade: «La crítica, en un país acostumbrado a pensar críticamente no puede omitirse».
Por tanto, este conjunto de textos monográficos nos expone varias paradojas que han signado la cultura cubana a lo largo del siglo XX. Paradoja significa opinión o acción que se opone al parecer o el actuar común o predominante. Así, durante lo que conocemos hasta 1958 como la república intervenida, se apreciaron iniciativas culturales transformadoras a pesar de las limitaciones impuestas por el orden económico capitalista, la supeditación neocolonial a Estados Unidos, y los Gobiernos que en mayoría apenas practicaron políticas a favor de la cultura. También, en los años posteriores a 1959, subsistieron paradojas en la cultura.
Las paradojas previas a la Revolución, proceden de los individuos y grupos que pretendieron con sus iniciativas enriquecer la cultura de la república mediante iniciativas carentes de apoyo estatal y contra las políticas dominantes.
Entre los textos que integran Las paradojas culturales de la república: Cuba (1902-2000), citemos «La neutralidad de la cultura en José María Chacón y Calvo: mirada en torno a una tesis». Mencionemos, además, «Juan Marinello y la polémica educacional de los 40. La escuela unificada y el debate por su implementación en Cuba»; también aparece en este libro Los grupos de amigos de la cultura, entre ocho artículos ensayísticos firmados, individualmente, por varios investigadores, y la propia Mildred de la Torre, que abona una periodización de las políticas culturales de la Revolución Cubana, y señala alguna paradoja…
