Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Caramba, Laz

Retratista excelente pero artista en el amplio sentido de la palabra porque siempre su talento desbordaba cualquier manifestación

Autor:

Ana María Domínguez Cruz

Atesoro con mucho cariño su regalo, como sé que otros también lo hacen. Retratista excelente pero artista en el amplio sentido de la palabra porque siempre su talento desbordaba cualquier manifestación. Aquella exposición con nuestros rostros fue una alegría inmensa para todos, y la grandeza que compartimos es tener un pedacito de su obra en nuestras casas. 

Caramba, Laz, para serte sincera, desconocía la batalla que librabas. Supe por las palabras de nuestro colega Adán Iglesias en su perfil de Facebook que tu fortaleza te permitió sobrevivir a dos anteriores manifestaciones de esa penosa enfermedad. Sin embargo, cada vez que nos vimos recientemente, como sucedía siempre, tu sonrisa amplia en el rostro, tu sutil sentido del humor y tu ferviente coherencia con tus principios no dejaban espacio para lamentaciones, sin olvidar que siempre un proyecto para ilustrar te esperaba en casa.

Muchos de mis trabajos periodísticos contaron con tu impronta y estuvo cada vez el aprendizaje sobre la necesidad de que el periodista y quien ilustra «conecten» miradas, enfoques, criterios y emociones con respecto al tema. Después, respetar la creatividad y asumir que uno enriquece al otro.

Jovial, profundamente honesto, con un sentido del honor fuera de época y con el carácter a lo Maceo si era preciso… tremendo tipo. Laz hacía valer sus criterios con argumentos y, en caso necesario, aceptaba la opinión contraria y la hacía suya al comprender que no era acertada la que defendía. Valiosa actitud. 

Tenaz, se graduó de Licenciado en Artes Visuales el año pasado, a sus 64 años. ¿Y qué? La superación es bienvenida en todo momento, y la experiencia que ya acumulaba brilló al idear la exposición Aquí se queda, integrada por caricaturas que no fueron publicadas por alguna razón y que reflejan la realidad cubana tal cual.

Profesor en el politécnico Ciudad Libertad, estibador en los muelles y en Acopio, nómina de La Aspirina y Palante y posteriormente de este diario, con exposiciones reconocidas en nuestro país y en el extranjero, con historias en distintas disciplinas deportivas, en las artes plásticas y en la danza, Laz humildemente contó una vez que su primer dibujo, hecho cuando tenía 12 o 13 años, al mezclar tinta de zapatos con otra que poseía, fue publicado en Palante. Tal vez no fue el más publicable de su carrera, pero el hecho de mostrarlo en las páginas de la publicación revela su valía.

Caramba, Humberto Lázaro Miranda Ramírez. Que la luz te guíe.

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