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La holguinera todavía sueña con los Juegos Olímpicos. Autor: JIT Publicado: 14/03/2024 | 09:52 pm
Un triunfo en dos mangas (21-13 y 21-16) ante la peruana Namie Miyahira marcó el debut de la principal figura del bádminton cubano, Taymara Oropesa, en la edición 22 del Torneo Internacional Giraldilla de La Habana, con sede en la Ciudad Deportiva hasta el próximo domingo. Además del numeroso equipo local, intervienen atletas de Malta, Guatemala, India, Perú, Indonesia, Trinidad y Tobago, Kenia, Guyana, Irlanda, Jamaica, Brasil y Canadá.
La holguinera, minutos después de concluir su partido, le dijo a Juventud Rebelde que se enfrentó por primera vez a Miyahira, una adversaria que ha mejorado notablemente su juego desde la última ocasión que la vio. A pesar de que cometió algunos errores, aseguró sentirse bien y tranquila, toda vez que, generalmente, sus primeros enfrentamientos en este certamen los toma a modo de adaptación.
Oropesa declaró que su primera aspiración es incluirse en la final y después luchar por llevarse el título. Su siguiente duelo será hoy ante la guyanesa Priyanna Ramdhani —desafío inédito—, a la que debe doblegar sin muchas complicaciones, y posteriormente es bastante probable que se mida frente a la
irlandesa Sophia Noble en una de las semifinales.
Taymara actualizó un aspecto muy importante para ella desde hace varios meses, su situación con vistas a la clasificación olímpica a París 2024. Explicó que por puntos parece casi imposible que acceda a la capital francesa, pues debió competir más —recuerden que su único evento en el extranjero este año fue el Abierto Internacional de Azerbaiyán—, de ahí que sus esperanzas descansan en una plaza por wild card.
La atleta de 28 años, que competirá más adelante en el Campeonato Panamericano del deporte, en Guatemala, se refirió a su participación en la justa azerí. «Fue una lid bastante fuerte. Me quedé a un paso de entrar al draw principal, pues perdí contra una jugadora japonesa de buen nivel. Fue un partido parejo y tuve algunos errores no forzados. Me hubiese ayudado la compañía de mi entrenador, que no pudo asistir. La experiencia la valoro de muy buena, el solo hecho de estar allí, observando, me dio otro punto de vista del bádminton».
