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La salud pública cubana trabajará arduamente por reducir la tasa de mortalidad por diabetes, de un 11 por ciento actual a un siete. Para ello se apoyará en los 11 centros de atención a este tipo de padecimiento existentes en el país y en otros seis que se inaugurarán en los próximos meses.
El doctor Oscar Díaz Díaz, director del Instituto Nacional de Endocrinología, explicó que igualmente se buscará reducir las necesidades de amputaciones a los enfermos más graves y las incapacidades por esta afección, hermana de la obesidad, el sedentarismo y «de la excesiva costumbre de comer mucho y de caminar poco».
Se estima que hoy existen en el país 352 000 diabéticos, pero como por cada uno registrado hay uno oculto y desconocido, esa cifra se elevará. Se espera que para el 2010 el número de enfermos reconocidos sea de 600 000 y tal vez un millón, si a esos pacientes se suman personas que presentan intolerancia a los carbohidratos.
Lo anterior trascendió en el IX Congreso Nacional de Medicina Interna, que se realizó durante varios días en el Palacio de las Convenciones de la capital, junto a un Taller Internacional sobre Diabetes Mellitus y un simposio acerca de la hipertensión arterial.
La tendencia en Cuba es a un incremento del número de los enfermos de diabetes mellitus, pues en 1991 había 15 por cada mil y el año pasado el rango se elevó a casi 32.
«La clave es pesquisar y encontrar tempranamente al diabético escondido, y ponerle de inmediato un tratamiento intensivo adecuado, además de controlarle estrictamente su metabolismo para impedir a tiempo las complicaciones graves de esta enfermedad», abundó el Director del Instituto Nacional de Endocrinología.
Se pesquisarán esencialmente los mayores de 45 años y se les analizará su tolerancia a la glucosa y la alteración de esta en ayunas.
En el mundo la diabetes mellitus es la cuarta causa de muerte y en Cuba la octava. Además, en la Isla es la novena causa de años de vida perdidos.
