Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

¡Envejecimiento saludable, sí!

La sociedad mundial debe ganar en cultura gerontológica, lo que significa que aprendamos a convivir en armonía y salud con los ancianos

Autor:

Juventud Rebelde

¿Arribará usted a los 60 años? Si ya sobrepasó esa edad ¿cuántos más onomásticos desea celebrar?

Antes de responder, dedique unos minutos a evaluar sus estilos de vida, su disciplina en la cotidianidad, su apego o no a determinados vicios… Piense, en todo caso, si usted mismo promueve su bienestar o si ha decidido abandonar las actividades físicas y emocionales que antes de «cierta edad» realizaba.

Sucede que transcurre el segundo año de la Década del envejecimiento saludable, la que se extiende hasta 2030, y que tiene como objetivo aunar a los gobiernos, la sociedad civil, los organismos internacionales, los profesionales, las instituciones académicas, los medios de comunicación y el sector privado para que durante diez años sean capaces de desarrollar estrategias y acciones para mejorar la vida de las personas mayores, sus familias y las comunidades en las que viven.

La población envejece en todo el mundo con rapidez. Usted lo sabe. Suman más de mil millones de personas que tienen 60 años o más en el planeta y la mayoría de ellas se encuentran en países de ingresos bajos y medianos y se enfrentan a diario a numerosos obstáculos que les impiden participar plenamente en la sociedad.

La estrategia global impulsada por la declaración del Decenio incluye cambiar la forma en que pensamos, sentimos y actuamos hacia la edad y el envejecimiento.

Ademas, se aboga por asegurar que las comunidades fomenten las capacidades de las personas mayores y que se les ofrezca atención integrada y centrada en la persona, así como servicios de salud primaria que respondan a sus necesidades.

Cuba comprende hoy más que nunca que el envejecimiento saludable es el proceso de fomentar y mantener la capacidad funcional que permite el bienestar en la vejez.

Por eso muestra hoy un panorama favorable para el disfrute de una vida plena, aún en la tercera edad, porque son muchas las iniciativas que se despliegan en todos los sectores de la sociedad.

Es notable la voluntad gubernamental y de todas las instancias para garantizar esa plenitud desde el campo de la salud y de la Seguridad Social, pero sin dudas, lo más importante es estimular —y que usted así lo asuma— hábitos de vida saludables.

Por ello tomo como referencia el tema de este 2022 para el Día Internacional de las Personas Mayores, celebrado cada 1ro. de octubre: La resiliencia de las personas mayores en un mundo cambiante. ¿Se da cuenta? Puede ser usted mismo quien siente la pauta.

Serán muchos los desafíos a lo largo de la vida. Serán numerosos los conflictos, y también las pasiones desenfrenadas, pero la clave radica en saber adaptarnos a lo que se presenta, aceptar la realidad sin depresión, trazarse un plan objetivo cada amanecer, y sobre todo, creérselo.

Tenemos alrededor del 20 por ciento de la población cubana perteneciente a la tercera edad, y si bien resulta un logro del sistema de Salud Pública, representa igualmente un reto.

Por eso, convocamos a todos a fomentar esa conciencia del autocuidado, de la sensibilización oportuna del vivir mejor, de no dejar en manos de otros solamente lo que podemos, en nuestra dinámica cotidiana, cambiar.

La sociedad debe ganar en cultura gerontológica, lo que significa que aprendamos a convivir en armonía y salud con los ancianos.

Eliminar barreras arquitectónicas, evitar exclusiones, promover espacios sanos, fomentar lazos de socialización y promover la formación de especialistas en las Ciencias Médicas que, además de poseer los conocimientos científicos,  sean capaces de desarrollar empatías con quienes hoy son lo que ellos serán mañana.

Sin embargo, reitero, la resiliencia se cultiva. No puede aprenderse de un tajo, se desarrolla. Y ante cada embate de la vida, se endurece. No es una cuestión de edad ni de filosofía que algún experto instaure en nuestro cerebro. Es una actitud ante la vida.

No son los adultos mayores los desventajados o los dependientes eternos de un país. El envejecimiento es un reto que Cuba tiene por delante, y despojarse de esas etiquetas continuará siendo prioridad. Que sea saludable debe ser, entonces, una ambición personal en primera instancia.

No cejará el país y todas las entidades involucradas en brindarnos esas oportunidades de vida plena aun en tiempos de la tercera edad.

Pero debemos todos, en cualquier momento de nuestra vida, contribuir a ello y entender que cada uno será, en el futuro —y ojala que así sea— uno de esos adultos mayores que, en algún momento, motivó la declaración de la Década del envejecimiento saludable,

Desde que somos jóvenes, le propongo, sumemos vida a los años, que es mejor. ¿No lo cree así?

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