El verano, ese tiempo de esparcimiento más masivo, de mayores y variadas ofertas, confirma esa virtud cubanísima de esgrimir buena cara al mal tiempo con el humor añadido hasta para reírnos de nuestros avatares.
Esa verdad verdadera se relaciona con la manera viril y contundente con que siempre hemos respondido a la agresión y al verbo malicioso e irracional: plantando, es decir,¡con…!
Esas virtudes de herencia mambisa se entrecruzaron quizá, como nunca antes, en este verano generador de temperaturas casi inéditas. ¡Le zumba! ¿Verdad?
Durante ese lapso acostumbramos a tirar para la cuneta lo que intenta asfixiarnos para refrescar la mente y animar ese corazón bien grande que tenemos en medio del pecho. ¿Quién lo duda? ¡Ni los papagayos! Susurra el Bobo de Hatillo.
Hacemos bien. Estudios científicos demostraron que la recreación aporta grandes beneficios para el equilibrio mental del ser humano: constituye a la relajación, disminuye la ansiedad, mejora la circulación, la respiración, la digestión…
A tono con ese sabio consejo, avalado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), brota la carcajada del optimista, aunque no tenga ni café al levantarse, a fin de espantar la depresión, mientras el pesimista solo divisa caminos cerrados, el horizonte que debemos conquistar le causa náuseas y casi siempre apabullado por las penas termina en terapia intensiva.
Por suerte, son mayoritarios los que desandan los caminos tormentosos sin la amargura perenne a cuestas, empuñan la brújula de la esperanza que le encajan de apellido, en los saludos en plena calle, el simple: aquí estamos, vivimos, sobreviviendo, que es bastante. ¡Uf!
Ahí están los que disfrutaron de las opciones recreativas organizadas con cierto nivel de aseguramiento en ciudades, pueblos, comunidades… de diversas manifestaciones del arte.
Un amplísimo muestrario de la sociedad participó en las entregas de las instituciones culturales y del Inder con un mayor acento hacia niños, adolescentes y jóvenes. ¿Y de la calidad qué? Diversa. Tampoco le pidamos,respetable, peras al olmo. Usted sabe.
En la geografía villaclareña, semejante en todo el país, la Asociación Hermanos Saíz realizó por comunidades del Escambray la cruzada artística literaria Monte Soy, integrada por grupos de teatro, compañías danzarias, creadores de artes plásticas y solistas; también la Brigada de Instructores de Arte José Martí alegró en los municipios y, además, la dirección de Cultura propició conciertos de reconocidas orquestas, festivales de música, exposiciones…
Lo organizado propició sentirnos mejor, incentivar más el optimismo vital para enfrentar una circunstancia crítica, hasta el punto de que, si un enfermo la afronta con confianza, seguridad y tranquilidad, los médicos suelen enfatizar: está luchando por su vida. Eso estamos haciendo, ni más ni menos. ¡Qué nadie lo dude!
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