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Una nueva ronda de conversaciones migratorias entre las delegaciones de Cuba y Estados Unidos se efectuará este jueves 21 de abril, en Washington, la capital estadounidense. De acuerdo con un comunicado de nuestra Cancillería en Twitter, la delegación cubana estará presidida por el viceministro de Relaciones Exteriores, Carlos Fernández de Cossío.
Como se conoce, a finales de diciembre de 1980 se realizaron reuniones entre representantes cubanos y estadounidenses, la primera en Nueva York, para que la migración cubana se hiciera de forma legal y ordenada, y como parte de esos acuerdos Estados Unidos se comprometió a otorgar hasta 20 000 visas anuales; y en diciembre de 1984 se firmó un acuerdo de Normalización de Relaciones Migratorias entre Estados Unidos y Cuba.
Sin embargo, con altibajos, han continuado las tensiones en ese ámbito porque, entre otros temas, Washington ha mantenido los privilegios de la llamada Ley de Ajuste Cubano que estimula la migración ilegal. Por acuerdos de 1994 y 1995 se estableció realizar rondas de conversaciones dos veces al año, alternando los lugares entre Nueva York o La Habana, y en ellas se evalúa la marcha del cumplimiento de lo estipulado.
Por etapas y según el accionar de diferentes administraciones estadounidenses, se han agudizado las tensiones, afectando las condiciones de la migración cubana. Lo que ha sucedido cuando se han incrementado medidas de hostilidad, fundamentalmente en la política de bloqueo.
La política de Washington hacia la migración cubana entró en profunda crisis en la administración de Donald Trump a partir de 2017 al violar los acuerdos y, entre otras medidas, cerrar los servicios consulares de Washington en La Habana, obligando a quienes desean migrar tener que acudir a terceros, entre otros obstáculos, como el incumplimiento del número de visas otorgadas, y las restricciones de viajar, que han propiciado el aumento de la migración irregular, ilegal e insegura.
Esas acciones en medio de un recrudecimiento del bloqueo y de una situación económica crítica agravada por la pandemia del coronavirus, empeoró la situación y propició un aumento de la migración.
La administración de Joseph Biden le dio continuidad a esa política y, recientemente, Ernesto Soberón Guzmán, director de la Dirección General de Asuntos Consulares y de Cubanos Residentes en el Exterior, denunció que en las últimas semanas un grupo de nuestros ciudadanos afrontaban dificultades al intentar viajar a países de nuestra región inmediata con la nueva exigencia de obtener visas para visitar o hacer tránsito en algunos de ellos, situación que calificó de compleja, que el Gobierno cubano está atendiendo con sumo rigor.
La declaración de Soberón Guzmán del pasado 24 de marzo mantiene que «es absolutamente injusto aplicar sobre el aspirante cubano a emigrar los cambios de conducta del Gobierno de Estados Unidos» y denuncia la tradicional política desestabilizadora de ese país contra Cuba y «el afán de utilizar a la población como rehén de una ambición hegemónica y hostil contra Cuba, y contra nuestro Gobierno».
