Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Condones: bloqueo al sexo seguro

La política de bloqueo del gobierno de Estados Unidos contra Cuba también amenaza los convenios con mercados internacionales que suministran preservativos Pregunte sin pena Sabías que...

Autor:

Mayte María Jiménez
Por increíble que parezca, cínicamente, también buscan perturbar la llamada del placer, y el éxtasis de quienes gustan disfrutar del erotismo y el sexo, de una manera segura y saludable.

Bajo las presiones suscitadas por la política de bloqueo económico contra Cuba, se han visto amenazados los convenios que el país mantiene con mercados internacionales que suministran anualmente los condones —único método seguro en la prevención del VIH/sida y otras enfermedades de transmisión sexual— a más de 6 100 400 cubanos que mantienen una vida sexualmente activa.

Así sucedió con la conocida marca Vive de preservativos, perteneciente a la Population Service International, Organización No Gubernamental (ONG) a la cual, en el año 2005, el Departamento del Tesoro del gobierno norteamericano no renovó la licencia para continuar los proyectos de colaboración con Cuba, y por recomendaciones de los propios abogados, el organismo abandonó la Isla y su distribución de preservativos a los grupos vulnerables de contraer sida.

Según explicó el doctor Miguel Ángel Sosa, presidente de la Sociedad Científica Cubana para el Desarrollo de la Familia, esta organización, a finales del año 2001 había realizado, en el reconocido Hotel Nacional, el lanzamiento de la campaña Vive, que apoyaría al Programa Nacional de Prevención y Control de las ITS /VIH/sida.

Y para el 29 de noviembre de 2002 se inició la venta y abastecimiento de los condones en todo el país, que solo se mantuvo hasta el pasado año 2007, tras agotarse las reservas existentes y las importaciones ya bajo contrato, luego de que se cancelaran las relaciones comerciales.

Contra todos los sentidos

En Cuba más del 70 por ciento de las personas que emplean el preservativo como método anticonceptivo son jóvenes, condición que los ubica en uno de los grupos poblacionales más vulnerables al contagio de enfermedades de transmisión sexual, entre ellas el VIH.

Hasta octubre de 2007 y desde 1986 se habían diagnosticado en el país más de 9 000 personas con VIH; de ellos habían enfermado de sida más de 3 000.

Investigaciones publicadas por el Centro Nacional de Prevención de las ITS/VIH/sida reflejan que el contagio se ha ido desplazando hacia los mayores de 40 años, mientras que en los jóvenes se estabiliza la tasa, ya que estos últimos acuden más a los preservativos como método de protección.

Sin embargo, sin importar el costo de vidas humanas los cubanos siguen siendo víctimas de los intentos de obstaculizar el desarrollo del Programa Nacional de Prevención y Control de las ITS/VIH/sida, dada la negativa de compañías norteamericanas a vender equipos para la técnica de diagnóstico y tratamiento de seropositivos y enfermos.

Los análisis para determinar la presencia en sangre del virus deben ser una rutina y no un evento esporádico, pues si el VIH se detecta tempranamente se reduce el contagio a otras personas y se alarga el período de adquirir la enfermedad (sida).

Los informes publicados describen cómo sistemáticamente se entorpece en el mercado internacional la adquisición por nuestro país de importantes medicamentos o materias primas de origen estadounidense para la elaboración de fármacos y tratamientos a esta enfermedad.

Alternativas vs. dificultades

Aunque nunca se logró comprobar directamente, en el caso del anticonceptivo inyectable hormonal depoprovera, este medicamento estuvo por tres ciclos de tres años en falta en los almacenes centrales de las agencias internacionales de planificación familiar que comercializaban con Cuba, mientras en el resto del mundo este profiláctico se expendía sin señales de falta.

Este fármaco permitiría que la población que no puede usar otros anticonceptivos, entre ellas las mujeres mayores de 30 años de edad, pudieran disponer de una alternativa anticonceptiva de elevada calidad y seguridad, que además no presenta marcados efectos secundarios.

Según comentó el doctor Sosa, muchas veces, no solo en el campo de la planificación familiar sino en la salud en general, se han enfrentado a situaciones similares, en las cuales de manera muy sutil las empresas o productoras se distancian de las comercializadoras cubanas por temor al acecho implacable que el gobierno norteamericano ha montado a través del bloqueo.

De ahí que como una nueva alternativa de sexo seguro para los cubanos, además de los preservativos chinos que se mantienen en el mercado y representan actualmente más del 80 por ciento del consumo nacional, apareciera Vigor, una marca cuya imagen publicitaria fue diseñada y patentada en la Isla, y se comenzó a comercializar en los diferentes puntos de venta del país.

Alrededor de 15 millones de preservativos Vigor fueron destinados en el año 2007, junto a los 8 millones que se convenian por donaciones del Fondo Mundial de Naciones Unidas y otras instituciones sanitarias a nivel internacional para la lucha contra el sida.

Y aunque los programas y estrategias trazados por el Estado evitaron a tiempo que esta medida de bloqueo del gobierno norteamericano entorpeciera la campaña de prevención y las líneas de educación sexual por las que abogan los cubanos, como afirmó el doctor Sosa, «la amenaza siempre está presente, y los seguidores de las políticas del bloqueo no cesan la persecución a cuanta transacción comercial realice Cuba, no importa si son preservativos, vacunas o medicamentos, el asedio es implacable».

Actualmente unos 40 millones de personas viven infectadas de VIH/sida, de ellos el 95 por ciento en países en vías de desarrollo, información suficiente para que los hacedores de política y entes de poder en el mundo, en vez de matar, dirijan sus esfuerzos a salvar vidas.

Solo en el 2004, cinco millones de personas resultaron infectadas; y mientras países como Cuba y organismos internacionales de apoyo humanitario diseñan estrategias, campañas de prevención, atención social y educación sexual en los países menos desarrollados, otros despliegan su hegemonía contra lo más íntimo de una persona, su sexualidad.

Pregunte sin pena

A.A.: Hasta el momento, rechazo a todo el que se me acerca buscando más que una amistad. Lo primero para mí es realizarme profesionalmente. Considero no tener tiempo suficiente para una relación. Tengo 20 años.

Si es tu decisión evitar una relación de pareja, no veo ningún problema en ello. El momento de iniciar la vida amorosa depende de cada quien. Ni siquiera es obligatorio vivir en pareja algún día. Es y será siempre tu decisión.

Las relaciones de pareja constituyen un reto, que se puede superar en tanto el deseo y el placer asociados compensen el malestar implícito.

Por lo que nos cuentas, entendemos que solo te interesa realizarte profesionalmente y toda tu vida se supedita a esto. Refieres tu rechazo a todo pretendiente, sin mencionar ningún conflicto, duda o arrepentimiento por ello.

Es posible que para ti sea problemático responder a los otros cuando te inquieren o cuestionan por qué a tu edad aún no tienes pareja. De ser así, tu problema no radica en decidir tener una relación amorosa no deseada. En tal caso, tal vez, necesites ayuda para que te afecte menos la evaluación externa.

Pero debes advertir que no todo lo dicho por las personas que nos rodean, quienes suelen opinar sobre todo, nos resulta significativo; ni siquiera cuando se trata de nosotros mismos. Aunque no siempre es evidente, nos quedamos pensando en aquello que guarda estrecha relación con nuestro mundo subjetivo, aquello asociado a alguna idea, duda, preocupación, culpa profundamente nuestra, a pesar de actuar como si no existiera, deportándolo al inconsciente.

Quizá sea oportuno que te preguntes por qué escribes a nuestra sección dedicada a abordar problemáticas asociadas a la vida en pareja y la sexualidad si a ti no te presenta ningún enigma el hecho de no desear pareja a los 20 años.

Los problemas no lo son porque a otros les parezca raro nuestro proceder. Alguien necesita ayuda psicológica sobre todo cuando sufre de algo que no puede superar a solas.

Mariela Rodríguez Méndez, Máster en Psicología Clínica, Consejera en ITS y VIH/sida. Psicoanalista

Sabías que...

Las consecuencias de las crisis económicas no solo están provocando estragos en el mundo laboral o aquejan las finanzas individuales, sino que afectan emocionalmente a los ciudadanos, a tal punto que se generan en ellos respuestas negativas en sus relaciones sexuales, según indican estudios recientes realizados en España.

Las turbulencias económicas que se viven en esa región, así como en el resto del mundo, podrían estar influyendo de manera arbitraria en las relaciones sexuales satisfactorias, registrándose un aumento de los casos de impotencia. Durante estos períodos de crisis, aumenta el insomnio, la falta de apetito, el cansancio, la tristeza, el nerviosismo, la irritabilidad y el pesimismo, condiciones que influyen negativamente en la realización satifactoria del acto sexual.

La aparición de este padecimiento sobreviene en diversas fases. Un primer episodio, donde la ansiedad impera, puede convertirse en una «experiencia frustrante», en el cual el varón ve afectada su autoestima, y por otra parte el aquejado incurre en pensamientos obsesivos, que generan más inseguridad e ideas de culpa. Si a esta situación se añaden problemas previos en la relación de pareja o dificultades a la hora de establecer relaciones interpersonales, la situación puede volverse más amenazadora o displacentera, subrayan.

El perfil del varón que visita las consultas urológicas por este motivo es el de un hombre de 35 a 45 años, sin alteraciones orgánicas, con relaciones sexuales previas satisfactorias, pero que a partir de un expediente de regulación de empleo o cese en su actividad laboral, sugiere que empiezan a aflorar problemas de pareja.

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