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El nuevo primer ministro de Haití, Ariel Henry. Autor: AP Publicado: 29/09/2021 | 09:53 pm
PUERTO PRÍNCIPE, septiembre 29.— El primer ministro Ariel Henry revocó a las autoridades del Consejo Electoral Provisional y pospuso los comicios presidenciales y legislativos previstos para noviembre, así como el referendo constitucional, lo cual apunta a alejar posibles salidas inmediatas a la profundización de la crisis haitiana.
Observadores señalaron que la medida rompió el acuerdo adoptado por el Gobierno y alrededor de 200 organizaciones sociopolíticas para la gobernanza pacífica, al aplazar las elecciones de manera indefinida.
Los funcionarios cesados del Consejo Electoral Provisional (CEP) calificaron de ilegal el decreto que los depuso al considerar que la orden dictada antes por el asesinado presidente Jovenel Moïse en septiembre del año pasado, solo podría ser derogada por alguien de igual rango.
Sin embargo, apuntó Telesur, el Tribunal de Casación, la mayor instancia judicial del país, había rechazado juramentar a sus miembros cuando fueron proclamados.
Precisamente, la crisis haitiana profundizada por el crimen contra Moïse se erigía, por una parte, en contradicciones y ambigüedades acerca de la fecha de culminación de su mandato.
«El tren se ha descarrilado durante algún tiempo en Haití. Queremos avanzar lo más rápido posible hacia la restauración de la democracia a través de elecciones», declaró Henry al comentar la medida.
La decisión tiene lugar después de otros hechos que tampoco apuntan a estabilizar la institucionalidad haitiana.
Hace dos semanas, el secretario del Consejo de Ministros, Renald Lubérice, presentó la renuncia luego de que el propio Henry fuese involucrado en el caso del magnicidio por dos presuntas llamadas telefónicas a dos de los implicados el mismo día del crimen, tras lo cual el Primer Ministro despidió al fiscal que lo señaló, Bed-Ford Claude.
«No sabría mantenerme bajo la dirección de una persona nombrada por Jovenel Moïse y acusada de su asesinato, que no entiende de cooperar con la Justicia y, al contrario, busca por todos los medios, obstruirla», afirmó Lubérice.
Henry había sido llamado a declarar ante el fiscal destituido sobre sus presuntas llamadas con Joseph Felix Badio, a quien se acusa de planificar y dar la orden de asesinato contra el presidente Moise, narró Telesur.
Pero el Primer Ministro envió una misiva al juez informándole del fin de sus funciones «por faltas administrativas graves», aunque no detalló en el texto las infracciones. Lo que ha trascendido es que, ciertamente, no es ese magistrado quien está al frente de la investigación.
Según indicó PL, el defensor de los derechos humanos, Pierre Esperánce, ha asegurado que las autoridades de Haití protegen a Badio, sospechoso de dar la orden de asesinato contra Moïse.
Espérance coordina la Red Nacional en Defensa de los Derechos Humanos y dijo este miércoles en el programa radial Magik9 que tanto el primer ministro, Ariel Henry, como el jefe de la Policía, León Charles, velan por la seguridad de Badio, considerado pieza clave en la operación de asesinato de Moïse.
Algunos de los detenidos han señalado que Badio coordinó las acciones y se reunió con miembros del comando armado que integraron exmilitares colombianos, quienes ultimaron al mandatario.
A pesar de todo, el Primer Ministro ha reiterado su intención de llevar a los responsables del crimen ante la justicia, y aseguró que «ninguna maniobra política, ninguna campaña de los medios de comunicación, me hará olvidar este objetivo: hacer justicia para con el presidente Moïse», declaró en su intervención ante la Asamblea General de la ONU.
A estos acontecimientos se suma el accionar de las bandas armadas y la creciente ola de haitianos que acuden al éxodo para buscar otros horizontes, en lo que se ha identificado como una crisis migratoria.
El domingo pasado, el asesinato del diácono Sylner Lafaille y el secuestro de su esposa se sumó a los casos de violación, homicidios y secuestros por parte de las pandillas, lo que ha sido denunciado por distintas instituciones haitianas.
Mientras, la Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA) en Haití anunció que están movilizados junto al Gobierno para atender a los miles de migrantes expulsados de Estados Unidos luego del intento de entrar ilegalmente a ese país, en cuyas fronteras han sido tratados como esclavos modernos con el uso de policía montada y latigazos.
Desde el 19 de septiembre, al menos tres mil 700 haitianos fueron devueltos de manera expedita, tras reunirse en la frontera que divide a México de Estados Unidos para intentar solicitar asilo político. Pero la OCHA estima que la cifra supera los 13 000 si se contabiliza desde enero de este año, y su objetivo es «asegurar que su regreso se lleve a cabo con dignidad, a pesar de los crecientes desafíos humanitarios y de protección», confirmaron en un comunicado.
