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La grandeza está en el corazón

Lázaro Curbelo Pupo no pudo contener la alegría. Este carismático atleta discapacitado propinó más de 7 200 toques a la esférica ante la atenta mirada del público presente en el lobby del capitalino hotel Copacabana

Autor:

Osniel Velazco Hernández

Luego de una casi hora de fusionarse con el balón, sus pequeños pies estaban fatigados por el esfuerzo, pero cuando el cronómetro llegó a los 60 minutos, Lázaro Curbelo Pupo no pudo contener la alegría. Este carismático atleta discapacitado le había dado más de 7 200 toques a la esférica ante la atenta mirada del público presente en el lobby del capitalino hotel Copacabana.

Lazarito, como lo conocen todos, es un joven artemiseño que padece de enanismo. Sin embargo, domina el balón con gran maestría y ya posee varias marcas en estas modalidades; además dice estar muy orgulloso, pues «a pesar de mi tamaño, he podido ser un campeón».

«Mi meta eran los 5 000 contactos, sabía que no sería fácil, incluso tras la primera media hora me sentí cansado y por un momento pensé que no podía; pero sequé el extra y el resultado llegó», expresó Lazarito, extenuado, tras lograr la marca, que fue supervisada por Miguel López y Vladimir Massó, árbitros internacionales de la FIFA.

Luego de casi dos años fuera del entrenamiento, ahora vuelve para conseguir esta marca con solo un mes de preparación. «Muchas personas me han ayudado en este empeño, sobre todo mi mamá», quien no se perdió ni uno solo de sus golpes a la pelota. También dedicó agradecimientos a sus entrenadores Jorge A. Rodríguez y Douglas Hernández, al equipo de béisbol y la dirección de Deportes de su provincia, y muy especialmente «a mi hermana Murga».

Un logro que tiene algo nuevo para Lazarito, pues sus intentos anteriores fueron con peso sobre sus espaldas. Posee las marcas de 31 toques con 254 libras encima, lograda en 2009, y la de 183 con 105 libras a cuestas, realizada en 2011; por eso es conocido como el «pequeño gigante» del municipio de Caimito.

Este joven es un ejemplo de lo que se puede lograr con el esfuerzo y la voluntad de superarse a sí mismo. Su carrera deportiva ha estado llena de vicisitudes y ha sabido sobreponerse. Él es la prueba de que la grandeza está en el corazón.

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