En Barbados, como en cada lugar donde ha trabajado, Eliober ha sido muy exigente con sus alumnos. Autor: Cortesía del entrevistado Publicado: 04/10/2025 | 09:04 pm
Ha pasado nada menos que 40 años en las esquinas de los cuadriláteros haciendo crecer a sus alumnos con exigencias máximas y lecciones que van más allá de lo deportivo.
En ese tiempo como entrenador de boxeo, el bayamés Eliober Montero Silveira ha merecido múltiples lauros, incluyendo varios ganados en otros países. Sin embargo, el resultado que más ha saboreado fue el tercer lugar de su provincia, Granma, en el torneo nacional Playa Girón de 1995. «Creo, modestamente, que hicimos historia», expresa, para luego recordar aquella etapa en la que Cuba tenía varios púgiles estrellas en cada división.
Él estuvo entre los que iniciaron a Yovanis Aguilera Zamora, campeón nacional y participante en dos Juegos Olímpicos (Atlanta 1996 y Sídney 2000). Asimismo, ayudó a formar al monarca nacional Aldo Moreno, al subcampeón Adonis Conti, a los medallistas Yumaike Aguilar, Maikel Franco y a otros que vieron en él a un consejero y amigo.
Ahora, casi con 58 años, al repasar su trayectoria, recuerda que devino entrenador después de haber sido un atleta sin demasiado brillo, aunque, como señala bromeando, «llegué a ser campeón provincial en la categoría 13-14».
Él rememora las jornadas de sus inicios, en las que alistaba a los alumnos en el gimnasio del reparto Rosa la Bayamesa; su trabajo en la academia provincial y la EIDE Pedro Batista, centros en los que se convirtió en un profesor muy querido, al margen de su rigor en los ejercicios de cada mañana.
También atesora los éxitos alcanzados por sus pupilos durante los años en Venezuela (1997-2000), país en el que entrenó equipos juveniles.
Quizá la experiencia más difícil y estimulante fue la que vivió en Türkiye desde 2010. Allí tuvo que sobrepasar las barreras del idioma y abrirse paso como técnico del equipo de la categoría prejuvenil (15-16 años) que participó en el campeonato de Europa, celebrado en Hungría.
Con los equipos turcos viajó a Polonia, Kazajistán, Bulgaria, Países Bajos, China y otras naciones, y en cada pelea dejó algunos conceptos de la escuela cubana de boxeo.
Desde 2018 y hasta el presente presta colaboración en Barbados, un país que no aparecía en el mapa del boxeo y ya cuenta con una subcampeona (Kemara Stuart) en el evento Panamericano, desarrollado en Ecuador, en 2022.
Desde aquella nación reconoce que a veces lo inunda la nostalgia. «La tierra de uno nunca se olvida», dice.
«Mis padres Eros Ego Montero y Adalina Silveira siempre me dieron las mejores enseñanzas. Tengo cuatro hermanos: tres hembras y uno varón, de todos he recibido el apoyo.
«Mi esposa María del Carmen Méndez Torres es licenciada en Educación Especial y mi hija Eliansys Montero, quien fue nadadora, continuó mi camino porque es licenciada en Cultura Física. Ambas me han ayudado mucho, tienen una enorme paciencia», comenta con una sonrisa.
Y acota que es un privilegio pertenecer a la estirpe de los Montero-Mendoza, con más de 30 miembros dedicados a la enseñanza, que mereció el premio Familia Educadora, otorgada por la Asociación de Pedagogos de Cuba en diciembre de 2022.
«Eso quiero hacer eternamente: enseñar, tratar de que mis alumnos triunfen en el deporte y en la vida».