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Efectivos de la Guardia Nacional protegen edificios en Los Ángeles. Autor: AP Publicado: 12/06/2025 | 04:13 pm
WASHINGTON, junio 11.— El presidente Donald Trump ha dicho que podría invocar la Ley de Insurrección, que le otorga la autoridad para desplegar las fuerzas armadas estadounidenses en territorio estadounidense, mientras continúan las protestas y los disturbios en Los Ángeles por las redadas y deportaciones de inmigrantes.
Si bien la Ley Posse Comitatus de 1878 limita ampliamente la participación de las fuerzas armadas en la aplicación de la ley civil, la Ley de Insurrección, de 218 años de antigüedad y firmada por el presidente Thomas Jefferson, permite al presidente desplegar las fuerzas armadas para reprimir una «insurrección», «violencia doméstica» u otros disturbios públicos que obstruyan la ejecución de las leyes federales o priven a las personas de sus derechos constitucionales, explicó Politico.com.
La ley establece que un presidente puede enviar a las fuerzas armadas —ya sea en consulta con funcionarios estatales o cuando «el Presidente considere que obstrucciones, combinaciones o reuniones ilegales, o rebelión contra la autoridad de Estados Unidos hacen impracticable la aplicación de las leyes de Estados Unidos»— contra ciudadanos estadounidenses.
Trump, quien no ha invocado la ley, se ha apoyado en otras autoridades ejecutivas para desplegar 4 000 efectivos de la Guardia Nacional en Los Ángeles, junto con 700 infantes de marina en servicio activo, aunque estos tienen prohibido participar en actividades policiales a menos que Trump invoque oficialmente la Ley de Insurrección.
Sin embargo, el martes, desde el Despacho Oval, el presidente dijo: «Si hay una insurrección, sin duda la invocaría». «Ya veremos… Si no interviniéramos ahora mismo, Los Ángeles estaría en llamas», señaló la publicación.
Por su parte, un análisis de CNN de esa situación apuntaba: «Haciéndose pasar por un líder de guerra, el presidente Donald Trump está construyendo un argumento político para usar tropas estadounidenses no en un conflicto exterior, sino en el país, para reforzar sus redadas de deportaciones masivas», agrega la cadena televisiva que «en una campaña emergente con profundas implicaciones constitucionales, Trump está creando una narrativa de invasión e insurrección. Está exagerando el desorden en los disturbios, saqueos y protestas relativamente contenidos en Los Ángeles. E insinúa que, para mantener la seguridad del país, está listo para desplegar soldados por todo el país».
Agrega CNN que Trump hizo luego un discurso altamente politizado ante las tropas en Fort Bragg, Carolina del Norte, en el cual describió barrios enteros de Los Ángeles como atrapados en las garras de una fuerza de ocupación de «pandillas transnacionales y redes criminales». «Liberaremos Los Ángeles», dijo Trump, como si se refiriera a una ciudad tomada por un ejército extranjero hostil. «Utilizaremos todos los recursos a nuestra disposición para sofocar la violencia y restablecer la ley y el orden de inmediato. No vamos a esperar siete u ocho días a un gobernador que nunca llamará y ver cómo arden las ciudades».
En otro acontecimiento el martes que pareció revelar las intenciones del gobierno, el Departamento de Seguridad Nacional confirmó que la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, solicitó previamente al secretario de Defensa, Pete Hegseth, que ordenara a las tropas en Los Ángeles arrestar a los manifestantes.
El San Francisco Chronicle informó que Noem presentó la solicitud —que probablemente violaría la ley de llevarse a cabo— en un memorando del fin de semana. El DHS aclaró posteriormente que Noem redactó el memorando antes de que ella y Hegseth se reunieran con Trump.
Según el artículo de CNN, Trump está utilizando agresivamente su autoridad como comandante en jefe y «ha reavivado los temores sobre su vena autoritaria».
Dice CNN que Trump marcó la pauta del próximo desfile militar del sábado 14 de junio en Washington para celebrar el 250 aniversario de las fuerzas armadas estadounidenses, que coincide con su cumpleaños 79, con una sombría advertencia en el Despacho Oval: «Si alguna protesta intenta salir, se encontrará con una fuerza descomunal», declaró a la prensa. «No he oído hablar de ninguna protesta. Pero, como saben, se trata de gente que odia a nuestro país», dijo sobre la posibilidad de que los ciudadanos ejerzan su derecho constitucional a la disidencia pacífica.
Mientras tanto, continúan las redadas del ICE contra los inmigrantes en todo el país, y según Telesur, las detenciones de manifestantes suman al menos 600: 378 detenidos en Los Ángeles, más de 190 arrestos confirmados en otras ciudades de California, y 86 manifestantes apresados en Nueva York, todos en el marco de acciones ciudadanas contra el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) y la militarización impuesta desde Washington.
