Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Aunque es muy difícil encontrar datos exactos sobre el tema, diversos estudios sitúan que por esa causa se perjudica anualmente entre un 30 y un 40 por ciento del equipamiento informático, fundamentalmente por la falta de una limpieza programada.

Lo que muchos expertos llaman «mantenimiento correctivo» en la mayoría de los casos requiere muy pocos recursos, y solamente con una buena ubicación y ventilación para las computadoras, alarga mucho su vida útil.

Aun así casi ninguna entidad dedica presupuesto a «herramientas» tan sencillas como brochas para eliminar el polvo, sprays especiales para quitar incrustaciones o una simple goma de borrar para limpiar los contactos eléctricos, mientras que en el contenido de muchos técnicos en Informática el tiempo que deben dedicar al mantenimiento de los equipos no aparece por ningún lado.

Se trata, en la mayoría de las ocasiones, de invertir centavos para ahorrar cientos y hasta miles de pesos.

La evolución actual de los equipos computarizados ha determinado que en no pocos casos resulte mucho más barato cambiar algún dispositivo que tratar de repararlo, tanto por el nivel de integración de la mayoría de los componentes, como por los recursos que se precisan para ello.

Hay quienes llevan esta realidad a extremos, y son escasos los organismos cubanos que reparan ellos mismos sus equipos de computación, o cuentan con presupuesto y personal calificado para ello.

A esto se une que también el mantenimiento se ha vuelto asignatura pendiente, y los que trabajan con la computadora dejan la simple limpieza del mouse o del teclado a la responsabilidad del técnico en Informática, mientras ni siquiera colaboran lavándose las manos antes de usarlos, o evitando comer o fumar encima de estos.

En el ámbito operativo, la reconfiguración de la computadora y los principales programas que utiliza, que pasa por la revisión de los recursos del sistema, memoria, procesador y disco duro, así como la optimización de la velocidad de desempeño del equipo, son cuestiones sencillas que puede realizar cualquiera con elementales conocimientos informáticos.

Los expertos consideran que este mantenimiento a fondo de los componentes y del sistema operativo debe hacerse al menos dos veces al año, aunque esto depende también del régimen de trabajo de la computadora, su ubicación y las temperaturas a que esté sometido.

Muchas veces se olvida que es precisamente la ubicación física de una computadora en un local uno de los elementos determinantes para lograr que nos dure un poco más.

En el hogar, por ejemplo, se recomienda que se ubique lejos de las ventanas, para evitar los rayos del sol y que el polvo se acumule con mayor rapidez. El mueble donde se ubique debe ser fácil de limpiar y si la habitación está alfombrada debe aspirarse con frecuencia.

Tampoco es conveniente utilizar la torre central para ubicar el monitor sobre ella, y mucho menos usar el monitor como «repisa» donde poner papeles, ya que esto propicia que acumule más calor.

A las recomendaciones anteriores, que son muy similares si se trata de sistemas ubicados en oficinas, habría que agregarle que se debe tener una cultura de limpieza alrededor y con el equipo, ubicando lugares donde lavarse y secarse las manos antes de su uso, y habilitando fundas protectoras para teclados, monitores y unidades centrales, para cubrirlas cuando estas se apaguen al final de la jornada.

Un detalle aparentemente insignificante, pero de suma importancia para los dispositivos electrónicos, es que se ubiquen lejos de otros equipos que generen campos magnéticos, incluso de la bocinas, ya que pueden dañar la información que contienen o descalibrar el monitor.

Una limpieza preventiva, que para muchos es responsabilidad de «otros», puede ser desarrollada por casi cualquier persona, siempre que tenga el interés y el cuidado adecuado, y cuente con un mínimo de recursos para ello.

Se recomienda ante todo equiparse de un juego de atornilladores —principalmente con puntas de estría o de estrella—, una pulsera antiestática, una brocha pequeña, goma de borrar, alguna aspiradora pequeña o en su defecto un hisopo soplador, algunos trozos de tela seca, y si es posible algo de alcohol isopropílico y hasta un aerosol lubricante.

Lo primero para este mantenimiento es buscar información sobre la estructura interna del equipo y cómo se interconectan los dispositivos, para no improvisar en su arme y desarme, y que al final nos vaya a sobrar algún «tornillo».

Es importante desconectarlo completamente de la energía, ya que muchas veces tratando de solucionar un problema creamos otro, por la manipulación de algún dispositivo mientras el equipo aún tiene electricidad.

Hay que tener presente que el objetivo principal de un mantenimiento no es desarmar y armar, sino limpiar, lubricar y calibrar, por lo cual eliminar el polvo y las incrustaciones debe hacerse firmemente, pero con cuidado.

Para ello, retire la tapa de la unidad central y posteriormente, con mucho cuidado, quite las diferentes tarjetas de interface (video, sonido, módem, memoria), fijándose bien en su ubicación en el esquema de la máquina, o dibujando uno usted mismo si es necesario.

Para manejar estas tarjetas electrónicas se recomienda utilizar una pulsera antiestática con el fin de prevenir las descargas electrostáticas del cuerpo, pero en todo caso al menos nunca lo haga si está haciendo contacto físico de alguna parte de su cuerpo con paredes, piso o partes de otro equipo.

Los contactos de estas tarjetas pueden limpiarse fácilmente con una goma de borrar, y sacudiéndolos después, al igual que las ranuras donde van ubicados, con una brocha fina. Utilice además el soplador para ir quitando el polvo sin necesidad de estar manipulando directamente los contactos.

A su vez debe retirar los cables de datos que conectan los discos con la placa madre o motherboard, los cuales pueden limpiarse con un paño o una brocha, y enderezarlos cuidadosamente al igual que el resto de los cables. Si puede, únalos lo más posible con algún pequeño fragmento de plástico flexible, para que facilite la circulación del aire dentro de la computadora.

Quizá el paso más complejo y que requiere de accesorios específicos es la limpieza de los discos, especialmente de los lectores de disquete y de CD-ROM o DVD-ROM. Para estos se precisa de un «disco de limpieza» y un solvente especial, así como mucha paciencia en su manipulación.

En el caso de los disquetes, estos van eliminando parte de su recubrimiento con el paso del tiempo, lo cual cae en la unidad lectora, mientras que en los CD-ROM y DVD-ROM sucede algo similar, agravado en ambos casos con la entrada de polvo.

No obstante, y si bien un «kit» de limpieza puede costar entre 5 y 15 pesos convertibles, de acuerdo a su uso y calidad, esta es una inversión mínima, especialmente para las empresas, comparada con el costo que tiene la rotura de estos dispositivos.

Si usted es de los que cree que la limpieza no es tan necesaria para una computadora, pruebe mientras lee estas líneas a revisar cuánta suciedad hay acumulada en la rueda de su mouse, e incluso vire al revés el teclado y sacúdalo con cuidado para que vea cuánta mugre cae de él.

Solo verificando que todos los cables estén debidamente conectados para evitar un cortocircuito, desenredándolos para mejorar la torcedura que puede partirlos, pasando un paño limpio de vez en vez sobre el monitor, o quitando algo de suciedad del teclado y el ratón, la computadora funcionará mucho mejor y alargará su vida útil.

Otros procesos informáticos, como mantener actualizados los antivirus, ejecutar un chequeo de disco periódicamente, desfragmentarlo y mantener copias de seguridad en soportes externos con la información más importante, son igualmente cruciales, aunque este tipo de mantenimiento merece un análisis más detallado.

Lo principal es que muchas de estas acciones, si bien podemos hacerlas nosotros mismos, deberían y tienen que estar contempladas dentro del esquema básico de trabajo con equipos de computación, tanto a nivel personal como en el ámbito institucional.

Sería interesante alguna vez calcular cuántos miles de pesos se pierden en computadoras rotas, por no invertir algunas decenas en garantizarles condiciones de temperatura adecuadas y al menos algún tipo de mantenimiento de vez en cuando.

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