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CAMAGÜEY.— Sonrisa que se confunde con el asonante repicar de los tambores. Pasos llenos de nervios, pero seguros de su constancia. Colorido en el vestir folclórico, que desde el baile se reconoce por su esbelta figura.
Muchacha que desde pequeña soñó con ese inconfundible ritmo de tambores que se cultiva y nace, desde hace 25 años, en el prestigioso conjunto artístico Maraguán, y ahora sueña despierta y en un escenario donde sus pies desnudos y danzantes arrancan compases a la lisa madera del teatro.
Lissette también es la secretaria general del comité de bases de la UJC de Maraguán. Foto: Noel Martín Cazola El tiempo es oro para la joven Lissette Puentes Vasconcellos. Bien lo sabe ella, que renunció a las letras y prefirió una carrera donde los números reinan: Economía.
Sin embargo, entre el fuerte estudio de su cuarto año universitario, ensayos y presentaciones dentro y fuera de su natal Camagüey, encuentra el espacio para sus padres, amigos y familiares.
Sus compañeros no dudaron en elegir a la secretaria del comité de base de la UJC como delegada directa del Maraguán —baluarte de la cultura camagüeyana y conjunto insigne de los aficionados universitarios del país—, al VII Congreso de la FEU.
Nuevamente Lissette estará presente a teatro lleno, pero sin tambores, ni coloridos vestidos, ni pies danzando. Solo su voz, su mensaje, la hará brillar entre la multitud de jóvenes estudiantes, al referirse a la importancia de continuar cultivando la cultura y el arte en las universidades.
