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A los 45 años de creado, el sistema de reeducación penal del país se perfecciona con la implementación de cursos de formación de enfermeros emergentes, instructores docentes, de deporte y la integración de más de mil internos a la universalización de la Enseñanza Superior.
Estos programas refuerzan también la instrucción escolar y la capacitación en diversos oficios, y generan fuentes de empleo para los sancionados
«Nuestro objetivo estratégico con el desarrollo de estos proyectos apunta a lograr el mejoramiento del hombre, a salvarlos del error que cometieron y contribuir a su reinserción social», precisó el coronel Luis Bellido de Luna Núñez, primer segundo jefe de la Dirección de Establecimientos Penitenciarios, durante el acto político-cultural con motivo del aniversario 45 de los planes de reeducación en Cuba.
En la celebración se enfatizó que estos cambios se realizan bajo la máxima de Fidel de que «nuestro Estado socialista no puede sentirse ajeno al destino de ningún hombre. Si un hombre está en prisión, la Revolución tiene que hacer de ese hombre, un hombre útil, brindarle alguna posibilidad de integrarse y vivir de una manera decente».
El trabajo educativo se convirtió en uno de los pilares más fuertes para modificar las conductas desviadas en los centros penitenciarios de nuestro país.
«Con el triunfo de la Revolución el sistema penitenciario estuvo sujeto a profundas transformaciones, en correspondencia con los cambios sociales ocurridos en el país. Dejaron de ser almacenes de hombres para fomentar en ellos una labor educativa y humanitaria», expresó en el acto la combatiente Bárbara Labañino.
