Acuse de recibo
El pasado 21 de febrero, y desde el municipio capitalino de Guanabacoa, el lector Jesús Rodríguez Vega saludaba la creación de una nueva fábrica de bandejas para huevos en el país, y al mismo tiempo fustigaba cómo en los contenedores de basura aparecen, desechados, esos envases de cartón.
El lector notificaba que cuando los clientes adquieren ese alimento en el comercio minorista, sencillamente les venden los huevos acompañados de las bandejas, y los establecimientos no hacen nada por recuperarlas.
Advertía Jesús que si a los centros comerciales se les exigiera por la recuperación de esos envases, o al menos se buscaran fórmulas atractivas y estimulantes para que los mismos retornaran, no se dilapidarían tantas bandejas.
«¿Cuántas bandejas podrían recuperarse o, al menos, reciclarse para disminuir los costos de producción? ¿Qué dicen la Avicultura, el Ministerio de Comercio Interior y la Unión de Empresas de Recuperación de Materias Primas (Uermp)?», manifestaba entonces este redactor.
Al respecto responde Isabel Alfonso González-Abreu, directora del Área de Productos No Metálicos de la Uermp, que las 16 empresas de esa Unión recuperan las bandejas de huevos después de usadas, «siempre y cuando estén libres de cáscaras y residuos de huevos u otros contaminantes, tales como grasas, alimentos, metales y plásticos».
La recuperación de ese desecho reciclable, afirma, se realiza a través de la red de 312 casas de compras de materias primas a la población que existen en todos los municipios del país; así como en las entidades estatales generadoras de ese producto, en cumplimiento de la Ley 1288/75.
Añade la funcionaria que Jesús fue visitado por directivos de la Uermp, y durante el encuentro se le explicaron las variantes utilizadas para la recuperación de las bandejas después de usadas.
Reconoce Isabel la preocupación de Jesús por el reciclaje de desechos, tarea que involucra a toda la sociedad, y con un importante impacto tanto medioambiental como para la economía del país. Aclara que, en el caso de ese producto, se destina su recuperación a la sustitución de importaciones, mediante su venta a la fábrica que las produce.
Agradezco la respuesta de la directiva. Solo lamento que, precisamente porque no se pueden recuperar bandejas ya contaminadas, Comercio Interior no explique el porqué se les entregan las bandejas de cartón a los clientes cuando adquieren huevos, y por esa vía se pierde la posibilidad de un mayor reciclaje. ¿Es que no está especificada esa cláusula en los contratos entre el Mincín y la Uermp, o esta última no exige por ello a su contraparte? ¿No podría estimularse y exigirse esa recuperación en las unidades de comercio por distintas vías, para evitar que las bandejas vayan a los contenedores de basura?
La doctora Adriana Díaz Fuentes (calle C No. 40, entre 2da. y 4ta., reparto Alturas de Vía Blanca, Guanabacoa, La Habana) es feliz, porque venció un impedimento de la Naturaleza, gracias a la atención recibida en el Centro Provincial de Genética Médica, sito en 19 y 4, en El Vedado capitalino.
Cuando me escribió, Adriana tenía 31 semanas de embarazo, esperando a su añorada Erika, que «es el mejor regalo que me ha dado la vida».
Y no puede menos que transmitir a toda Cuba su admiración y agradecimiento a todos esos especialistas que han atendido su caso «con mucha profesionalidad, objetividad y un gran cariño; en especial a la doctora Aicha, recepcionista del área de ultrasonido, a la licenciada Odalis y al resto del personal del Laboratorio de Citogenética.
Otro tanto para los doctores que la atendieron, especialmente a Yosvany, y a la doctora Karina, genetista del municipio de Guanabacoa.
«Gracias a todos ellos —afirma— hoy puedo tener la tranquilidad de que mi pequeña viene saludable, y lista para inculcarle valores como la humanidad y profesionalidad de estas personas», concluye la agradecida gestante.
