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El racismo, flagelo denigrante que hostiga al ámbito deportivo

El fútbol es el deporte más afectado en ese sentido, particularmente las ligas europeas

Autor:

José Luis López

Los jugadores de piel negra hacen furor en Europa. Pero el Viejo Continente les debe mucho más que portadas de revistas. El racismo constituye uno de los flagelos más denigrantes que hostiga al ámbito deportivo, particularmente al fútbol, con incidencia (casi) total en las exigentes ligas de Europa.

A pesar de la reconocida batalla contra este azote, en estadios de países como España, Italia, Inglaterra, Francia y Alemania no cesan los cánticos y ofensas contra jugadores de piel negra.

Y llama la atención que sea la Asociación de Fútbol de Alemania la primera en definir que todos sus clubes profesionales —los 36 enrolados entre la primera y segunda división—, se comprometan a sacar «simbólicamente» una tarjeta roja en los estadios, como acto de denuncia al racismo.

En el siglo XIX y primera mitad del XX, alcanzó auge el concepto de «raza aria», y algunos etnólogos dictaminaron que todas las naciones europeas de piel blanca descendían de un supuesto pueblo ario.

Así, varios movimientos de carácter colonialista y nacionalista abrazaron esta idea, en especial el nazismo alemán de Adolfo Hitler, que «interpretó» el concepto como una raza de señores de pueblos de linaje noreuropeo, para justificar sus postulados racistas y militaristas.

Pero hay más. En Alemania, los insultos racistas constituyen incluso un delito penal, tipificado como instigación al odio racial, por lo que problemas de ese tipo dentro del fútbol podrían terminar en los tribunales.

Entonces, ¡enhorabuena! para el fútbol alemán, y ojalá que otras ligas de Europa sigan ese camino.

El racismo es una ancestral pandemia. Nueva temporada, nuevos improperios. Solamente en la década en curso pululan innumerables ejemplos de estos bochornosos insultos raciales en canchas europeas.

Les recuerdo que en el derbi romano Roma-Lazio, de 2001, los hinchas extremistas del Lazio exhibieron una pancarta que rezaba: «Equipo de negros, fondo de judíos».

¿Y qué decir de las imitaciones a los movimientos y gritos de los gorilas, que estuvieron «de moda» en los graderíos españoles?

El camerunés Samuel Eto’o, letal ariete del club Barcelona, intentó abandonar un partido de la Liga Española, por los insultos que escuchó desde un sector de las gradas en La Romareda. Tanto el árbitro como su entrenador le hicieron replantearse la decisión... y volvió al césped.

Mas, el abandono de Eto’o no fue novedoso. Un mes antes, en la liga italiana, el delantero marfileño del Messina, Marc André Kpolo Zoro, fue la diana de los cánticos racistas de hinchas del Inter de Milán. Zoro cogió el balón y se fue derecho hacia el cuarto árbitro para que detuviera el choque. Pero al final volvió, convencido por Adriano y Martins, jugadores del Inter, también de raza negra.

En un duelo Francia-España, el delantero galo Thierry Henry chocó con el defensa español Carles Puyol, a quien sancionó el árbitro principal cuando ambos cayeron al suelo. «Levántate, negro mono», fue la vulgar frase que le profirió Luis Aragonés, director técnico español, al ariete francés.

Y lean el más reciente... en Europa. El jugador congoleño Matumona Zola rompió el contrato con el club Bruselas, de Bélgica, por los comentarios racistas vertidos contra él por el presidente de la entidad.

Según Zola, durante una reprimenda a los jugadores y técnicos del equipo por los malos resultados de las últimas semanas, el presidente Johan Vermeersch le recordó que «ya no estás en tu país y debes pensar en otras cosas aparte de árboles y bananas».

Mas las impudicias racistas también rebasan las fronteras europeas. El presidente de la Asociación de Futbolistas de Ecuador, Emilio Valencia, criticó los brotes de racismo surgidos en torno a la selección nacional, que disputa las eliminatorias sudamericanas rumbo al Mundial de Sudáfrica 2010.

Valencia lamentó que Johnny Baldeón, jugador del Deportivo Quito, haya insultado a su coequipero Jairo Campos, al decirle que por la presencia de «jugadores negros como él en la selección, Ecuador está como está en las eliminatorias, en el último lugar».

Nada, que por el color de su piel, a Campos, Eto’o, Henry, Drogba, Thuram, Zoro, Zola y muchos más, les tocó cargar con la oprobiosa herencia del pasado. Pero cuando marcan los goles se convierten en dioses.

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